novio tóxico ✧ haobin

capítulo 15.

Habían pasado tres semanas y Hanbin había estado cumpliendo con su promesa, no me había lastimado con palabras hirientes y tampoco me había hecho una escena de celos. Yo me sentía muy bien con aquello, incluso más feliz y enamorado de él. Salíamos juntos como antes, fuimos al parque de diversiones, al cine y ahora estábamos en la playa. Todo era tan lindo y romántico.

Nadamos juntos en el agua, yo me subí a su espalda y él me llevó hasta lo profundo en donde yo ya no pisaba. Nos besamos torpemente abajo del agua para después casi ahogarnos con una ola. Reímos demasiado y pronto comenzamos una guerra de agua que terminó en más besos.

—Te amo tanto—le dije por tercera vez en el día—Quiero estar contigo toda mi vida.

—¿Me lo juras?—yo asentí—Entonces, ¿te llegarías a casar conmigo, bebé?

Escuchar aquello hizo que mi corazón se pusiera loco y latiera con fuerza. Pensar en una vida junto a Hanbin era hermoso, despertar todos los días de mi vida a su lado sería lo que más quiero, poder estar a diario con él y llevar su apellido sería todo un honor.

—Claro que sí—sonreí de oreja a oreja—Mi vida la viviré junto a ti.

—Prometo que me voy a esforzar por ganar dinero y comprarte un anillo muy hermoso—besó rápidamente mis labios—Serás el esposo del señor Sung.

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Mis compañeros de clase iban a ir una fiesta y me pidieron que vaya. Hanbin estaba muy tranquilo, por lo que estaba seguro de que no había problema con él si yo iba.

—Claro, estaré ahí—les contesté y ellos se alegraron de que acepte ir.

Más tarde, me encontraba en la cafetería con Matthew. Estábamos compartiendo la comida, ya que aquella tarde él había olvidado su dinero en casa. Le conté que Hanbin había estado muy tranquilo y que estaba cambiando, él no estaba muy convencido pero se alegró por mi.

—Entonces, ¿si vendrás a la fiesta con nosotros?

—Si, obviamente iré—metí el tenedor a mi boca.

—¿Y Hanbin te lo permitirá?

—Es mi novio, no mi dueño—quise convencerme de eso— Así que si, iré con ustedes.

—Bien, me alegra que podré divertirme contigo por fin—sonrió y yo también.

Y hablando del Rey de Roma, Hanbin se apareció frente a nosotros. —Hola, mi vida—me dio un beso en la frente.

—Hola, Hanbini.

—¿Soy yo o Matthew está más feo hoy?—bromeó y él le enseño su dedo corazón.

—Más feo estás tú, imbécil.

Hanbin solo se rio y decidió ignorarlo. —¿Cómo estas, cielo?

—Bien, estaba hablando con Matthew de que hoy iremos a una fiesta.

Vi como Hanbin tensó la mandíbula, pero no dijo nada hiriente. —¿Ah, si?

—Si, así es. ¿Algún problema con eso, Sung?—contestó mi mejor amigo—¿Vas a prohibirle que vaya como siempre?

—No.

—Solo iré un rato, amor—le aseguré—Regresaré temprano a casa. Mañana tenemos examen.

Podía ver la inconformidad de Hanbin ante aquello, pero él había prometido cambiar, sé que no diría nada negativo.

—Bien, de todos modos yo también saldría esta noche—se levantó—Nos veremos después.

Él estaba dispuesto a marcharse, pero yo me levanté y lo detuve. —No estás molesto, ¿cierto?

—No, para nada—tomó mi mentón para besarme, morder mi labio y después marcharse.

Bueno, se veía tranquilo, tal vez era cierto y no estaba enojado...

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¡gracias por leer!