Moxie #Stone1

capítulo 12. Sala roja

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Estoy a punto de cruzar la puerta que da a la cocina cuando escucho una risa. Evander está hablando con alguien, diría que por teléfono. Y tengo curiosidad a la vez que no quiero que deje la llamada por mí, así que me quedo tras la puerta y pongo el oído.

- Sabes que estas obsesionado, ¿no? Tienes algún tipo de problema... ajá... ¿tantas ganas tienes de verme desnudo? Solo hicimos aquél trio una vez y desde entonces lo único que quieres es compartir a otra mujer - ¿acabo de escuchar lo que creo? - ya bueno, no lo sé... vale, me pasaré esta noche por la sala roja del Senses, me iría bien despejarme y relajarme un rato estoy un poco de los nervios... - la llamada continúa entre algunas risas.

Decido volver a subir. Así que Stone ha quedado con alguien con quien hizo un trio una vez y esta noche se van a ver en el Senses. Supongo que mi faceta fisgona sale a relucir, decido, ya que estaba previamente invitada, ir al mismo local que él esta noche y de paso pasarlo bien.
Voy a mi vestidor para encontrar el vestido perfecto y hago una videollamada a mi amiga Claudia explicándole la llamada que he escuchado por encima. Vivan los cotilleos. Entre las dos decidimos que ropa voy a ponerme y me dice que vaya a su casa a comer y pasar el rato antes de ir al local, como Claudia sabe mucho sobre maquillaje le digo que me ayude con el antes de marcharme, y acepta.

Me pongo un vestido con escote drapeado color burdeos con la espalda al aire, corto, tanto que llega arras de las medias con liguero que me he puesto. Hemos escogido unos zapatos de tacón fino negros y suela roja. Claudia me ha peinado con unas trenzas boxeadoras y después me hizo una cola bien alta. Me ha maquillado y yo a ella, no va a acompañarme a ese local en concreto, pero saldrá por esa zona con Toni y algunos amigos, por lo que van a llevarme hasta allí en coche. Cogemos los bolsos, ya son casi las once de la noche.
Esa mañana antes de salir de casa le mande un mensaje a Evander diciéndole que iba a pensarme seriamente si me casaría o no para ayudarle. Él lo entendió perfectamente y me dijo que esta noche estaría fuera de casa, aunque eso yo ya lo sabía. Una vez mis amigos me dejaron cerca del local entre sin problema al darle mi nombre al gorila de la entrada. Fui directamente a la sala VIP y saqué de mi bolso el antifaz que me dieron la última vez, me plante frente a la entrada de la sala roja y cogiendo aire avance por el pasillo. Al final de este había una mujer muy bonita, parecía que hacía de maître, le di mi nombre y me confirmó que podía entrar me recomendó, que puesto que era mi primera vez dentro, era mejor que me pusiera el antifaz, dijo que "solía ser más fácil para los nuevos". Seguía sin entender muy bien de que iba todo ese royo misterioso, pero le hice caso y pasé a la sala, no quería parecer una tonta preguntándole de que iba todo.

Una vez dentro descubrí porque se le conocía con el nombre de la sala roja, la luz era la clave. Nada más entrar vi una barra y fui directa, el camarero esta delante mío y le pedí una copa, aún no me había dado tiempo de acomodarme que noté una mano en el hombro y me giré.

- ¿Qué coño haces aquí? - escucho la voz de Evander, resulta que como espía no tengo futuro, aún no había visto al hombre que iba a espiar y ya me habían pillado. ¿Como ha sabido que era yo de espaldas? Ah, sí, mi tatuaje de mariposa.

- ¿Pues he salido de fiesta, algún problema? - Contesto haciéndome la tonta.

- Hombre... yo no te hacía en un sitio como este. No sabía que te iba este royo. - me dice cruzándose de brazos.

Va vestido con una camiseta blanca sencilla y unos tejanos, a diferencia de mí el no lleva un antifaz.

- Es solo un club...- le digo cruzándome también de brazos.

Entonces él sonríe y niega con la cabeza me agarra de la cintura y se arrima a mi oído.

- Creo que te has equivocado de zona del club, pelirroja. Será mejor que mires bien a tu alrededor - dice con voz grave, me pone los pelos de punta.