Mentiroso II

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Derek amaba y adoraba a su novio Stiles. Le había costado mucho el conseguir una primera cita, porque sabía cuán difícil era lograr tener una simple salida con Stiles y no solo por él, sino también por el padre de este, quien era ni más ni menos que el mismo sheriff del pueblo.

Al ser el único hijo de Noah y su completa adoración, nadie, absolutamente nadie, era merecedor de estar al lado de su hijo, por eso primero se fue ganando al hombre por medio de su hermana Laura, quién trabajaba en la estación de policías de Beacon Hills.

Pero ahora se lamenta por haberle hecho caso a sus amigos cuando le propusieron ir a una fiesta, reprochandole justo el momento en que le iba a decir a Stiles.

FLASHBACK

—¿Eres demente o no tienes instinto de supervivencia? —reprocho de la nada Jackson.

—¿A qué te refieres?

—Tienes un novio —continuo en la conversación Isaac—. No un cercelero al que le tienes que pregunta que puedes y que no puedes hacer.

—No le estoy preguntando, nada más le estoy avisando que no podrémos hacer nuestra noche de viernes de maratón.

Ambos chicos rodaron los ojos por lo dicho por Derek.

—Lo que le dirás es que no puedes porque tienes un compromiso familiar y su noche será para la próxima semana, fin.

Derek había tenido la oportunidad de negarse a lo dicho por Jackson y decirle la verdad a Stiles, pero cuando ese par estuvo de acuerdo con ese plan, su parte más egoísta tomo lugar y eso fue exactamente lo que hizo.

FIN FLASHBACK

Retomando la actualidad, ahora está en su habitación pensado en la situación de la jornada de clases ese día y anteriormente todo el fin de semana.

Normalmente, Stiles tenía su bandeja con un mensaje de buenos dias, tardes y cosas así, solo que ese fin de semana no obtuvo ninguno de estos, así que el fue el que decidió escribir para solo recibir unos mensajes todos secos.

Ese lunes de clases cuando intento hablar con Stiles nunca pudo tener la oportunidad, ya que siempre había algo que le detenía, como lo fue su entrenador de fútbol americano que debía irse directo a la práctica, luego las clases o que ya después no lo volvió a ver.

Acostado en su cama y viendo el techo de su habitación, pensaba en absolutamente todo y aún no lograba saber lo que tenía a su novio tan enojado con él. Pasaron unos minutos y luego entra Cora sin tocar la puerta, viendo su celular en mano.

—Vete, Cora —gruñó—. No estoy de humor.

—Sí, yo también lo estaría luego de ver esto.

—¿Qué viste?

Ella lo miró unos segundos con su familiar fruncido de cejas marca Hale, nombre dado por Stiles Stilinski.

—Derek ¿Ya viste eso? —señaló su celular—. ¿En verdad aún no lo ves?

—¿Qué cosa? —miró confundido a Cora—. Dejame ver.

Ella extiende el celular para que Derek pueda ver lo que ella tiene en la pantalla del aparato. Una jodida foto de Stiles, pero acompañado de Scott McCall, el capitán del equipo de Lacrosse y su “rival” en deportes.

—¿Qué hace hablando con quijada chueca? —preguntó enojado—. ¿Por qué están tan juntos?

Solo habían tres cosas que Derek odiaba a morir, la una era que tocaran su chaqueta de cuero, era su objeto con mayor aprecio, que alguien le pusiera tan siquiera un dedo a su Camaro, pero la más importante de todas, que Scott McCall estuviera un solo metro de distancia con Stiles.

Solo habían tres cosas que Derek odiaba a morir, la una era que tocaran su chaqueta de cuero, era su objeto con mayor aprecio, que alguien le pusiera tan siquiera un dedo a su Camaro, pero la más importante de todas, que Scott McCall estuviera un ...

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