novio tóxico ✧ haobin

capítulo 5O.

Zhang hao.

—No sabes cuanto me alegra que estés aquí de vuelta, nosotros sabemos cuánto significa para ti estar aquí y no haya en China— habló Jiwoong con una sonrisa— Y también para nosotros.

—Él tiene razón, te extrañábamos mucho.

—Si, si, ya se que me aman— bromeé para después darle un buen trago a mi cerveza— Ya dejen de lloriquear.

—Nadie está llorando por ti—. contestó Matthew —No hoy...

—Bueno, es buen momento para brindar por tu regreso— tomó su cerveza y nosotros también— ¡Por Zhanghao y su regreso!

Los tres chocamos nuestras cervezas y después la terminamos de un gran trago. Aquel night-club era increíble, solíamos venir aquí cuando éramos más jóvenes y siempre la pasábamos bien. El lugar era grandísimo, había luz y sonido, buena música y muy deliciosos y embriagantes tragos.

—No sé ustedes, pero yo tengo ganas de mover el culo— dije mientras me levantaba y caminaba hacia la pista de baile. Aquellos dos no dudaron en seguirme y unirse a bailar junto a mi.

Las canciones eran bastante buenas y movidas, bailar siempre me había encantado, si no me hubiese convertido en psicólogo, habría optado por ser un bailarín profesional.

Mi cuerpo se movía al ritmo de la música mientras pequeñas gotas de sudor caían por mi frente, había calor o simplemente moverme me hacía sudar.

Bien, era bueno hacer cardio de vez en cuando.

—¿Puedo bailar contigo?— escuché una voz conocido y me volteé para verlo. Al ver de quién se trataba no pude evite sonreír— Yeonjun...

—Veo que estás de vuelta.

—Así es — asentí mientras intentaba respirar con normalidad— El gran Zhang hao está de nuevo aquí en Seul.

—Que bueno, eh— sonrió tan encantador— Ya hacía falta tu presencia, espero podamos salir algún día para recordar viejos tiempos.

Por si se lo preguntan, si, también me enrede con Seungmin por un tiempo, pero nada serio, todo como amigos.

Bueno, amigos que se besan y tienen sexo, digamos que... amigos especiales.

—Si tengo tiempo, si, pero por esta noche podemos bailar— sonreí coquetamente y enrede mis brazos alrededor de su cuello para seguir bailando junto a él.

Jiwoong y Matthew estaban en su mundo, bailando, riendo y dándose besos de vez en cuando. No les sorprendía verme bailando con alguien más, probablemente ni siquiera se habían dado cuenta de que era Seungmin, pero es que ya estaban acostumbrados a que yo fuese así.

Él pelinegro me tomó de la cintura y mientras movíamos nuestro cuerpo al ritmo de la música, nos mirábamos con coquetismo y una sonrisa divertida. La tensión sexual entre nosotros siempre fue mucha, él era un chico súper guapo y atlético, yo no podía negar que me encantaba.

Claro, sin involucrar sentimientos.

Sus labios eran tan húmedos siempre y se veían tan deliciosos que no pude evitar besarlo, pues sabía de sobra que él iba a corresponderme y si, así fue.

El beso fue tan intenso y con mordidas suaves, que pronto ya estábamos dirigiéndonos hacia los baños del night-club. Entramos a un cubículo y él me empujó hacia la puerta para después besar mi cuello mientras yo usaba mis manos para acariciar su cintura y espalda baja.

Decir algo... no, las palabras no eran necesarias en aquel momento, ambos sabíamos a lo que habíamos entrado ahí. Me dio la vuelta, bajó mis pantalones hasta mis rodillas y al sentirlo dentro de mi, solté un fuerte gemido imposible de callar.

~♡~

Regresé minutos después hacia la mesa donde se encontraban mis amigos como si nada, me senté y bebí de aquella bebida, que suponía era para mi.

—¿En dónde estabas?

—Estaba... en el baño— contesté sin darle importancia.

—¿Quieres algo más de beber?— me preguntó Jiwoong y yo asentí, después miró a su novio—¿Y tu, bebé?

Matthew también asintió y antes de que se fuese, se dieron un pequeño beso.

—Ya dime, ¿con quién follaste?

—Choi Yeonjun.

—Otro fiel amante— bromeó.

—Lo hace bien— me encogí de hombros— Solo espero que no me esté llamando seguido.

Los siguientes cuarenta minutos la pasamos bebiendo, platicando de tanta cosas y riendo de uno que otro chiste que a Bini se le ocurría. Aquello era lo que me hacía feliz, estar con mis fieles amigos y divertirme con ellos.

Estaba mucho mejor aquí en Seul, donde conocía a muchísimas personas y no ahí, en donde me sentía solo.

—Iré al baño— les avisé para después levantarme y dirigirme hacia ahí, había bebido tanto que necesitaba vaciar todo ese líquido. Entré al mismo cubículo donde había estado con Seungmin y pude jurar que aún olía a sexo, probablemente alguien más había estado haciéndolo ahí y pensar en eso me dio asco.

¿Y si habían fluidos de otras personas?

Joder, que turbio.

Terminé y salí para lavarme las manos, aproveché el agua para pasarla por mi cabellera y peinarla con los dedos. Me miré en el espejo y sonreí al darme cuenta que me veía increíble, era tan divino.

Pero entonces mi corazón comenzó a acelerarse al ver por el reflejo del espejo a aquel chico que no había visto en tantos años.

Sung Hanbin...

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¡gracias por leer!