novio tóxico ✧ haobin

capítulo 26.

Sung Hanbin.

Dos malditas semanas...

Han pasado casi dieciséis días desde que Zhanghao decidió terminar nuestra relación. He intentado buscarlo, pero él siempre se niega a hablar conmigo y yo me estoy muriendo por su atención... no puedo negarlo, estoy desesperado. Soy un jodido desastre sin él, no he hecho más que faltar a mis clases y beber alcohol hasta vomitar. Solo quiero tratar de olvidarme de su hermosa sonrisa, de sus ojitos que siempre me miraban con amor, quiero olvidar su cuerpo, sus caricias, sus besos, pero están tan tatuados hasta mis huesos que me es imposible olvidarlos.

No quiero resignarme a perderlo, pero la verdad es que ya lo perdí. Me siento solo y vacío, mi habitación por las tardes está tan silenciosa y obscura, mi vida es tan jodida sin él. Ya no está ese brillo, ni su preciosa voz para hacerme sentir mejor.

Sé que lo perdí por ser un imbécil, hice todo lo que siempre le prometí jamás hacer. Le he hecho tanto daño a ese chico tan hermoso que solo tenía tantas ganas de amarme, poco a poco fui apagando el brillo de su esplendor con mis estupideces.

Sé que le dolió demasiado saber que yo tenía sexo con otras personas, probablemente hasta asco le doy. Pero no lo culpo, yo también me doy asco, porque aún jurándole amor incondicional a Zhanghao, me atreví a acostarme con otras personas. Y aún lo sigo haciendo... en medio de mi ebriedad buscó con quien remplazar el calor que él me daba, pero la verdad es que nadie es capaz de quitarme este maldito frío.

Ahora estoy compartiendo la cama con aquel chico que ni siquiera soy capaz de recordar su nombre. Pasé la noche anterior bebiendo y ahora que desperté y abrí mis ojos, me di cuenta que estaba a su lado. Me sentía muy mal, tenía un nudo horrible en mi garganta, quería llorar. Me sentía solo y vació... ese chico no era él, no era mi Zhanghao.

Me levanté con cuidado de no despertarlo, lo menos que quiero es lidiar con él, así que tomé mis cosas y me largué en mi auto a casa. Cuando llegué lo primero que hice fue tomar una ducha y tomar una pastilla para la aliviar el dolor de cabeza. Después me acosté en la cama para descansar un poco y ahí, en mi soledad y el silencio, no pude aguantar más y comencé a llorar.

Siempre aparentaba ser un chico rudo, fuerte y sin sentimientos. Pero la verdad es que si se trataba de Zhanghao me volvía débil. Lo extraña, joder, lo extrañaba demasiado... me estaba muriendo sin él y no sé que va a ser de mi.

Tomé mi celular y comencé a ver nuestras fotos juntos, era tan doloroso saber que desperdicié todos esos momentos y los tiré a la basura por un rato de sexo. Lo extraño y no puedo dejar de pensar en lo que estuviese haciendo ahora mismo... ¿estará bien? ¿me extrañará? ¿estaría llorando como yo?

—Ojalá volvieras—abracé la almohada que siempre usaba cuando se quedaba a dormir aquí—Ojalá me perdonarás...

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¡gracias por leer!