❷ | ᴛʜᴇ ᴘʜᴏᴛᴏ

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Una nueva y soleada mañana me recibe.

La ventana de mi habitación que dá hacia el patio, se encuentra abierta y le permite a los rayos del sol entrar por este. Amo despertar así, mirar el cielo azul, mi cuarto se alumbra con la misma luz de la naturaleza, no hay mucho ruido en casa, y puedo permitirme estar un rato más tirado en la cama, claro, después de que tomo mi celular para revisar los mensajes como también mis redes sociales.

Pasaron alrededor de quince minutos para cuando decido levantarme y dirigirme hacia el baño, pues mis necesidades son tan importantes que debo lavarme los dientes para estar tranquilo por el resto de la mañana. Si, todas mis mañanas son tranquilas y lleno de paz desde que dejé la carrera.

Oh, a principio de este año logré ingresar en la universidad para estudiar medicina, pero al ver que era tan difícil y que no era lo que realmente buscaba, la dejé. Por parte fué totalmente mi culpa, porque luego de la secundaria, no tenía en claro que estudiar como tampoco sabía lo que me gustaba, es por esto que opté por la última opción que era medicina y porque tambien era la que más me llamaba la atención. Claramente me fué para la mierda.

Solo agradezco que mi madre me haya apoyado desde el principio, su frase de "si no te gusta, entonces déjalo" lo recuerdo cuando la culpa me inunda, y aquella culpa aparece cuando recuerdo que perdí un año, pero ahí vuelve a hacer su gran entrada mi madre, diciendo que aún soy joven y tengo mucho por delante, que tampoco debo quedarme estancado pesando en lo que podría haber pasado si no perdía este año porque eso no me beneficia en nada.

—¡Joder!—escucho esa maldición provenir desde la cocina, la cual sé que le pertenecía a mamá porque esa es su voz.

Salgo del baño totalmente aseado y camino hacia el comedor, encontrándome con la imagen de mi progenitora sosteniendo el picaporte de la puerta. Supe al instante lo que pasa y maldije internamente porque odiaba esa puerta con toda mi alma.

Si tan solo tuviera dinero en mi mano... la haría arreglar sin dudarlo.

—Buen día mamá.

—Hola mi amor.

—Buscaré trabajo y el primer pago que me den, te juro que voy a arreglar esa puerta—digo con un poco de enojo en mi voz.

—Confío en tus palabras—suelta un suspiro y lleva el picaporte hacia uno de los estantes en la cocina, dejándolo ahí para más adelante arreglarlo, esperemos—entonces... ¿milanesas con arroz?

—Si, ¿pero harás ahora? Aún es temprano—mis pies se dirigen hacia el almacén donde están los fideos, azúcar etc, y saco mi frasco de café instantáneo—primero necesito tomar mi café mañanero porque sino voy a estar de mal humor todo el día—escucho con atención sus risas.

—Claro que no voy a cocinar ahora amor, solo confirmaba lo que querías para no estar comprando otra cosa, además, ¿puedes hacerme café para mi también?

Oh, no me había dado cuenta lo mucho que extraño esa simple pregunta, ¿y por qué lo hago?, porque ella trabaja desde las 7 am hasta las 13pm, pero debido a que ahora tiene licencia y tendrá unas minis vacaciones en casa, la veré todas las mañanas y esperaré con ansias a que me haga esa pregunta, porque si, amo hacer café, más si mi madre me lo pide.

Ni siquiera respondo a su pregunta porque sabe con claridad mi respuesta, y así, comienzo a preparar dos tazas con las respectivas cucharas. En total silencio tiro un poco de café dentro de estas y agrego azúcar, luego les echo pequeñas gotas de agua para que a continuación, empiece a batir con todas mis fuerzas. Una vez que pasaron los segundos necesarios, dejo la mezcla encima de la mesada y pongo a calentar leche en una pequeña olla. Ah, había obligado a mamá a comprar leche descremada porque esta no engorda como lo hace la común, se podría decir que quiero mantener mi forma.

𝑈𝑛𝑒𝑥𝑝𝑙𝑜𝑟𝑒𝑑 𝑣𝑖𝑟𝑔𝑖𝑛𝑖𝑡𝑦 ʰʸᵘⁿˡⁱˣ  [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora