Emilio y Leidy llegaron lo más rápido posible al hospital, luego de que les indicaron el piso, en dónde encontrarían a Bethany y a Joaquín, se apresuraron a subir al elevador.
Joaquín era un total desastre, no podía quedarse quieto, caminaba de aquí para allá, cómo un león encerrado en una jaula, mientras su cabello estaba todo parado y desordenado, por tanto que pasó sus manos sobre él.
- Joaquín.. - jadeó el rizado, haciendo que el nombrado girase.
- ¡Eres un idiota! ¡Un tarado! Estuve llamándote cómo un jodido imbécil y no eres capaz de contestar ninguna sola llamada, Osorio. - se quejó, sus lágrimas bajaron por sus mejillas, él no las notó.
- Ey, yo.. lo siento. ¿Cómo está Beth? ¿La viste? ¿Qué tiene?
- ¡No lo sé! ¡No quieren decirme una puta mierda en éste hospital de cuarta! - gritó, el castaño se encontraba con un terrible ataque de pánico. - ¡No puedo perder a Bethany también! ¡Nikolás jamás me lo perdonaría!
El oji-café se apresuró a rodear al terrible manojo de nervios en sus brazos, intentando tranquilizarlo.
- No digas esas cosas, Joaquín. Ella se pondrá bien, tal vez está mal del estómago, nada más.
- No puedo ser optimista con esa estúpida frase. - sorbió su nariz. - la última vez que lo fuí, mis mejores amigos murieron.
- Joaquín, ésto es distinto..
- ¡Es la misma mierda, Emilio! Yo... - el castaño observó por detrás del oji-café, dándose cuenta de que había venido acompañado. - ¿Leidy? ¿Tú qué...?
La susodicha estuvo por contestar, pero en ese momento un doctor, demasiado joven para ser uno, se acercó a ellos, era un muy bonito muchacho, no podían decir que llegaba a los treinta.
- ¿Ustedes son familiares de la pequeña Bethany? - preguntó amablemente.
- S-si, somos nosotros. - se apresuró en contestar el castaño.
- Bueno, la niña se encuentra mejor, había tenido un fuerte ataque al estómago, por lo que con unos medicamentos se ha bajado, un pequeño virus, no hay nada de que preocuparse, ella ya está mejor y está preguntando por su tío ¿Joaco? - frunció el ceño.
- Soy yo - el castaño se limpió las lágrimas y respiró hondo. Podría jurar que en cualquier momento se infartaba. - entonces ¿Ella está bien?
- Está en perfecto estado, ¿Señor..?
- Joaquín, Joaquín Bondoni. - extendió su mano hacía el médico.
- Un gusto, señor Bondoni, Yared Tanner, para servirle. - saludó cordialmente con una sonrisa.
- Gracias, ¿Podemos ir a ver a Bethany, por favor? - interrumpió el rizado, un poco molesto.
- Oh si, disculpe, ¿Usted es su otro tío, verdad?
- Somos sus padrinos. - aclaró Joaquín.
- Oh, lo siento. Bueno, síganme, la pequeña está en una de las habitaciones.
Dicho ésto, siguieron al tal Yared por el pasillo hasta que abrió una de las puertas y allí se encontraba la pequeña castañita, apenas los vió, sus ojos se iluminaron y extendió sus brazos hacía sus padrinos para que la carguen.
- ¡Tío, Joaco! ¡Tio, Emi! - dijo con una hermosa sonrisa.
Joaquín no pudo aguantarse y se rompió a llorar otra vez en cuánto tuvo a la pequeña en sus brazos. No podían culparlo por haberse puesto de esa manera. Nunca le había ocurrido algo así, y lo peor fué que tuvo que volver al mismo hospital en dónde... Bueno, dónde pasó lo que pasó.
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Bajo El Mismo Techo // Adaptación Emiliaco
Fanfiction《 Dos personas que no se soportan se deben unir por una gran pérdida por parte de ambos, sus mejores amigos mueren en un trágico accidente y ellos siendo los padrinos, no tienen otra opción que hacerse cargo de su pequeña Bethany 》 Adaptación Autori...