Moxie #Stone1

capítulo 7. Senses

- Pero Mox! Es que falta nada para la boda. ¡Necesito tener el vestido perfecto!

- Claudia... hemos ido a tres tiendas y...

- ¡Pues vamos a esta última, porfi!

A Claudia la han invitado de acompañante en una boda. Resulta que la novia iba con ella a primaria y quiere verse radiante a su lado porque la chica le solía hacer bullying. Toni es amigo del novio y la lleva como el +2. Al final parece que estos dos van realmente en serio desde hace un par de semanas, cuando lo formalizaron frente al resto de amistades. Así que estamos haciendo la pateada del siglo tienda por tienda hasta encontrar el vestido perfecto, pero aún nada, es una lástima que no tengamos la misma talla porque si no le prestaría uno de esos caros vestidos de fiesta que tengo en mi armario. Al final nos cansamos de dar vueltas por el centro comercial, en el que solo hemos acabado comprando algo de maquillaje y nos disponemos a comer unas hamburguesas con coca-cola mientras esperamos a Toni. Mientras Claudia sorbe su refresco Toni aparece, pero no va solo, Marc está junto a él y charlan animadamente, ambos llevan sus instrumentos en fundas, así que imagino que vienen de ensayar, y al verlo a Claudia casi se le va la bebida por el otro lado. Nos saludamos dándonos un par de besos y Marc se sienta a mi lado.
- ¿Vais a querer tomar algo? - pregunto.
- No, gracias preciosa- dice Marc guiñando un ojo.
Yo sonrío, pero no comento nada. Claudia empieza a hablar de lo estresada que está por no encontrar ningún vestido y Toni le dice que si quiere un masaje para relajarse.
- ¡A mí también me iría bien uno de esos, eh!

- Lo mejor para relajarse- dice Marc- es pegarse una buena fiesta.
- Paso de ir a otro concierto o solo beber birra - dice Clau

- ¿Y porque no os pasáis por mi curro esta noche? Os puedo pasar entradas.

- ¿Pero tu dónde curras?

- En el "Senses"- contesta Marc.
Al decir el nombre del sitio a Claudia le sale un chorro de refresco, se tapa la boca, tose y acto seguido pide perdón.
- ¿Pero cómo puedes trabajar en un sitio así? - pregunta Claudia

- No es para tanto, yo fui un día hace un par de meses. Es un local como cualquier otro, mientras no te metas en esas salas no pasa nada. - habla Toni.

- ¿Qué salas? Estoy un poco perdida y no tengo idea de que habláis- estoy empezando a querer saber qué pasa.

- Bueno- dice Marc- verás, como muchos otros locales tiene una zona VIP de VIPs. Y en esa zona... bueno puede pasar de todo. No trabajo allí, yo solo soy barman, estoy donde la pista de baile, pero según me ha contado algún compañero ahí dentro puedes encontrarte cualquier cosa. Pero no se tiene porque entrar, además es muy complicado pasar ahí dentro. En cambio, estar en el club bailando y tomaros algo es más sencillo y encima os puedo colar. - explica guiñando de nuevo el ojo.
No sabía que existían clubs de ese estilo, con un lugar para los VIPS de la zona VIP. Hablamos más sobre el local, donde está ubicado, que música se escucha, etc. y parece que Claudia se anima, me pide que vaya y no teniendo nada más que hacer acepto.

- Pero eso sí, tenéis que poneros de punta en blanco chicas o ni de coña pasáis, y sobre todo tú, Toni, quítate esos pendientes de las orejas y ponte una camisa.

Quedamos para ir allí sobre las once de la noche. Pasamos el rato en el centro comercial hasta que finalmente voy a casa. Una vez allí me pego una ducha y me arreglo. Elijo un vestido rojo de tirantes y unos tacones negros, maquillo mis ojos y elijo labial rojo. Aprovecho y me pinto las uñas de negro. Bajo las escaleras de casa sin encontrarme a nadie. Justo cuando llego a la entrada para recoger mi bolso la puerta se abre y veo a Stone. Está guapísimo con solo unos pantalones de deporte largos color gris, la camiseta a los hombros y sudor en su pecho y cara. Respira con dificultad, se nota que ha estado corriendo. Al verme traga saliva y una sonrisa aparece en su cara.
- ¿Vas a salir? Estas muy guapa.
- Gracias, si, saldré con Claudia y unos amigos, señor. - le respondo sería y algo seca, el enfado aún está en mí, sobre todo por haber ocultado lo de que tenía una prometida. Él lo nota y tras una pausa me dice.
- Genial, yo hoy me quedo en casa... ¿quieres llevarte uno de mis coches?