¿Qué pasaría si Elizabeth Swan tuviera una hermana? ¿Qué pasaría si Will Turner finalmente se enamora de Scarlett Swan?
La maldición de la Perla Negra [Completada]
El cofre del hombre muerto [Completada]
El fin del mundo [Completada]
La Venganza de...
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— Nunca se me había ocurrido. — es lo primero que escucha Scarlett cuando abre los ojos y comienza a toser agua frenéticamente intentando recuperar el aire.
— Se nota que no has estado en Singapur. — ella mira al portador de esa voz mientras él agarra el medallón de oro de su pecho y la mira con un semblante serio. — ¿De dónde has sacado esto?
El hombre tenía bigote y perilla además de un pañuelo en la parte superior de su cabeza y todo su pelo eran rastas. No había que ser muy listo para saber que era un pirata.
Will, junto al gobernador, el comodoro Norrington y Elizabeth llegan apresurados. Un grupo de soldados llegan tras ellos y enseguida apuntan con sus espadas al pirata que se levanta.
— Scarlett. — su padre la ayuda a levantarse y pone su chaqueta sobre sus hombros ya que no se había dado cuenta pero estaba en camisón. — ¿Estás bien?
— Perfectamente. — murmura la morena siendo abrazada por su hermana, quien la miraba preocupada. — Comodoro, ¿no irás a asesinar a mi salvador?
El comodoro Norrington mira a la chica para después dirigir su mirada a Elizabeth y ordenar a los soldados que bajen sus espadas.
— Supongo que debo darte las gracias. — dice el comodoro extendiendo su mano hacia el pirata.
El pirata estrecha su mano con la de Norrington, éste lo agarra con fuerza y sube la manga de su camisa dejando ver la marca de una P grabada en su muñeca.
— Colgadle. — ordena el gobernador.
— Apuntadle y traed unos grilletes. — le dice Norrington a sus soldados.
Elizabeth y Scarlett se miran entre ellas, sin saber muy bien que hacer ante la situación.
— Jack Sparrow, ¿verdad?
— Capitán Jack Sparrow, si no le importa. — corrige el pirata soltando su mano.
— No veo tu barco, capitán.
— He venido a comprar, más o menos. — Sparrow se encoge de hombros.
— Ha dicho que venía a apoderarse de un barco. — interrumpe un soldado.
— También llevaba esto. — otro soldado eleva un sombrero en el que dentro había una pistola, una brújula y una espada.
— Eres el peor pirata del que he oído hablar. — comenta Norrington después de revisar las pertenencias del pirata.
— Pero has oído hablar de mi. — responde Jack sonriendo.
Norrington agarra del brazo a Sparrow y se lo lleva. Elizabeth da una mirada a su hermana la cual rueda los ojos antes de perseguir a ambos hombres.
— Comodoro, debo protestar. — Scarlett se detiene entre Norrington y el pirata, al cual ya le habían puesto los grilletes. — Pirata o no, este hombre me ha salvado la vida.
— Una única buena acción no redime toda una vida de fechorías. — rebate el comodoro.
— Pero es suficiente para encerrarlo. — interrumpe Jack con sarcasmo.
— Así es.
— Que remedio... — Jack se encoge de hombros antes de rodear el cuello de Scarlett con la cadena de los grilletes que ataban sus manos.
— ¡Que nadie dispare! — exclama Elizabeth, asustada por su hermana.
— En eso estamos de acuerdo. — murmura el pirata cerca del cuello de la chica. — Comodoro, quiero mis pertenencias, y mi sombrero.
Cuando el comodoro da la orden de que devuelvan las pertenencias del pirata, éste mismo le habla a la chica. —Scarlett, es Scarlett, ¿no?
— Señorita Swan. — le corrije la morena entre dientes.
— Señorita Swan, ¿sería tan amable...
Scarlett comprende lo que quiere decir por lo que agarra el sombrero y el pirata la voltea quedando cara a cara mientras le apunta con la pistola.
Ella mantiene su expresión neutra mientras le coloca el sombrero en la cabeza y guarda la espada en su funda.
— Estoy sorprendida, lo admito. — comenta Scarlett observando el rostro de Sparrow de cerca.
— Di lo que quieras, preciosa. — sonríe el pirata. — Yo te he salvado la vida y tu la mía, estamos en paz.
Jack voltea de nuevo a la chica y comienza a andar hacia atrás. — Caballeros, mis ladys, siempre recordaréis este día como el día en que casi capturáis al capitán Jack Sparrow.
Dicho eso, Jack empuja con fuerza a Scarlett hacia Will Turner, quien había estado en alerta en todo momento.
— ¿Estás bien? — le pregunta el joven Turner abrazándola.
— Si. — sonríe la morena viendo como los soldados comenzaban a disparar al pirata que ahora estaba colgado de una cadena dando vueltas.
Enseguida, el gobernador se lleva a Scarlett junto a su hermana a casa para que pueda descansar.
...
— ¿Cómo te encuentras? — pregunta Elizabeth sentándose en el borde de la cama.
— Por décima vez, estoy perfectamente. — suspira Scarlett rodando los ojos sacando el medallón de un cajón. — Toma, solo lo he llevado unas horas y casi muero.
— Está bien. — dice la rubia agarrando el medallón. — Pero no seas tan testaruda y deja que me preocupe por ti.
— Cambiando de tema. — Scarlett sonríe burlona. — ¿Qué tal con Norrington?
— Me ha pedido matrimonio. — suspira Elizabeth bajando su mirada. Scarlett sabía que ese no era el futuro que su hermana quería.
— Así que el comodoro le ha pedido matrimonio. — interviene una doncella. — Ese sí es un buen partido, si me permitís el atrevimiento.
— Si es un buen partido. — asiente Elizabeth. — Es un hombre admirable, cualquier mujer soñaría con casarse con él.
— Aunque ese Will Turner también es un hombre admirable. — vuelve a hablar la doncella.
Scarlett eleva su mirada. — Eso si es atrevido.
— Perdón, señorita, no es asunto mío. — dice la doncella antes de irse con la mirada abajo.
Elizabeth mira a su hermana elevando las cejas divertida. — ¿Celosa?
