#chapter 26

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La mujer corría entre la gente con el corazón desbocado

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La mujer corría entre la gente con el corazón desbocado. Toda la población parecía estar reunida en la plaza de la ciudad. Por lo que había oído, alguien estaba robando el banco.

— ¡Henry! — la morena corre hasta que llega al recinto donde se encontraba el joven de 16 años. — ¿Estás bien? Dios mío.

— Estoy bien, madre. — responde el chico con la mirada perdida, tumbado en una camilla.

— No me digas que estás bien. — reclama la mujer, viendo el rostro rasguñado del chico.— Eres el único sobreviviente, mierda.

— Scarlett. — reniega la rubia llegando detrás de ella. — Cuida tu boca, por dios.

Cuando Henry hace el amago de levantarse, las cadenas atadas a su muñeca lo detienen.

— ¿Qué...?

— ¿Por qué estás esposado? —pregunta Scarlett. — ¡Qué alguien venga aquí ahora mismo!

Un soldado aparece por el largo pasillo y camina con rapidez hasta ellos.

— Señora Turner, le pido que se calme. — habla el soldado antes de mirar al joven. — El único sobreviviente del Mulark, todo la ciudad habla de tí.

— Quíetele las esposas a mí hijo. — habla la morena.

— Lo siento, pero su hijo tenía las mangas de su chaqueta arrancadas, eso es señal de traición.. — explica el soldado calmado. — Le encontraron hablando de piratas, maldiciones y tridentes.

— Nos atacaron... — se intenta defender Henry.

— Eres un cobarde que huyó de la batalla. — interrumpe el soldado. — Y como tal morirás.

— ¿Qué? — Elizabeth se altera mirando al soldado alejarse mientras Scarlett cerraba los ojos frotando su frente con frustración.

Una monja se acerca para atender a Henry por lo que Scarlett y Elizabeth se alejan un poco intentando encontrar solución.

— ¡Carina Smyth! — un puñado de soldados aparecen en la sala apuntando con sus armas a la monja que estaba hablando con Henry.

La chica sale corriendo y Scarlett observa a su hijo quién tenia una mueca en el rostro.

— ¿Qué te ha dicho? — pregunta Scarlett acercándose a Henry, conociéndolo perfectamente.

— Nada, madre.

— No me mientas. — se burla la morena.

— Antes tengo que salir de aquí. — habla Henry elevando su mano esposada.

— Estoy de acuerdo. — responde Scarlett antes de mirar a su hermana. — Vuelve a casa, Lizzie. Yo me encargo.

— Scar...

— Vuelve con tu esposo. — repite Scarlett. Elizabeth aprieta sus labios y se marcha.

Mientras los soldados estaban pendientes de la supuesta monja. Scarlett libera a Henry de los grilletes y ambos salen de la sala sigilosamente.

𝐩𝐢𝐫𝐚𝐭𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐜𝐚𝐫𝐢𝐛𝐞, will turner Donde viven las historias. Descúbrelo ahora