¿Qué pasaría si Elizabeth Swan tuviera una hermana? ¿Qué pasaría si Will Turner finalmente se enamora de Scarlett Swan?
La maldición de la Perla Negra [Completada]
El cofre del hombre muerto [Completada]
El fin del mundo [Completada]
La Venganza de...
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— ¿Por qué iba a querer volver con vosotros? — pregunta Sparrow. — Cuatro intentásteis matarme y uno lo consiguió.
Al escuchar eso, Will voltea a ver a ambas hermanas Swan pero la mirada que Elizabeth le da a Scarlett le deja saber quién había sido.
— Oh, no te lo ha contado. — se burla Jack acercándose a Will. — Tendréis mucho de que hablar mientras estáis aquí.
Scarlett mira a Jack quien le sonríe con burla antes de acercarse a Dalma.
— Vamos, no me dirás que no disfrutaste aquella vez. — le dice la bruja a Jack
— Si, tienes razón, tú vienes. — asegura Jack. — Gibbs, tú vienes.
Finalmente, Jack había elegido a su tripulación dejando como excepción a Scarlett, Will, Elizabeth, Barbosa y un par de piratas.
— ¿Ahora qué? — murmura Elizabeth sin saber que hacer.
— Déjame a mí. — habla Scarlett quitándole de las manos a Barbosa las cartas de navegación. — Jack, ¿a dónde piensas ir?
Sparrow mira de arriba a abajo a la mayor de las Swan dejando su mirada sobre las cartas antes de mirarla a los ojos y resoplar.
Minutos después, todos estaban en la Perla Negra mientras Barbosa daba órdenes y Sparrow las imitaba.
Scarlett se había sentado en el interior del barco huyendo de todos.
Unos pasos se acercan a ella y Will aparece por su lado. Scarlett desvía su mirada cuando él la observa.
— ¿Le dejaste a merced del kraken? — pregunta el joven Turner.
— Ya le hemos rescatado, se acabó. — responde la chica, Will mira hacia otro lado por lo que ella se levanta para que la mire. — No tenía otra opción.
— Pero decidiste no contármelo. — asegura Will aún dándole la espalda.
— No podía. — rebate la morena. — Esa carga no te correspondía, suficiente tenía con hacer sufrir a mi hermana.
— ¿Qué tiene que ver ella aquí? — pregunta él.
— La necesitaba para distraerlo. — explica Scarlett.
La mirada de Will cambia. Scarlett abre su boca sorprendida cuando comprende lo que había pasado.
— ¿Pensaste que fui yo? — pregunta Scarlett dolida. — ¿Que le besé? ¿Que le amaba?
Turner se queda en silencio por lo que Scarlett hace el amago de irse pero él la toma del brazo, deteniéndola. Will camina hacia ella haciendo que la chica retroceda hasta que su espalda choca con la pared.
Will no dejaba de admirar todo el rostro de su amada antes de hablar. — Tomas tus decisiones sola, ¿cómo puedo confiar en ti?
El corazón de Scarlett se encoge cuando Will termina de formular esa pregunta. Las lágrimas en sus ojos amenazaban con salir pero ella decide retenerlas y mirar a su amado.
— Supongo que no puedes. — responde Scarlett con rencor antes de escaparse del joven Turner.
...
La noche había caído y el mar estaba más tenebroso que nunca. Desde su discusión con Will, Scarlett no había hablado con nadie en ese barco, quedando sola con sus pensamientos.
Ahora se encontraba observando a las almas que flotaban en el mar de camino al destino que David Jones les había dado.
Unos botes se acercaban a la Perla Negra y toda la tripulación se puso en alerta pero Scarlett escucha como Will habla.
— No son ninguna amenaza, ¿estoy en lo cierto?
— Para ellos, solo somos fantasmas. — asegura la bruja.
— Es mejor dejarlos en paz. — dice Barbosa.
Scarlett iba a dejar de prestar atención a la conversación desde el otro lado del barco, pero lo que Elizabeth dice a continuación la deja helada en su sitio.
— Es mi padre. — murmura la menor de las Swan. — ¡Padre, estamos aquí!
— Elizabeth. — Jack le murmura a la rubia. — No hemos vuelto aún.
Scarlett se acerca apresurada hacia donde su hermana estaba.
— ¡Padre!
— Mis hijas. — murmura el gobernador. — ¿Estáis muertas?
— No, no, no. — dice Scarlett mirando a su padre sintiendo como un nudo se formaba en su garganta.
— Creo que yo si.
Esas palabras destrozan el corazón de Scarlett.
— No puedes haber muerto. — dice Elizabeth.
— Creo que fue por un cofre, ¿sabes? — habla el padre de las chicas. — En aquel momento me pareció muy importante.
— ¡Sube a bordo! — exclama Scarlett negándose a dejar a su padre ahí.
— Me enteré de que si alguien apuñala al corazón, el suyo debe sustituirlo y pasar la eternidad surcando los mares. — explica el gobernador. — El Holandés debe tener un capitán.
— ¡Qué alguien le lanze un cabo! — ordena Scarlett.
— ¡Vuelve con nosotras, padre! — grita Elizabeth agarrando una cuerda para lanzársela.
— ¡Agárrala! — exclama Scarlett cuando la cuerda llega al bote de su padre, pero éste no tiene intención de obedecer.
— Estoy orgulloso de vosotras, hijas.
Elizabeth deja salir un sollozo y se deja caer al suelo sin dejar de murmura cosas. Pero Scarlett seguía gritando a su padre que no la dejase.
El bote del gobernador se alejaba y Scarlett corría hacia la proa del barco intentando llegar a él.
— ¡No puede abandonar el barco! — le dice Dalma a Will, quién enseguida corre tras Scarlett.
— ¡No, padre! — Scarlett comienza a subir una red pero las manos de Will se posan en su cintura y tiran de ella hacia abajo. — ¡No, no!
— Scarlett, por favor, Scarlett. — Will la abraza intentando que deje de forcejear con él.
Finalmente, Scarlett se rinde y comienza a llorar escondiendo su rostro en el pecho de él, quien acariciaba su espalda.
— ¿Existe algún modo? — escucha preguntar a Will.
— Descanse en paz. — responde Dalma después de negar.
De repente, Scarlett se aleja de Will y busca a su hermana, quien seguía sentada en el suelo sollozando. Scarlett cae junto a ella y la abraza dejando salir su llanto.
