Moxie #Stone1

capítulo 44. Sonrisas y lágrimas

Moxie

Abro los ojos poco a poco, escuchando el pitido de una máquina. La mano de Kayla se ha posado en mi hombro, despertándome de mi incómodo sueño, y pone frente a mí uno de esos vasitos de cartón lleno de café de la máquina de hospital.

- Te lo he cogido descafeinado. - explica en voz baja.

- Gracias. - respondo.

Me estiro un poco, bostezo y sujeto el vasito entre mis manos vendadas. Los cortes que me hice al intentar desviar el cuchillo que Natalia tenía intención de usar contra mí no son profundos, pero me los han tenido que curar y vendar igualmente. Aparte de eso solo tengo algunos moretones y nada más, soy quien ha salido mejor parada en ese laberinto, pero de calle.

Estoy en la habitación de Evander, que ahora descansa. No tardó apenas nada en desmayarse en cuanto cogí su cara entre mis manos después de que Hook lo dejase tirado en el barro, desde entonces está sin conocimiento. Tiene una contusión, la garganta algo tocada por el intento de asfixia, aunque por suerte Hook no llegó a aplastarle la tráquea. También se ha llevado un par de costillas rotas, al igual que la nariz, y el navajazo que le ha asestado Hook no le ha tocado ningún órgano vital, pero ha necesitado una pequeña cirugía.

- ¿Como esta tu hermano? - pregunto a la Mujer de cabellera negra, que aún lleva el disfraz puesto al igual que yo.

- Bien, ya lo han apañado. Suerte que no le dio a la femoral y además no fue profundo... habría muerto... - la veo tragar saliva, claramente preocupada por el bienestar de su hermano mellizo. - Pero se va a tirar un tiempo sin poder andar, hacer ejercicio ni nada de lo que a él le gusta.

- Menos mal... estaba preocupada. Me alegro de que haya salido todo bien, espero que no haya perdido tampoco mucha sangre, estaba muy pálido.

- Si, bueno... que el cuchillo llevase sierra no hizo fácil retirarlo, pero la operación ha salido bien y creen que no tendrá muchas secuelas. Ahora mismo está en la sala de recuperación, cuando despierte lo subirán a su cuarto y nos explicarán todo mejor.

Ambas nos quedamos en silencio, mirando nuestros vasitos de café mientras el monitor que está conectado a Evander sigue pitando. Sorbo un poco del café que me ha traído mientras seguimos sin hablar, esperando a que él despierte.

- Escucha... la policía está fuera, - comenta de sopetón - me han pedido que te despierte y vayas a hablar con ellos. Sé que no quieres dejar a Evander hasta que abra los ojos, pero está fuera de peligro, si despierta haré que te avisen enseguida, pero has de hablar con ellos ya.

Asiento, tiene razón. Debido al alboroto que se montó cuando llegó la policía y vieron a Hook muerto, Natalia tirada en el suelo y los otros dos apuñalados, no hubo mucho tiempo para hablar nada. Kayla ha dado las explicaciones justas, después de todo solo sabe que la avisé pidiendo ayuda y ella fue la que se encargó de avisar a las autoridades necesarias. Me han dejado descansar casi toda la noche, estaba muy alterada y también debían curarme y hacerme una ecografía para comprobar mi estado, así que los médicos pidieron que me dejasen un rato hasta que descansase algo.

Hablamos en voz baja durante un par de minutos más hasta que unos golpes en la puerta nos sacan de nuestra conversación y unos agentes entran. Me llaman para que pase a otra sala y hable con el agente a cargo, así que con mi café en la mano me dirijo a contar alguna que otra pequeña mentira, dejando a Kayla y a mi marido solos en la habitación. Me termino el café de camino y lanzo el vasito en una de las papeleras de la sala de espera por la que pasamos andando.

Cuando llego a una sala que han preparado para el interrogatorio me hacen sentarme frente a una silla metálica. La habitación que han elegido para el interrogatorio es una pequeña sala de descanso, con la mesa cuadrada y cuatro sillas en medio de la estancia, unos muebles color crema con una cafetera llena y un par de taquillas, imagino que para guardar los enseres personales de las enfermeras y TCAES. Frente a mí hay un hombre algo más mayor que yo, vestido de traje y con los zapatos cubiertos de barro.