capítulo 34. Paso a paso

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Moxie


Que lo sabe dice. Claro que lo sabe, ahora todos los sabemos. Esa mujer está claro que solo puede ser un maldito demonio encarnado. Una puta súcubo, salida de lo más profundo del infierno. Mi tristeza se ha desvanecido, de golpe solo siento rabia, dolor... las lágrimas intentan llegar hasta mis ojos, pero se lo impido. Decir que estoy enfadada se queda corto. La preocupación llega de golpe tras esa oleada de sentimientos negativos hacia Natalia, porque ahora me pregunto ¿Qué ha tenido que hacer Evander para poder encontrar ese video? Es algo que quiero preguntarle a Malcolm, pero una de dos o no me lo va a contar porque no tiene ni idea o simplemente no lo hará por mi bien. Me cruzo de brazos frente al tatuado y doy vueltas por el cuarto como si fuese un animal enjaulado, cosa que ahora mismo me lo parece. Ambos Stone han decidido que sería bueno que me quedase encerrada en esta casita de invitados mientras pasan las horas, los días y quizás las semanas hasta que al fin podamos joder a ese pedazo de zorra. Ya me siento cansada de esta situación a pesar de ser consciente de que solo acaba de empezar. Marta será mi única compañía estos días, además de Malcolm cuando pueda pasarse, como ahora. Evander y yo por otra parte solo podremos hablar a través del teléfono de Marta y solo cuando él la llame.

-Entonces está claro... Natalia lo ha montado todo, ¿no? - reanudo la conversación.

-Eso creemos. - se levanta de la cama y avanza hasta mi - Aunque... es consumidora habitual de ese tipo de videos así que podría ser solo una casualidad... una muy grande.

-¿Quieres decir que tiene más videos de asesinatos? - mueve la cabeza de manera afirmativa y yo me comienzo a sentir asqueada - ¿asesinatos reales? ¿Para qué?

-Si - responde ladeando la cabeza y poniéndose las manos en los bolsillos. - Todos tenemos alguna filia.

Esto es peor de lo que pensaba. Ahora no solo pienso que esa tipeja ha podido montar mi asesinato, sino que además seguramente se ha masturbado viendo el video de Laura siendo asesinada, pensando que era yo. Mi boca se abre de par en par mientras pienso en esto. Aparte me cuenta que es consumidora habitual, ¿eso significa que habitualmente ve videos de asesinatos para ponerse cachonda? ¿Con que clase de enferma mental nos hemos topado? Aparto de un empujón a Malcolm mientras salgo del cuarto en dirección al baño que he de compartir con Marta. Lo poco que he desayunado quiere salir de mi estomago en ese momento. Llego a tiempo hasta el váter y noto como unas manos me apartan el pelo y me lo recogen en un puñado mientras lo anudan con algo. Cuando me siento mejor y acabo sentada en el suelo del baño, frente a la taza del váter, veo que fue Malcolm quien me ha recogido el pelo con su coleta, dejando su pelo negro suelto.

-¿Mejor? - me pregunta y yo asiento.

Le cuento que no solo ha sido por lo que acaba de contarme, no quiero que se siente mal, pues también tiene algo que ver el embarazo en esto. Me pregunta que como lo llevo, si como bien, tomo vitaminas y cosas de ese estilo. Le cuento un poco por encima, pues mi intención es seguir ahondando en el tema del video, pero cuando comienzo a tocar de nuevo el tema me corta sin compasión.

-No solo no creo que en este momento no estés bien para escuchar nada del tema, es que tampoco se nada más. Por lo tanto, no me preguntes. Descansa. - acaba ordenándome y yo hago un gesto afirmativo con la cabeza, obedeciendo. Parece que todos los Stone son unos mandones.

Me acompaña hasta la sala de estar, donde Marta se encuentra, y al verla le dice que he vomitado y que me prepare algo. Marta asiente al hombre que se despide de ambas y se marcha, dejándome con más preguntas que respuestas.

Ese día me lo paso de los nervios intentando relajarme mientras leo algún libro o veo la televisión con Marta, pero nada funciona para apartar mis pensamientos de lo que Malcolm me ha contado. Espero ansiosa una llamada de Evander, como si yo fuese el perro esperando al amo, dispuesta a saltarle encima en cuanto entre por la puerta. Sé que ni soy un perro ni él entrará por esa puerta, pero el simple hecho de saber que puede llamar al teléfono de Marta, que descansa encima de la mesilla que hay frente a la tele, me tiene inquieta. Pero esa noche, cuando me voy a la cama aún espero esa llamada que nunca llega.

Moxie #Stone1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora