Cositas Etoickity

- 04 - Incomodidad -

── Aún te incomoda ── pronuncio Etoiles con tristeza, a pesar de pasar un rato increíble con su novio.

── ¿Eh? ── volteó su mirada hacia el francés ── ¿El qué? ── volvió a preguntar.

Etoiles suspiró, pero acercó su mano a la de Quackity, y de inmediato este la apartó.

── El contacto ── respondió después de ver como Quackity resguardaba su mano sobre su pecho.

Quackity de inmediato se dio cuenta de aquel error.

── Perdón, perdón ── trato de tomar nuevamente la mano de Etoiles y este le detuvo.

── Esta bien, aunque no entiendo porqué ── resguardo ambas manos dentro de las bolsas de su pantalón y miro el cielo ── ya vamos por el octavo mes, y aún se te complica el tomar mi mano ── dejo soltar un suspiro.

¿Estaba frustrado? Por supuesto, pensar que tu pareja no quiere tener contacto contigo dolía.

Y Quackity solo lo hacia sentir mal.

── En serio perdón.

── Ya te dije que esta bien, Quackity. Solo que me duele que seas así conmigo ── sinceró, mirando al mexicano ── es complicado tener cero contacto en nuestra relación, y eso que demuestras mas cariño y amor teniendo contacto físico.

── No, no yo… ── miro al suelo, negando aquella situación.

── Quackity, apenas entiendo lo que te pasa, y entiendo que no sepas expresarte como quisieras, o como yo quisiera pero… siento que no estas en la misma página que yo, sigues releyendo y tratando de escribir en anteriores páginas de tu historia. Luzu y Wilbur son parte de tu historia, pero siento como que siguiera tratando de escribir en una hoja que ya esta llena de palabras, intentar retomar una historia que ya ha concluido y eso me duele, duele mucho ── confesó el francés.

── Etoiles yo…

── Pero ── interrumpió enseguida ── entiendo que necesitas procesar tantas cosas y es por eso que quiero hacer esto contigo Quackity ── se coloco frente a él, alzo las manos, indicando que Quackity las tomará.

Dudoso, Quackity apenas rozaba las manos de Etoiles y este le dejo ser. Miro los bonitos ojos negros, cual bella gema de ónix, hipnotizado como si una profunda y extensa constelación estuviera encapsulados en esos bonitos ojos azabache.

── Quiero terminar ── los ojos de Quackity se abrieron de par en par, de nueva cuenta deseaba hablar y nuevamente Etoiles le interrumpió ── para volver a comenzar ── los dedos de Etoiles ahora sujetaron suavemente los contrarios, sonriendo le al mexicano ── Te propongo una primera cita nuevamente, esta vez mas tranquila, sin ir a los tacos, o a alguna mazmorra donde te puedas ir, o a la torre de los huevos, o a cualquier otro lugar que no sea este ── soltó las manos de Quackity, entregándole al azabache un pequeño libro con unas coordenadas.

Quackity checo su mapa y noto que la ubicación no estaba lejos, incluso se podía decir que estaba mas cerca que la casa de Vegetta.

── ¿Qué dices?

Quackity miro a Etoiles, era verdad que sus citas eran caóticas, y que la mayoría de ellas llegaban a ese punto por su culpa, debido a la hiperactividad que se cargaba, yendo de un lado a otro, incluso su tercera cita fue destruir una mazmorra, llena de mobs chetados y un boss que Etoiles nunca había visto. Sí, fue divertido, pero era algo extraño estando en una cita.

── ¿Vamos a romper y volver a ser novios? No entiendo ── menciono el mexicano, ahora mirando la suave sonrisa de Etoiles.

── ¿Recuerdas nuestras primeras citas?

Quackity asintió, la primera en los tacos,  con Roier vestido de camarero del cual hacia lo posible por hacer un buen servicio, sin embargo todo cayó en un caos de tacos, con dos mexicanos cantando, llorando y tomando a todo pulmón, con la taqueta haciéndole compañía en bailar y él, simplemente mirando a su novio y el amigo de este llorar con cada canción que el propietario del establecimiento; Roier, ponía.

── Esta vez quiero que solo seamos tú y yo, en un lugar algo apartado, donde realmente hablemos y nos conozcamos ── menciono el francés ── me estoy dando cuenta que no nos conocemos casi de nada, incluso se nos olvidan ciertas cosas que nos gustan a ambos y eso es porque no nos hemos detenido a hablar de nosotros, nuestros intereses y lo que planeamos a futuro ── explicó.

Quackity por fin le veía el sentido a romper y mañana volver a formalizar su relación, o algo así.

── Esta bien ── contestó.

Etoiles sonrió, apenas acercándose al mexicano y regalarle un beso en su mejilla, sonrojando al menor y sonreirle devuelta.

── Entonces mañana nos veremos ¿de acuerdo?

Quackity asintió, y una vez todo acordado ambos caminaron, regresando a la casa del mexicano, Etoiles siempre acompañaba a Quackity a casa, y a pesar de haber roto su relación, el francés ya había prometido siempre estar al lado de Quackity, tanto en las buenas, como en las malas.

Una promesa silenciosa y que ahora tratarían de mejorar.

🌠 Arxter