CAPÍTULO 28

269 30 1
                                    



- ¡Tío Joaco! ¡Mila mís fubetes nuevos! - chilló la pequeña apenas entraron al comedor.

La niña se retorció en su asiento, señalando una cómoda dónde habían muchas bolsas con dibujitos, los cuáles claramente significaban muchos regalos por parte de los señores Osorio. Sonriendo se acercó hasta la pequeña para darle un tierno beso en su regordeta mejilla, sintió una mirada en él, del hombre el cuál yacía sentado en la punta de la mesa, observándolo con detenimiento, sé sintió más nervioso de lo que acostumbraba, bueno, Joaquín nunca había ido a conocer a los padres de ninguna de sus parejas, pues éstas nunca fueron más que unas relaciones sólo para pasar el rato, nunca una tan seria cómo la que llevaba con el rizado, quién tenía aferrado uno de sus brazos a su cintura.

- Padre, él es Joaquín Bondoni, mí novio. - presentó el oji-café, Joaquín tragó saliva cuándo el mayor le hizo un gesto para que se acercase a él.

Con sus piernas temblorosas se acercó a él y extendió una de sus manos en dirección al hombre, el cuál lo observaba aún con ojos estrechos.

- Así que ¿Joaquín Bondoni, Huh? - habló por primera vez.

- Es un gusto conocerlo, señor. - intentó sonar lo más confiado posible.

- Dime, Joaquín, de todos los chicos que hay en el mundo ¿Porqué elegiste a mí hijo? Chico, podrías tener a cualquiera que desees.

- ¡Papá! - se quejó el rizado para luego por una estruendosa risa por parte de su primogénito, oh sí, el maldito había adoptado hacerle esas cosas de pequeño, esas cosas no cambiaban.

- Tranquilo, hijo, sólo bromeaba. - se disculpó Juan para luego abrazar a su yerno, quién sólo se dejó hacer. - el gusto es mío, Joaquín, es un placer conocer al hombre que hace feliz a Lewis.

- Emilio, papá, mí primer nombre es Emilio.

- Y tu segundo nombre es Lewis. Yo elegí el nombre, puedo llamarte cómo quiera. Ahora sí, siéntense a comer, Dorothy - se dirigió a la Cheff, quién estaba parada a un costado de la mesa.

- Señor.

- Por favor, trae el almuerzo, la familia ya está reunida.

Joaquín no pudo sentirse más cómodo de lo que estaba luego de que todos comenzaron a comer. Juan Osorio resultó ser algo bromista con respecto a su hijo, contándole cada anécdota de su chico de joven, también Niurka participó mucho en todos los recuerdos, Joaquín hasta había soltado lágrimas de tanto reir.

Todo había ido mejor de lo que había esperado, pues no tenía idea de que sus suegros serían tan amables y gentiles y hasta parecía que ya lo adoraban.

En la sobre mesa, mientras tomaban su café, el señor Osorio sacó el tema que tanto Emilio cómo él habían querido dejar de lado luego de tantas risas.

- ¿Qué fué lo que sucedió con sus amigos? - preguntó con cautela, mientras revolvía su café.

Un suspiro salió de los labios de Emilio, pero él se adelantó.

- Hace unos meses, Eduardo y Nikolás debían ir a hacer unos trámites, a las afueras de la ciudad, tenían que ir a la CDMX por el trabajo de Edu. - comenzó. - cuándo volvían por la carretera, un ebrio venía por el mismo carril y los chocó de frente. - Joaquín se extrañó de no haberse quebrado mientras relataba eso, pero sintió una mano reconfortante en su pierna. - Nikolás atinó a cubrir a Bethany del impacto, Eduardo lo protegió él.

- Oh, por dios. - la señora Osorio se cubrió la boca. - que horror, dios mío. ¿La pequeña resultó muy herida?

- ¿El malnacido que los chocó al menos cobró su vida también? - preguntó el mayor, apretando sus puños arriba de la mesa.

Bajo El Mismo Techo // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora