Moxie #Stone1

capitulo 46. 3 quilates

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Evander

La mujer frente a mi está confundida por mi forma de actuar y de hablarle en este momento. Es normal, estoy jodidamente nervioso y estresado. Llevo una puta semana preparando esto y quiero que todo salga bien, a la perfección. El domingo pasado incluso me subí al coche y conduje hasta el restaurante de su padre. Cuando Trevor McGrath me vio me reconoció enseguida y me trató con amabilidad. Le expliqué que su hija y yo llevábamos mucho tiempo juntos, casi desde que había comenzado a trabajar para mí. No se sorprendió en absoluto. Luego le pedí permiso para casarme con ella y me respondió que él solo me lo daría cuando su hija lo aceptara, pues no era quien para negarle su felicidad o aceptar y luego que resulte que ella no quiere ese tipo de relación conmigo. Eso sí, me dio ánimos para lo que me venía encima. Aparte de mi pequeña excursión secreta a la única persona a la que le he pedido ayuda es a Claudia, no solo por ser su amiga, sino porque me ha dado a entender que puedo confiar en ella. Ella me ayudó a decidirme con la cena que iba a prepararle esta noche, me ayudó a elegir la noche perfecta, ya que daban nevadas, y ha entretenido a Moxie mientras lo arreglaba todo.

-Lo nuestro no empezó como algo normal Moxie. - estoy jodidamente nervioso mientras le digo estas palabras - La primera vez que te vi eras una bomba a punto de explotar. Una bomba pelirroja con una falda de tubo rota y con la que me quedé encerrado en un horrible ascensor. Joder, si no hubieses estado aquel día allí...- niego con la cabeza- Agradezco que el destino nos uniera de esa forma, por muy extraña que fuera y te mentiría si desde entonces no he pensado en ti de las formas más sensuales posibles. Es imposible que me olvide de tu aspecto desastroso y erótico aquel día. - le sonrío cuando veo que se está poniendo colorada por culpa de mis palabras - Puede que lo nuestro no empezase de la manera más romántica. Sé que no fue así. Nunca había querido una familia, te lo había dicho antes, nunca había querido casarme. - saco mis manos de los bolsillos y cojo las suyas - Pero desde que te conozco he conocido la necesidad por ti, he comprendido que es sentir celos, he deseado pasar las tardes mirando películas chorras a tu lado o escuchando tu horrible música - sonrío-, he pensado en contarte mi vida como jamás lo había hecho nunca con nadie y me muero por escuchar tu risa cada mañana... Te has convertido en mi familia y ahora vas a darme más de lo que nunca había pensado que querría.

Moxie comienza a intentar que las lágrimas no se junten en sus brillantes y grises orbes. Pero cuando me coloco de rodillas frente a ella una lagrima solitaria se le escapa. Suelto su mano e izquierda y meto mi derecha en el bolsillo del pantalón. Saco una pequeña caja color rojo y la observo durante unos segundos eternos. La pelirroja me suelta la otra mano y se tapa la cara con ambas, intentando no llorar.

-Moxie McGrath... - abro la caja con la joya en su interior y trago saliva- ¿Quieres volver a ser parte de mi familia? Esta vez de verdad, está vez porque los dos lo queremos. Porque te quiero. Porque quiero a nuestro futuro bebé y no concibo una vida sin ti, mi amor.

Termino alzando la caja con el anillo frente a ella, que parece no reaccionar por la impresión. Su cabeza entonces comienza a subir y bajar en asentimiento y se lanza contra mí en un abrazo entre lágrimas. Cuando al fin nos apartamos el uno del otro agarro el anillo y se lo coloco en el dedo correspondiente, se lo queda mirando y de repente sus ojos llorosos se agrandan como platos.

-Evander... ¡no me jodas! - acaba gritando. No es precisamente lo que esperaba escuchar salir de sus bonitos labios.

-¿No te gusta?

-¿Estás loco? Claro que me gusta, pero... este es el que vi con Claudia en la tienda, el anillo de platino de tres quilates... me va a dar algo. - comienza a hiperventilar.

-Nena... - le acaricio la cara - No me importa el dinero, solo quería que te gustase. No te había dado un anillo de compromiso o de boda antes porque nada de aquello era real. Lo sabes bien. Solo fue un medio para un fin. Esta vez es diferente. - la agarro por la cintura y acerco mi cara a la suya, apoyando mi frente en la de ella - Esta vez no te lo pido por razones extrañas, esta vez quiero casarme contigo porque te quiero y quiero pasar mi puta vida contigo. Esta vez hay anillo y es el mejor que puedo comprarte sabiendo que te va a gustar.