One-Shot Fics

Dos enormes opciones

Peter se sacó la lotería, y no, no era exactamente dinero. Desde que era muy joven llamaba la atención de cualquiera que lo viera y aquello hizo que dos apuestos chicos estuvieran detrás suyo desde la secundaria.

Al ingresar a la universidad y que los tres quedarán en la misma, Peter no fue un idiota, así que le propuso ese par tener una relación entre los tres, más que todo compartirlo a él, pero luego de un increíble momento de intimidad aceptaron.

Peter gozaba con plenitud el tener dos buenas y enormes opciones para satisfacer sus necesidades. Luego de cinco años terminaron sus carreras, consiguieron empleo y se fueron a vivir los tres en una casa que compraron para ellos.

Deucalion veía a la perfección el rostro de Peter, l tenía encima suyo con Chris detras, ambos embistiendo su agujero al mismo tiempo. Sus cuerpos bañados en sudor y el calor del momento emanando por toda la habitación.

De un momento a otro él y Chris se miraron y juntos movieron a Peter para que quedaran los tres acostados a medio lado, levantaron su pierna izquierda y con determinación volvieron a aumentar sus embestidas en aquel caliente, acogedor y rico interior que los estaba recibiendo sin problemas.

El sonido de sus pieles chocando y los gemidos de los tres era tan fuerte que cualquier persona que estuviera pasando por el vecindario los escucharía a la perfección.

Rodando los ojos y agarrando con fuerza el brazo de Deucalion, Peter soltó su carga, junto con un grito ensordecedor y que le dejaría sin voz por unas cuantas horas. Al sentir el roce de sus miembros y la zona volverse más estrecha terminaron al mismo tiempo, llenando su interior con su corrida.

Llenaron de besos y mimos a Peter, porque a este luego de una buena sección de “cardio” le gustaba ser consentido por sus novios. Grande sería su sorpresa en unas cuantas semanas.

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Peter se había estado sintiendo mal desde hace una semana, al principio creyó que algún alimento en mal estado lo tenía devolviendo todo lo que comía, no tenía fiebre, ni diarrea, únicamente vómitos y mareos. Le dijo a sus parejas que lo llevarán al médico y ahora estaba esperando a ser atendido.

—Peter Hale al consultorio ciento cuarenta —lo llamaron por medio de los parlantes—. Peter Hale al consultorio ciento cuarenta.

—Ya vuelvo —se levantó de la silla—, no creo tardarme tanto.

Los dejo en la sala de espera, nada más quedaron ellos allí.

—Muy bien Deucalion, muy bien.

—¿Muy bien que? ¿Te fumaste algo o qué?

—Tú y tus comidas todas raras pusieron mal a Peter.

—Lo que yo preparo nunca le ha hecho daño.

—No me sorprendería que tuviera alguna infección estomacal por esas porquerías que preparas.

—Por lo menos yo si cocinó —lo miro de arriba a abajo—, tu que ni un huevo frito sabes hacer.

—Mucho cuidado con como me hablas —le señaló—. Puedo romperte esa sonrisa que tienes.

—Te vendría bien un ojo morado ¿No lo crees? Chris.

En eso pasó una enfermera y los regaño por estar discutiendo tan alto, así que los mando a hacer silencio.

—Tal vez no sepa cocinar —susurro Chris después de unos segundos—, pero si que lo dejo cansado luego de una buena sección de cardio.

Deucalion lo miro indignado y de forma rápida se levantó de su asiento para mirarlo con dagas en los ojos y refutar.

—¡Yo soy quien lo deja sin aliento!

—¡Quisieras! —imitó la acción de Deucalion—. ¡Yo le dejo temblando las piernas!

En ese mismo lugar, pero en otra habitación Peter lo estaba atendiendo la enfermera McCall.

—Digame ¿Qué lo trae por acá el día de hoy?

—He estado sintiendo náuseas y mareos desde la semana pasada.

—¿Ha tomado algún antibiótico? —Peter nego—. Bien acompañé a la camilla para revisarlo y luego le haré algunas pruebas más.

Fuera de allí la batalla de discusión entre Chris y Deucalion había incrementado.

—¡Eres un hablador! —vocifero Deucalion—. ¡Yo la tengo mucho más grande que tú!

—¡El tamaño es indispensable! —fue el turno de Chris—. ¡Lo importante es el grosor y dejas mucho que desear!

Ambos se miraron a muerte y de forma rápida se desabotonaron sus jean y bajaron sus correderas para sacarse sus respectivos miembros.

—¡Yo soy quien lo hace gritar de placer! —se dijeron al mismo tiempo.

Los médicos, enfermeros y demás funcionarios que estaban allí se quedaron de piedra al ver las buenas herramientas que esos dos pedazos de dioses griegos poseían. Y si, Deucalion no grande en ese aspecto, Chris también lo era de cierta forma, pero lo que le faltaba lo compensaba con su grosor.

—¿Pero que diablos están haciendo los dos? —el grito de Peter los trajo a la realidad—. ¡Guarden eso ya mismo!

Y sin rechistar lo hicieron para seguir aún muy enfadado Peter por el pasillo del hospital, tratando de calmarlo para que les dijera lo que la doctora encontró de su malestares.

—¿Qué era todo ese ruido? —Melissa McCall salió de la habitación.

Vió a sus compañeros con la vista en un mismo lugar y asombrados, algunos hasta con las bocas abiertas.

—Doctora —una de las internas la llamó—. Su último paciente es todo un luchador.

—¿Por qué lo dice?

—Aguantar una me es complicado —se veía aterrada—, pero dos al mismo tiempo y tan, tan, enormes, eso es admirar.

Melissa no entendió ni cinco de lo que dijo aquella interna, así que se fue a la cafetería en lo que llegaba su nuevo paciente el día de hoy.

En el camino a casa Peter seguía sin decir una sola palabra, viendo el camino. Los otros dos sabiendo cómo era él, prefirieron esperar a que se calmará.

—¡Felicidades! —gritó Peter después de minutos de silencio—. ¡Felicidades par de idiotas! ¡Me han dejado preñado!

Sin habla, sin aliento y sin pensamientos quedaron a tan inesperada noticia.

Esa noche volvieron a profesarle su amor a Peter en su dormitorio, de forma suave y delicada para no lastimarlo en su actual estado. No sabían quién había sido el afortunado en atinarle, pero para los dos ese bebé en camino era de los tres, sin importar quien fuera el padre biológico, lo amarian con todas su fuerzas.

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Me inspire de un vídeo de un médico en tiktok, espero que les guste.💜