One-Shot Fics

Llegaste en el momento indicado

Era veinticuatro de diciembre y después de muchos años por fin Peter podía tener su propia navidad especial.

Había peleado con sus padres y su hermana, quedando solo por al menos siete años, sus navidades y llegada de año nuevo las pasaba en soledad y tristeza. No me gustaba ir con los pocos amigos que tenía, porque sentía que solo los iba a molestar.

Eso cambio el día en que dos chicos, uno de cabello negro y uno castaño se encontraban frente a la puerta de su departamento.

—Buenas tardes —saludo el chico más bajo—. Mi nombre es Stiles y él es Derek.

Peter al escuchar el nombre del otro sujeto se le hizo un nudo en la garganta.

—¿Eres Peter? —preguntó Stiles.

Quién obtuvo como respuesta un asentamiento de parte de Peter.

Derek no esperó otra respuesta e igual un rato abrazo a su tío. Peter no podía creer que ese adolescente que le dijo que volvería era todo un hombre. Él y su sobrino siempre fueron muy unidos, pero después de la pelea que tuvo con su familia no volvieron a tener contacto.

Los tres salieron a una cafetería que estaba cerca del departamento en el que vivía Peter y así poder hablar.

—Cuando te fuiste y no te pusiste en contacto conmigo hablé con mi madre —Derek se notaba nervioso—. Nunca me dijo nada, solo que nos habías lastimado y por eso no eras bienvenido.

—Eso no fue así.

—Lo sé —interrumpio—. Al cumplirse cuatro años de tu partida y tratando de buscarte con Stiles, escuché la conversación que mis abuelos estaban teniendo con mis padres.

Peter ya sabía a donde iba todo.

—Todavia tenían la idea de que te casarías con Corinne —sonaba enojado—. Espere unos días para enfrentarlos y les dije que si ellos los habían obligado a casarse.

Una carcajada se escuchó en medio de la conversación.

—Talia tuvo mi apoyo cuando tus abuelos intentaron lo mismo con ella y el hijo de una importante familia —una lágrima escapó de los ojos de Peter—. Ayude a la ingrata de tu madre, para luego ser apuñalado por la espalda por ella y Alexander.

—Los enfrente. Les dije de hasta lo que se iban a morir por haberte hecho eso, aún cuando tú fuiste el único que los apoyo.

—Muchacho, es mejor que dejemos el pasado atrás —coloco la palma de su mano en el hombro de Derek—. Lo único que me alegra es que estés aquí, que por cierto ¿Como me encontraste?

Stiles levantó la mano como si estuviera en un salón de clases esperando a quel profesor le diera la palabra.

—Trabajo en el FBI —le respondió Stiles—, nada más hice uno que otro movimiento y henos aquí.

—Interesante —miro a su sobrino—. ¿Ya se casaron?

Derek se ahogó con la bebida y Stiles no pudo contener la risa. En eso le mostró un anillo con un Trisquel.

—Derek me pidió matrimonio —sonrio—. Dile, es el momento —susurro.

Peter no entendía.

—Me gustaría que fueras mi padrino de bodas —miro a su tío—. De la familia solo están Cora, Laura y su prometido, pero también quiero que estés allí.

Algo en Peter se movió y sintió que no habría más soledad en sus días.

Acepto ser el padrino de bodas de Derek y gracias a ello pudo conocer al padre de una de las amigas de Stiles.

Christopher Argent, un hombre que vivió parte de su vida contralada por su padre, a la sombra de su hermana menor y que fue obligado a casarse con una mujer que nunca amo.

Para ese entonces ya Chris se encontraba divorciado, ambos al verse ese día tuvieron conexión por lo que empezaron a tener salidas, paso un año y ambos decidieron formalizar su relación.

Allison la hija de Chris estaba feliz por su padre. Ella sabía por el sufrimiento que su padre había pasado y verlo así era todo lo que deseaba por siempre.

Era noche buena, por lo que Chris, Allison, Derek, Stiles, los padres de Stiles y algunos amigos del matrimonio Hale-Stilinski se encontraban reunidos.

Después de pasar tantos años solo, por fin se encontraba rodeado de personas que lo amaban, lo apreciamban y que era su primera navidad con el hombre que amaba.

Los dos estaban en el balcón del departamento de su sobrino y de su esposo. Una hermosa decoración navideña y lo mejor de todos, muerdago sobre ellos.

Podría ser tonto, pero cumplieron la tradición y se dieron un beso que desmostraba todo el amor que se sentían el uno por el otro.

—Llegaste a mi vida justo en el momento indicado.

Con eso volvieron a besarse para luego volver con los demás presentes.

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Después de terminar la mini historia Petopher llamada Mi dolor de cabeza (por cierto les recomiendo leerla, es muy bonito con solo tres capítulos) no me pude resistir y hacer un one-shot de ellos.