Los dos amigos se encontraban en el teatro, haciendo su propio ensayo, Joaquín estaba más que nervioso, no iba a negarlo, pero Nikolás estaba que se moría, el rubio podría jurar que vomitaria todo su almuerzo en cualquier momento.
- Relájate, Caballero, lo harás muy bien. - alentó a su mejor amigo, dándole unas palmaditas en su hombro.
- ¿Y si no les gustó, Joa? ¿Y si no creen que tengo talento para estar aquí? - sus manos sudaban, sentía escalofríos, estaba a nada de entrar en una crisis, estaba seguro.
- Lo tienes, amor. Lo harás bien, no te preocupes. - palmeó su hombro dándole confort, pero el chico estaba cegado en sus nervios.
- Oh, dios, no lo sé. Creo que fué una muy mala idea venir aquí, Joaquín. Vámonos, - el rubio comenzó a tomar sus cosas y a arrastrar a su mejor amigo.
- Nikolás.. cálmate.. lo harás bien. - intentó mantener su postura, pero era imposible. Nikolás parecía más pequeño de estatura, pero era más fuerte que él.
- No, Joaco, vamos, otro día venimos.. otro d.. - el castaño logro safarse y por consecuencia, hizo que su amigo cayera. No tocó el piso gracias a que alguien amortiguó su caída.
El castaño fué testigo de cómo aquel extraño y su mejor amigo se congelaron al verse a los ojos, ambos con sus mejillas sonrojadas y unas preciosas sonrisas que no se hicieron tardar en sus rostros.
- L-lo siento.. yo, yo no te...
- Descuida - la gruesa y rasposa voz, hizo que el ojiverde se sienta intimidado y a la vez cautivado. - yo iba distraído y te hice caer. - sonrió mostrando unos hermosos hoyuelos que adornaban perfectamente sus mejillas.
Ambos - Nikolás con ayuda de Joaquín.- se pararon y sacudieron su ropa.
- Perdón por haberme caído sobre tí. - dijo apenado el rubio.
- Uhm... Podría perdonarte, si me dices tu nombre. - dijo algo coqueto el ojiazul.
- Nikolás, Nikolás Caballero. - extendió su mano hacia él.
- Un placer conocerte, Nikolás Caballero. Me llamo Eduardo Barquín. - tomó la mano del susodicho y besó su dorso. - y perdón mí atrevimiento, pero eres la criatura más dulce y hermosa que he visto en toda mí vida.
El ojiverde no tardó en ponerse Rojo cómo un jitomate. Pero no sé vería tímido, no frente a aquel hermoso pelinegro, quién estaba halagándolo.
- El placer es todo mío, Eduardo. Y déjame decirte que tú eres muy hermoso también.
El castaño se sentía incómodo cómo el infierno, pues estaba de sobra allí.
- ¿Quieres ir a tomar algo, Niko? - invitó el pelinegro.
- Uhm.. - carraspeó su garganta, rompiendo así el hermoso trance en el que los dos chicos se habían metido. - bueno, Niko. Creo que yo me iré a hacer la audición. ¿Te veo luego?
- Oh, si. Lo siento, Joa. Uh.. éste es Joaquín, Eduardo. Es mí mejor amigo. Joaquín, éste es Eduardo.
- Un gusto, Joaquín. - sonrió el ojiazul.
- Igualmente, Eduardo.
- ¿Joa?
- Dime, Niki.
- Yo.. uh...
- Descuida, bebé. Vé con Eduardo. - le sonrió diciéndole así, que no estaba enojado por la decisión que su amigo estaba tomando al irse con ese chico.
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Bajo El Mismo Techo // Adaptación Emiliaco
Fanfiction《 Dos personas que no se soportan se deben unir por una gran pérdida por parte de ambos, sus mejores amigos mueren en un trágico accidente y ellos siendo los padrinos, no tienen otra opción que hacerse cargo de su pequeña Bethany 》 Adaptación Autori...