capítulo 38.

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Sung Hanbin.

Cuando desperté sentí unos delicados brazos rodeándome la cintura y entonces me di cuenta de que era Zhanghao, lo que hicimos no había sido solo un sueño, habíamos vuelto a hacer el amor... también puedo recordar lo que le dije y las lágrimas que le hice sacar de esos preciosos ojos. Realmente soy la persona más cruel al hacer llorar a la persona más dulce y buena del jodido mundo.

Sé que Zhanghao no merece un imbécil como yo, merece algo mucho mejor, porque él es todo lo bueno de esta vida y yo... yo solo soy un estúpido chico adicto a los cigarros, celoso y bueno solamente para golpear a otras personas.

Veo el rostro de la hermosa persona que se encuentra rodeándome el cuerpo con sus brazos, tiene los ojitos cerrados y la boca entreabierta, se ve tan lindo. Zhanghao es muy bonito, puede tener al chico que quisiese, pero sin embargo sigue sufriendo por mi, pero... ¿por qué? ¿qué ve en mi? tan solo soy un idiota, él nunca debió interesarse y mucho menos enamorarse de mi.

Y hasta ahora puedo entenderlo.

Entiendo que lo mejor es dejarlo ir, entiendo que debo dejar de ser tan egoísta, que yo no le hago bien, solo lo lastimo y le hago llorar. Eso no es amor, el amor no es así, no te hace sufrir tanto como el mío le ha hecho a él. Me odio, me odio por haberle lastimado una y otra vez, me odio por saber que aún así, Zhanghao sigue enamorado de mi.

Él quiere que lo nuestro se termine, que deje de hacer las cosas tan difíciles y así lo haré. Me iré, dejaré que me olvide, que siga con su vida adelante, porque yo no soy capaz de cambiar como él desea.

—Te deseo lo mejor— le susurré mientras le dejaba un beso en la frente y me levantaba con cuidado de no despertarlo. La noche anterior fue nuestra despedida y ambos lo sabíamos, por eso dimos todo de nosotros, para tener un final que se pueda recordar.

No voy a negarlo, tengo un jodido nudo en mi garganta y mis ojos cristalizados amenazan con querer llorar, dejar ir a Zhanghao duele, duele como una jodida mierda, siempre creí que nos quedaríamos juntos para siempre, pero lo mejor es que no fuese así, no puedo condenarlo a vivir un infierno a mi lado.

Debo demostrar que lo amo dejándole libre, dejando de ser egoísta y de pensar solo en mi. Porque... ¿cambiar por amor? ¿realmente eso puede suceder? no lo creo, esta es la vida real, no un libro de romance.

Antes de marcharme de su habitación, recorrí con la mirada todo el interior tratando de poder memorizar el lugar donde tantas cosas hicimos juntos, no solo sexuales, también tuvimos noches de pareja donde dejaba que él me pusiese mascarillas y veíamos su serie favorita hasta quedarnos dormidos, yo le ayude a pintarla de color azul cielo, porque ese es su color favorito, también en esta habitación solíamos hacer tarea juntos cuando estábamos en la preparatoria. Hicimos tantas cosas que se quedaran en nuestros corazones como lindos recuerdos o tal vez malos para él.

Tal vez me odie después de darse cuenta que yo jamás valí la pena, tal vez me recuerde como lo peor que le pasó en la vida y como él tipo de chico que jamás volvería a interesarse, sinceramente no lo sé.

Salí de la habitación y baje las escaleras tratando de no hace ruido, por suerte la madre de Zhanghao no estaba y yo salí prácticamente huyendo antes de que alguno de los dos pudiese verme. Subí a mi automóvil y me dirigí a casa, aun tenía ese maldito nudo en la garganta y las ganas de llorar, pero debía esperar un poco más...

Cuando llegue, lo primero que hice fue darme una ducha y tomar una pastilla para el dolor de cabeza, mi madre no estaba, así que tenía la casa para mi solo hasta que ella regresara de trabajar. No es como si quisiese hacer algo malo, solo quería sentirme tranquilo y solo. Pero al parecer, solo no iba a poder estar, porque el timbre sonó y al mirar por la mirilla de quien se trataba, supe que era Hyejin.

Bien, supongo que no pasaba nada si la dejaba entrar.

—Hola, Bini— me saludó con un beso en los labios, pero no me sorprendió, nosotros hemos sido literalmente amantes desde hace tiempo, era la única chica que veía con frecuencia.

—Hola—. respondí serio.

—Uy, ¿por qué esa cara?— entró a la casa con confianza y se sentó en el sofá—¿Tienes resaca?

—Si.

—No te preocupes, voy a ayudarte— sonrió— Voy a prepararte una sopa caliente y compraré sueros hidratantes para ti.

—Bien— asentí. No iba a negarme a aquello, porque en verdad lo necesitaba.

Ella se levantó para hacer lo dicho, comenzó a buscar los ingredientes en la alacena y yo solamente la miraba en silencio. Hyejin siempre me ha demostrado que yo le gusto, incluso ahora mismo está cocinando algo para mi, entonces me pregunto... ¿qué carajo ven en mi? ¿por qué me siguen confiando su corazón cuando he demostrado que soy capaz de hacerlo pedazos?

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¡gracias por leer!

novio tóxico ✧ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora