#chapter 16

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— Otros navegan por el mar con las llaves de la jaula y una deuda con el diablo, nos dirigimos a Fiddler's Green

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Otros navegan por el mar con las llaves de la jaula y una deuda con el diablo, nos dirigimos a Fiddler's Green. La campana fue alzada de su tumba acuática, oid su tono sepulcral. Una llamada a todos, atención al vendaval. Volteen sus velas a casa. Yo-jo, icen la bandera alta. Tiren juntos...

Mendigos, ladrones, no nos matarán... — un soldado chino interrumpe la canción que Scarlett había estado murmurando mientras navegaba por el tenebroso pantano hasta llegar a tierra. — Una canción muy peligrosa para alguien que ignora su significado, especialmente para una mujer, una mujer que está sola.

— ¿Qué te hace pensar que está sola? — la voz del capitan Barbosa llama la atención de los tres soldados mientras se acercaba a ellos.

— ¿Tú la proteges? — pregunta el soldado dando un paso hacia el pirata.

Scarlett mete la mano a su cinturón y saca una pequeña navaja. Rápidamente agarra por detrás al soldado amenazando su cuello con el arma.

— ¿Por qué crees que necesito protección? — pregunta la joven Swan sujetando al soldado.

— Vuestro señor nos espera, y una muerte inesperada empañaría ligeramente nuestra visita. — habla Barbosa mirando a la chica la cual levanta sus manos incocentemente y suelta al soldado.

El trío de soldados japoneses caminan y Scarlett junto a Barbosa los siguen.

— ¿Sabes algo de Will y Elizabeth? — le pregunta Scarlett al capitán mientras caminaban.

— Confío en que el joven Turner y tu hermana consigan las cartas de navegación y que tú sepas comportarte en presencia del capitan Sao Feng. — responde Barbosa.

— ¿Tan aterrador es? — pregunta Scarlett enarcando una ceja.

— Se parece a mí pero no tiene mi carácter compasivo y mi sentido del juego limpio.

Finalmente, los soldados se detienen frente a una puerta y después de un par de golpes, se abre. Otro soldado obliga a Barbosa a dejar sus armas. Scarlett iba a avanzar, pero el mismo soldado la detiene.

— ¿Crees que por ser mujer no desconfiamos de tí? — pregunta el chino mirando sonriente a la chica. — Despojaos.

Scarlett mira a Barbosa apretando sus labios mientras se desabrochaba la chaqueta que llevaba, dejando ver varias armas.

La morena deja sobre la mesa dos pistolas pequeñas, una bomba y una pistola más grande después de encogerse de hombros hacia Barbosa.

De nuevo, la chica intenta avanzar pero vuelve a ser detenida por el mismo soldado.

— Repito, despojaos.

Scarlett suelta una risa sarcástica antes de mirarse a sí misma. Solo había quedado con sus pantalones y una fina blusa azul oscura.

— Eso no va a pasar.

— Si no haces lo que te decimos, no podréis pasar ninguno de los dos. — habla el soldado está vez mirando a Barbosa.

— Mira, no se quién te piensas que eres pero...

— Scarlett, querida. — Barbosa posa su mano en el hombro de la chica deteniéndola. — Déjame a mí.

Después de intercambiar algunas palabras algo tensas con los soldados chinos, el pirata consigue que los dejen avanzar.

Siguen a los soldados por un pequeño camino hasta que llegan frente al que Scarlett supuso que era Sao Feng.

Barbosa mueve su mano hacia Scarlett indicándole que haga una reverencia cuando ve que no imitaba su acción.

— Barbosa, bienvenido a Singapur. — habla el hombre con dos doncellas a su lado. — Tengo entendido que queréis hacerme una petición.

— Más bien plantearos una propuesta. — corrige el capitán. — Tengo una empresa entre manos y me encuentro necesitado de barco y tripulación.

— Que extraña coincidencia. — dice Sao Feng rascando su nuca.

— ¿Tienes un barco y tripulación que no necesitas? — interrumpe Scarlett.

— No, es que hoy mismo, no muy lejos de aquí, unos ladrones se han introducido en el templo de mi tío más venerado, y han intentado robar esto de aquí.

Sao Feng agarra entre sus manos un largo mapa enrollado, el cual tanto Barbosa como Scarlett conocían. Ambos se miran entre ellos sabiendo quiénes eran los ladrones.

— Las cartas de navegación, la ruta hacia la puerta más lejana. — vuelve a hablar el rey. — ¿No sería increíble que esta empresa tuya te llevara al mundo que hay más allá?

— Eso sería una increíble coincidencia. — asiente Barbosa sonriendo.

Sao Feng los mira seriamente antes de acercarse a una especie de bañera, de la cual los soldados sacan a Will y Elizabeth.

El cuerpo de Scarlett se tensa al ver a sus dos personas más queridas ahí.

— Estos son los ladrones. — dice el rey señalándolos. — ¿Os suenan sus rostros?

Los ojos de Will se cruzan con los de Scarlett cuando Sao Feng saca un cuchillo y toma del cuello al joven Turner.

— Entonces supongo que no los van a necesitar... — habla el rey haciendo el amago de cortar el cuello Will.

— ¡No! — sin evitarlo, Scarlett da un paso al frente asustada haciendo que el rey detenga su acción.

Sao Feng los mira y se acerca a ellos. — Venís a mí ciudad y traicionáis mi hospitalidad.

— Sao Feng, te aseguro que no tenía ni idea... — intenta hablar Barbosa.

— ¿De qué los atraparían? — grita el rey haciendo que todos los soldados se pongan en alerta. — Tú idea es llegar al reino de David Jones, pero no puedo evitar preguntarme, ¿por qué?

En ese momento, Barbosa lanza una moneda al rey, quien la atrapa rápidamente.

— Ya han entonado la canción, se avecina el momento. — habla Barbosa. — Debemos convocar la Asamblea de Hermanos. Cómo uno de los señores de la piratería debes responder a la llamada.

— Más vapor. — ordena Sao Feng a una de las doncellas a su lado. — Todas nuestras cabezas tienen precio.

— Así es. — asiente el capitán.

— Desde luego, parece que el único modo que tiene un pirata de obtener beneficios es traicionando a otros piratas. — habla el rey. — Ante la Compañía de las Indias Orientales,  ¿qué fuerza tiene la Asamblea de Hermanos?

— ¡Puedes luchar! — exclama Scarlett acercándose al rey pero un soldado la agarra. — ¡Suéltame! Eres Sao Feng, el pirata señor de Singapur. ¿Quieres que esta era tenga fin bajo tu mandato? Los piratas más famosos se están uniendo contra el enemigo, y sin embargo, ¡tú estás aquí refugiado en tu nube de vapor!

Sao Feng entrecierra sus ojos acercándose a la chica Swan.

— Scarlett Swan, tienes algo que no se ve a simple vista, ¿verdad? Y la vista no queda insatisfecha. — habla el rey dando vueltas alrededor de la chica. — Pero no he podido evitar darme cuenta de que aún no habéis respondido a mi pregunta.

Nota de la autora.⚔️

•Empezamooos!!

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𝐩𝐢𝐫𝐚𝐭𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐜𝐚𝐫𝐢𝐛𝐞, will turner Donde viven las historias. Descúbrelo ahora