𝑈𝑛𝑒𝑥𝑝𝑙𝑜𝑟𝑒𝑑 𝑣𝑖𝑟𝑔𝑖𝑛𝑖𝑡𝑦 ʰʸᵘⁿˡⁱˣ [✔]

❶❹ | ᴜɴᴇxᴘʟᴏʀᴇᴅ ᴠɪʀɢɪɴɪᴛʏ

Las hojas de los arboles a mi alrededor bailan en sincronía. Un suave viento recorre por todas partes y mis ojos se cierran al mismo tiempo en que dejo que mi cuerpo se refresque a causa de esto. El ruido constante del agua de la piscina resuena hacía mi costado, Hyunjin se encuentra nadando y genera olas a medida que sus brazos se mueven en coordinación, pero luego de unos segundos, dejo de escuchar aquellos ruidos tranquilizadores, lo que me obliga a abrir mis ojos y dirigir estos hacía la piscina solo para encontrarme con el cuerpo completamente desnudo de Hyunjin mientras este flota en el agua, en su posición de boca arriba y con ambos de sus brazos y piernas abiertas hacia los costados.

Sonrío y un leve sonrojo se apodera de mi ante la imagen, aunque no supe por qué lo hacía si después de todo, estos últimos dias fueron de completa desnudez, incluso esta casa parecía una de esas playas nudista donde la gente puede hacer lo que se les plazca con su cuerpo. Las prendas no hacen falta, y Hyunjin me lo hizo entender cuando dijo que nadie puede vernos porque ni siquiera los animales se acercan a aquí, es como si estuviésemos en medio del desierto, pero un desierto demasiado bonito.

Mis ojos son cubiertos por unos lentes de sol color negro, los cuales me ayudan a no quedar ciego cuando miro directamente al sol. Bajo estos y puedo observar con más detención el cuerpo de la persona contraria, luciendo tan relajado que por un momento me siento feliz de aquello, ya que en estos días pude estar al tanto de lo que el trabajo genera en Hyunjin, cansancio, estrés, ganas de morir, tensión, presión y mucho demás.

Saco completamente los lentes de mi rostro y los dejo en el suelo, lugar en el que he estado sentado tomando sol por largos minutos mientras apreciaba a mi alrededor, sin embargo, ahora me levanto y comienzo a caminar hacia la piscina, la cual tiene un gran parentesco a las piscinas olímpicas de lo grande que es, y claro, como es de este tamaño, hay lugares en los cuales son demasido hondo y necesitaría tres cuerpos más para poder llegar al fondo. Obviamente no voy hacía allí porque aún no quiero morir, aunque sepa nadar, me da un poco de miedo, por lo que solo me mantengo en el inicio donde no es tan hondo y puedo llegar al suelo sin problema.

Mis pies tocan el agua y un escalofrío me recorre al sentirla tan helada, podría decir que esta congelada, pero no me importa, sigo hundiéndome solo porque quiero llegar a cierta persona que descansa en el agua. El frío envuelve mis partes íntimas y mis pies tocan finalmente el fondo, me es inevitable no abrazarme a mi mismo debido a los escalofríos, pero supuse que después de unos segundos, me iba a acostumbrar.

El agua llega hasta mis hombros y comienzo a moverme hacia el medio de la piscina, y con cada paso que doy, es un paso más donde me voy hundiendo, incluso llega un punto en donde ya no siento el piso y tengo que comenzar a mover mis brazos y piernas para nadar. Pasan segundos para cuando llego al cuerpo de Hyunjin, el cual sigue en la misma posición y ni siquiera se ha dado cuenta de mi cercanía.

Sin esperar un segundo más, tomo su tobillo y comienzo a llevarlo hacia el principio de la piscina, ya que mis pies no alcanzan el fondo y no podría hacer lo que tengo planeado si estoy en constante movimiento para mantenerme flotando y no hundirme. Por inercia giro mi cabeza y observo por encima de mi hombro la pequeña sonrisa que adorna el rostro de la persona que aún sigue en la misma posición.

Una vez que llego a mi destino, mis pies tocan finalmente el piso y suelto el tobillo de Hyunjin, solo para que ahora lleve mis manos hacia su espalda y lo posicione frente a mi. Por ultimo, dejo un pequeño beso en su ombligo y vuelvo a pararme recto.

—¿Que planeas, Felix?—cuestiona aún con sus ojos cerrados y con la sonrisa adornando su rostro.

—Que te relajes aún más que lo que ya estás.

—Me parece... tentador.

Sonrío ante esto mientras mis manos ahora viajan hacia su brazo derecho, comenzando a hacerle lentos masajes y proporcionándole relajación y calidez con mis manos. Escucho con claridad como unos suaves gruñidos de satisfacción salen de el y una sonrisa se coloca en mis labios al ver lo que estoy logrando, pero cuando siento que ya es suficiente, dejo su brazo en libertad para dirigirme hacia su pierna derecha y hacer los mismo movimientos. Sus muslos, piernas, brazos, hasta su cuello, han sido tocados por mis manos y masajes lentos, pero profundos, quedan marcados allí.