16. Solo nosotros

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La última tarde del año estaba siendo una de las más frías.
Una ligera capa de nieve cubría, sin excepciones, casa tejado de las casas del pueblo. Soplaba un viento gélido, y apenas si se veía a algún automóvil transitando por las calles. Todo estaba bastante calmado, incluso en el tráiler de Forest Hills perteneciente a los Munson, en donde rara vez reinaba el silencio. El cuarto de Eddie estaba a oscuras, y el pelilargo yacía en la cama, profundamente dormido, con una colcha esponjosa envolviéndolo hasta el cuello y concediéndole el gracioso aspecto de una oruga que permanece en su capullo.

Tras cerrar la puerta de la habitación, Steve se aproximó a la cama manteniendo en sus labios una sonrisa enternecida ante la imagen de su chico. Dejó la mochila a un lado. Luego de desprenderse de su chaqueta y zapatos, se subió a la cama, en donde abrazó a Eddie, le apartó el cabello del rostro y se acercó para darle un pequeño beso. Suspiró. Cómo había extrañado sentir la suavidad de aquellos labios. Le acarició el cuello amorosamente con los dedos y, sin poder resistirse, volvió a besarlo.
Eddie murmuró algo inaudible dormido, lo que lo hizo sonreír. Se le acercó al cuello y repartió algunos besos húmedos en él. Tal fue su satisfacción al escuchar su nombre salir de la boca de Eddie mientras este aún dormía.

—Steve... — murmuraba.

—Sí, aquí estoy. — le susurró Steve al oído antes de seguir besándole el cuello, dejándole algunas suaves marcas en la piel.
Levantó un lado de la colcha y se metió debajo, siendo inmediatamente cubierto por la deliciosa calidez del cuerpo de Eddie, a quien siguió besando hasta verlo abrir con dificultad los ojos. Pareció procesarlo un momento y, cuando estaba a punto de hablar, Steve lo interrumpió apoderándose de su boca.

Eddie forcejeó un momento, intentando safarse del beso y de los brazos del chico. Quería... No. Necesitaba reclamarle a Steve por su anticipada aparición, cuando le había dicho a él que iba a volver hasta después de año nuevo porque sus papás así lo habían decidido.
Iba a golpearlo por idiota, por mentiroso, por arruinar su sorpresa y por...

Su cuerpo tembló de pies a cabeza y su mente quedó en blanco cuando la mano de Steve irrumpió entre su ropa interior, sujetándole el miembro y empezando a bombear, haciéndolo endurecer de inmediato; cosa que a su vez delató lo necesitado que Eddie estaba de sentir aquellas caricias. Los últimos días habían sido jodidamente largos, pero no fue hasta ese momento en que ambos se dieron cuenta de cuánto se habían extrañado en realidad.

Se escuchó cerrarse la puerta del baño y ahora sí, Eddie usó toda su fuerza para darle un empujón a Steve y apartarlo.

—¿Ese es Wayne? — preguntó incorporándose y quedando sentado al igual que Steve — ¡¿Wayne está aquí y aún así te atreves a bajarme los pantalones?!

—¿Cómo creíste que había entrado a la casa? — preguntó Steve sonriendo — Por cierto, hola.

—Eres un imbecil, Harrington. — dijo Eddie serio.

Se vieron a los ojos en la semioscuridad  y, de imprevisto, sin poder decirle que no a aquel desesperado deseo, sus bocas volvieron a unirse en un beso hambriento.
Steve retomó su tarea tras quitarle la camisa a Eddie y volver a sumergir la mano bajo su ropa interior.

—No voy a dejar que te vayas otra vez. — jadeó este mientras le desabotonaba apresuradamente los jeans y los bajaba lo suficiente para dejar libre su miembro. Steve suspiró — Steve...

—No voy a irme, por nada del mundo. Te quiero.

—Te quiero.

Cerca de una hora después, Wayne los vio salir de la habitación. Ninguno de los dos lo vio a los ojos. Solamente llegaron a la cocina a traer agua, sodas y frituras, aparentemente muy apresurados, y luego volvieron a la habitación. Sin embargo, fue tiempo suficiente para que el mayor se percatara de que, a diferencia de cuando había entrado al llegar, Steve ahora iba descalzo, con la camiseta de Ozzy Osbourne que Eddie había llevado puesta toda la mañana, y el cabello muy desordenado.
Volvió a fijar la vista en el televisor, tratando de ignorar aquello.
Adolescentes... — pensó.

¡Hey, tú! [Steddie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora