- Flufftober - 02 -

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🌹 Un regalo inesperado 🌹

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Vaya que la manera tan extraña de ver el mundo para Quackity era algo peculiar, siempre rodeado de gente que necesita de cosas materiales para ser feliz, mas si aquellas personas terminan en una relación, unos regalos realmente; o por lo menos para él, no obtenía por completo la felicidad que uno necesitaba, simplemente eran estimulantes temporales para así sentir alguna emoción positiva y que diera el efecto al cerebro para mantenerte feliz.

Sí, así de extraño era en la cabeza de Quackity.

Oh, pero como seguir pensando de esa forma, cuando frente a sus narices estaba su mejor amigo y el novio de este platicando e intercambiando algunas palabras que empalagaban su ambiente tranquilo.

Suspiro, ahora recargando su mano sobre su cabeza, sentiría la jaqueca si los malditos tórtolos de Roier y Cellbit seguían en su maldita burbuja llena de algodón de azúcar y cursi amor.

── ¿Por qué les acepte salir con ustedes? ── pregunto en voz alta, importándole poco si sus acompañantes escuchaban o no.

── Porque te pedí de favor que fueras mediador sin que discutamos en lo que nos vamos a regalar ── reclamó Roier, mientras sentía los besos de su novio sobre sus mejillas.

── Le hubiera aceptado mejor a Luzu ir a jugar a su casa ── decayó sobre la mesa entre sus brazos.

── ¿A poco te sigues hablando con él?

── Es que ese wuey me cae a toda madre.

── No mames Quackity, pero es tu ex desde hace, ¿Qué, tres años? ── Roier cruzo sus brazos sobre su pecho, mirando de manera acusatoria a su amigo.

── Seh, pero hace como dos meses hablamos bien, ya sabes. Además, Luzu ya tiene pareja y yo también, te recuerdo, eh cabron ── reclamo el mas bajo, viendo a la pareja acaramelada ── ¡Agh! Que asco me dan ── murmuró al ver a la feliz pareja frente a él.

── ¡Eh! ¿A poco tu no le das sus becerros así bien pinches ricos al Elotes? ── pregunto burlón Roier, escuchando a su lado a su novio Cellbit.

Quackity sintió enrojecer completamente, rodó los ojos y solo pudo bajar mas su beanie para tratar de ocultar su sonrojo, estaba demasiado apenado, y más molesto se sentía al momento de escuchar a la pareja reír.

── Mejor vamos a ver las cosas, ¿si? ── escucho la voz del brasileño, y un chasquito, suponiendo que le había dado besos a Roier.

── Claro que si, Gatinho ── sonrió acercando su rostro al de Cellbit y darse besos esquimales ── Vamos Quackity ── se separó lentamente de su novio.

Y aquel trio fue a una plaza cerca, dejando que la tarde los agobiara; principalmente Quackity, al ver los regalos que examinaba la pareja y escuchar sus mil quejas de ambos novios puesto que ambos trataban de hacer que el regalo le gustara al contrario, y dentro de los argumentos del mexicano estaban solamente dos palabras que fuera el adecuado y que no pasara de los quinientos pesos, mientras que el brasileño quería que fuera costoso y que pudiera presumir su novio. Claro que ninguno estaba en queja de sus condiciones, a Cellbit no le gustaban las cosas tan costosas y a Roier le encantaba la buena calidad de las cosas.

Cositas EtoickityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora