capítulo final. Epílogo

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Moxie

Meses después...

Mi madre corre de un lado al otro, creo que incluso más nerviosa que yo.

Ha llegado el gran día.

Claudia me abanica mientras yo respiro profundamente.

-Estoy horrible - digo casi llorando de nuevo.

-¿Pero qué dices? Estás preciosa, no te preocupes todo va a salir bien.

Mi madre vuelve corriendo y se planta a mi lado, observando mi cara de pánico.

-No te preocupes. Enseguida lo arreglamos. - intenta calmarme levantando las manos.

Me miro al espejo frente a mí. El maquillaje ya está listo, el peinado tambien pero... soy una estúpida que acaba de manchar su carísimo vestido de novia con un poco de chocolate, porque no he podido evitarlo y al pegar un mordisco al bombón casi derretido un trozo me ha caído justo en el pecho. Es normal que en este preciso instante este de los putos nervios y deseando gritar a todo pulmón a la vez que deseo romper en llanto, pero tengo miedo de estropear aún mas todo. Me puse a llorar un poco, se me saltaron las lágrimas por los nervios del momento y por eso Claudia se puso a abanicarme, intentando que no entre en llanto. Suerte que el maquillaje es water proff.

-Tranquilas... aquí lo tengo.

Kayla entra en la sala donde me estaba preparando, es una de mis damas de honor, además de mi futura cuñada. Lleva entre sus manos una funda porta trajes de color negro, lo coloca sobre el sofá casi con solemnidad frente a la atenta mirada de todas y entonces abre la cremallera. De su interior aparece el vestido de novia que mandé hacer, es sencillo, de tirantes y está totalmente blanco y sin rastro de manchas de chocolate.

-Oh dios mío... - me relajo al fin en la silla. - ¿cómo lo hiciste?

-Busque un truco infalible por internet - hace un gesto con los hombros.

Acaba de salvarme la vida. Me pongo en pie y las chicas me ayudan a vestirme. Una vez me pongo el vestido me miro al espejo de arriba abajo, observando que esté perfecto.

-Mi niña...estás preciosa - comienza mi madre, haciendo pucheros.

Toni llama a la puerta y entra en la sala sin esperar respuesta. Me mira de arriba abajo.

-Vaya Moxie...- lo miro y sonrío - estas... joder estás enorme.

Apenas le doy tiempo a reaccionar, agarro una de las zapatillas que Claudia llevaba en la mano con la intención de entregarme, sí, porque he decidido que mis pies van a llevar deportivas para ir hacia el altar, y se la lanzo con todas mis fuerzas, golpeando su pecho. Se queja sonoramente mientras Claudia tiene la boca abierta, asombrada por lo que su novio acaba de soltarme de forma descarada.

-¡Solo me he engordado seis quilos en todo el embarazo, imbécil! - le grito.

-Por dios, Toni. ¡No puedes decirle algo así a una embarazada el día de su boda! - chilla Claudia poniéndose en jarras.

-¡Vale, vale... era broma! En serio Mox - avanza hasta ponerse a mi lado - estás genial.

Suspiro mientras me da la zapatilla que acabo de lanzarle, pero no la agarro, en su lugar me dirijo hasta una silla y me siento en ella. Me arremango un poco el vestido y le enseño mis dos pies. Mi estado de embarazada me dificulta de forma increíble poder ponerme calzado o atarme los cordones. Toni resopla entendiendo mi pedido y se arrodilla frente a mí, poniéndome con cuidado las deportivas blancas. Tienen unos graciosos brillantes a los lados con mis iniciales. Una vez me pongo en pie doy un giro sobre mí misma.

Moxie #Stone1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora