capítulo 45.

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Hoy vendría mi jefe al consultorio y debía sacar el mayor provecho de mis encantos para lograr lo que he querido desde el día en que llegué aquí. Antes de venir, me arreglé lo más sexy que pude, aunque aquello fue un poco incómodo con mis pacientes, pero finalmente valía la pena, miré el reloj: las 2:55 p.m, supone que mi jefe vendría a las 3:00, así que estaba nada.

Lo que más quería era cambiarme a un consultorio de Seul, quería a ver a mi madre y a mis amigos más seguido, salir de fiesta con ellos, todo aquello que solíamos hacer antes de venir aquí a Seúl, estaba cansado de estar aquí.

Escuché la voz de Chengyi, mi jefe y rápidamente me acomodé en mi asiento fingiendo revisar unos papeles, segundos después tocó mi puerta.

—Adelante— hablé en voz alta y él se apareció, cerró la puerta detrás de si y yo me levanté para hacer una reverencia—Buenas tardes, jefe.

—Veo que remodelaste tu oficina— miró al rededor— Quedó bien.

—Muchas gracias— le sonreí— ¿Viene por los archivos?

—Así es, Zhanghao.

—Deme un minuto— me di la vuelta y apropósito dejé los papeles en un lugar alto, me puse de puntillas para tratar de alcanzarlos, pero Chengyi se acercó y los bajo por mi.

Yo me di la vuelta y quedé frente a su rostro, le sonreí dulcemente sin apartarme—Muchas gracias.

—No hay de que— contestó con una sonrisa coqueta.

Aún no se apartaba, yo sabía que mi jefe moría por mi, a pesar de estar casado con una mujer preciosa.

—¿Te han dicho que tienes unos ojos preciosos? — me halagó y yo solté una risita fingiendo estar nervioso.

—¿Eso cree?

—Por supuesto...

—Que lindo, muchas gracias jefe— noté cómo miró mis labios y luego se relamió los suyos.

No quería besarlo, él no me gustaba y sabía lo feo que era que tu pareja te sea infiel, pero es que no había otra manera de conseguir lo que quería. Darle a Chengyi lo que había querido desde que me conoció, así era esto, tenias que aprovechar lo que tenías al máximo, no había tiempo de remordimientos.

Finalmente corté la distancia entre nosotros, lo besé y al sentir sus manos sobre mi cintura, yo enredé las mías a su cuello. Él mordió mis labios y metió su lengua de una manera feroz, se notaba cuanto me deseaba.

Lo aparté de un empujón y me separé— Lo siento.

—No, no, no te disculpes— tomó mi mano— Yo lo quise.

—No... tienes esposa, yo no debí hacer eso, no volveré a hacerlo.

—Déjame besarte de nuevo— dijo casi rogando— Te daré lo que desees.

Bingo.

—¿De verdad?— pregunté fingiendo inocencia. Él asintió y yo no dudé en decirlo— Cámbiame a Seul.

Bueno... para no darle los detalles de lo que sucedió después— que son obvios, pero para sentirme menos culpable los omitiré— Chengyi aceptó. Me cambió a un consultorio en Seul, pero antes tenía que avisarle a todos mis pacientes y pasar sus expedientes con el psicólogo de la mañana.

No podía estar más feliz, después de dos años volvería a vivir en Seul, Corea. 

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¡gracias por leer!

novio tóxico ✧ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora