capítulo 13. La gala

105 9 0
                                    


No ha pasado ni un minuto. Seguimos uno al lado del otro, respirando aún con dificultad. Me encuentro boca abajo en mi cama y mis fluidos impregnan parte de mis muslos, noto mi coño palpitar. Hacía mucho tiempo que no tenía sexo tan bueno, mi ex no era el mayor empotrador del mundo precisamente, aunque no me quede con él por ese motivo. Pero menudo cambio. Evander sabía lo que se hacía, pero algo me decía que se había contenido un poco. Giro mi cara hacia él, está observando el techo con sus ojos medio cerrados y la boca entreabierta, ya respira como siempre. Comienzo a pasar un dedo por su hombro hasta llegar a su pecho, haciéndole cosquillas para llamar su atención. El me mira, despeinado y saciado, contento. Se coloca de lado mirándome.

-¿Qué tal estás? - pregunta medio sonriendo.

-Creo que no siento las piernas, así que estoy genial- sonrío.

El sueño parece que se apodera de mí cuando noto sus dedos pasando por mi espalda suavemente, mimándome, cierro los ojos mientras tanto.

Cuando los abro de nuevo Evander ha desaparecido de mi cama, veo luz en mi baño y escucho agua. Me quito la poca ropa que me queda y suelto mi pelo y comienzo a andar hasta mi baño totalmente desnuda. En la bañera de hidromasaje está él, tumbado y cuando nota que la puerta se abre más se recuesta para mirarme.

-Menuda siesta. - Dice con voz ronca y sexy.

-¿Qué hora es? - Le pregunto mientras comienzo a entrar en el agua frente a él.

-Pasadas las cinco. -

Me baño en la misma agua. Me comienzo a enjabonar y me dice que me ponga de espaldas. Me lava con una esponja suavemente, haciendo círculos. El agua está templada y buena y finalmente acabo apoyándome en su pecho desnudo.

-Ayer quería decirte que sí. Lo haré- le digo con seguridad en mi voz.

Él no habla, solo pasa su brazo por encima de mi pecho y me abraza mientras suelta una bocanada de aire, le he quitado un peso de encima.

Quizá por estar tan pegados, por el calor o lo relajados que nos sentimos en aquella agua, pero volvimos a tener sexo. Esta vez Evander besaba mi cuello, estando yo de espaldas, y mientras tocaba mis pechos con una mano la otra viajaba hasta mis labios inferiores y los tocaba en círculos. Su pulgar rozaba mi clítoris mientras que dos de sus dedos se metían en mi interior haciéndome gemir. Me doy la vuelta, aparto sus manos y me subo sobre sus piernas, no debería hacerlo sin preservativo, pero estamos calientes. Comienzo a rozar su pene contra mi sexo, haciéndole jadear. Le beso y muerdo los labios mientras él se introduce en mí. Comienzan a salir gemidos de mi garganta y Stone ataca mis pechos sin piedad. Agarra mis pezones y los pellizca mientras yo galopo sobre él. Chupa y lame mis pechos hasta que ambos estallamos en un orgasmo.

A la mañana siguiente espero despertarme sola y desnuda en mi cama, pero no es así. Evander está estirado tan ancho como es, sobre mi cama. Lo observo dormir en todo su esplendor durante algunos minutos hasta que yo misma creo que es demasiado. Me levanto, algo ruborizada, y miro la hora, son las dos de la tarde. Me pongo solo una bata y decido bajar para preparar algo de comer. Veo que la ropa que nos arrancamos anoche ya no está tirada por la cocina.
Mientras estoy friendo bacón y unos huevos, Evander baja, solo en ropa interior. Nos sonreímos como tontos después de nuestra sesión de sexo y le pongo un plato, la verdad es que ambos estamos famélicos. Comemos con ganas, cogiendo fuerzas.

-Oye - comienza a decir con un trozo de bacón en la manos- tendría que pedir hora para, ya sabes, casarnos, pero... creo que es conveniente que nadie lo sepa. -

-Si- asiento- pero necesitamos testigos, ¿no? Al menos dos -

Evander asiente. Hablamos de todo lo relacionado con nuestra boda falsa exprés, acabamos decidiendo que lo mejor es que solo los señores Zeem sepan de esto, ya que viven con nosotros y son de confianza, y que ellos sean los testigos, nadie más, a excepción, claro, de su abogado. Pedimos fecha y hora a través de internet y decidimos que no me cambiaría el apellido para no levantar sospechas, para el resto del mundo seguiré siendo Moxie McGrath la secretaria de Evander Stone. Elegimos también un momento para la separación, cuando la zorra de Natalia haya caído en la trampa que Stone está preparando podremos volver a la normalidad.

Moxie #Stone1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora