Me tienes

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Liam estaba en su habitación en completa oscuridad. No quería ver a nadie, únicamente quería estar en soledad.

Para él ese día era el peor de todos. Su anterior relación con Garrett había Sido una completa humillación, nada más estaban jugandole la peor de las bromas.

Garrett estaba con Liam por una estúpida apuesta que aquél tenía con sus amigos. Todo había sido mentira con el objetivo de acostarse y ganar unos boletos a un maldito partido de fútbol. Ya seis meses habían pasado de aquello y aún recordaba como se burlaban en su cara y lo hicieron sentir como si valiera menos que un trapo.

Los únicos que lo ayudaron fueron Stiles, Derek, Kira y Malia. Desde el principio Mason y Corey le habían dicho que Garrett no tenía buenas intenciones, pero que estarían cuando nada saliera bien.

Ahora estaba en posición fetal en su cama con las sábanas cubriéndole de pies a cabeza, cuando sintió un brazo en su cintura que lo atrajo al pecho de alguien. Aquella acción lo asustó así que intentó alejarse de aquel extraño que se había colado en su habitación y lo tenía bien agarrado.

—Desde mi casa puedo sentir tu agrio aroma —era la voz de Theo.

Con aún más razón trataba de huir de sus brazos. Acepto salir con Garrett para evitar su repentino enamoramiento por Theo y terminó peor de lo que esperaba.

—Ya no quiero verte triste, Liam —le susurró al oído aún con la sábana encima—. Me duele verte de esa forma.

Unas cuantas lágrimas empaparon sus mejillas, ya no quería volver a sentirse utilizado por alguien, ni siquiera menos preciado, estaba cansado de eso.

Theo le quitó la sábana y lo hizo girar para quedar frente a frente, viéndose directo a los ojos. Limpió las lágrimas que salían y le acaricio el cuello.

—Me tienes aquí —paso su dedo por los labios de Liam—. Nunca volverán a lastimarte y quién lo haga no vivirá para contarlo.

Unio sus labios en un tierno y dulce beso que le hizo perder el aliento a Liam. No sería para nada fácil el hacer que recuperará su autoestima y confianza, pero Theo estaría dispuesto a todo por volver a ver la hermosa sonrisa del rubio que atrapó su corazón.

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Bueno, creo que con este capítulo pude desahogarme. Estaba teniendo un momento bien depresivo que ya hasta lágrimas me querían empezar a salir.

Me gustaría tener a alguien como el Theo que escribí. Dios, yo también soy tu hijo, ya no quiero ser tu mejor guerrero, ok.

 Dios, yo también soy tu hijo, ya no quiero ser tu mejor guerrero, ok

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