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seonwoo había sido obligado una vez más a asistir a la iglesia con su madre y hermana mayor, estaba jodido porque vamos, aquel lugar para él era el mismísimo infierno pero no por hecho de que la misa durase casi dos horas sin parar, mas bien era porque no iba por gusto sino por obligación, había perdido el gusto de ir hacia demasiado tiempo ya, incluso había perdido la cuenta. quizá la idea loca en su mente resonaba noche y día diciendo: “¿y si le digo a mamá que ya no quiero ir mas?” y ahí probablemente, en ese mismo sitio donde se relevé, su madre lo podría asesinar  o simplemente excosisarlo hasta que vuelva a ser “su pequeño sunoo” patético, realmente era una tortura para él, el hecho de que su madre aun lo seguía tratando como un niño siendo que estaba a nada de cumplir dieciséis años. 

resoplo enojado haciendo que pequeños mechones de su cabello se disiparan para varias direcciones logrando que sus ojos esten libres de nuevo, habían llegado veinte minutos antes que todos, era una costumbre de su madre ser jodidamente puntual con los horarios, siempre era así de codiciosa que incluso a veces le llegaba a irritar demasiado la cercanía de su madre porque siempre terminaba dejándole en cara que era su niñito.

se sentó aturdido por las personas, siempre tenía que saludar y entablar algún tipo de conversación con desconocidos que juraban haberle cambiado el pañal cuando era pequeño, ¡que estupidez más barata! estaba alucinando ya con todo este show que se mandaban para caerle bien al adolescente, pero lo único que causaban era desprecio y humillación por parte de kim, lo siento pero su forma expresiva era tanta que no llegaba a controlar las caras que hacía por minuto, variando que inclusive su hermana le daba codazos para que deje su mueca y finja una sonrisa otra vez, siempre haciendo la misma mierda sin parar; una tras otra, siempre la misma mierda.

se sentó cansado y se puso derecho al ver qué su madre le había mandado una mirada de odio al verle la cara de amargado, estaba seguro que pronto se acercaría a él para echarle en cara la típica palabra: “si hubiera sabía que ibas a estar con cara de asco, ni siquiera te hubiera traído”. ¡pero si tu me obligas a venir!

la misa empezó y la tortura para sunoo también, estaba demasiado consumido por el aburrimiento que ya ni siquiera se detenía a prestar atención a las palabras que salían de la boca del padre, mirando a un punto fijo disociando como por cuarta vez en menos de diez minutos. tomo su celular para ver la hora y su barra de notificaciones, pero que pronto lo comenzó a guardar al sentir el manotazo desprevenido de su hermana, suspiro pesado otra vez mirando para el frente, o bueno, tratando de hacerles creer que si ponía atención porque estaba claro que por algo iba a la iglesia cuando no quería, ¿cierto? bueno, acá empieza el show para él, ver cómo llegaba otra vez tarde, entrando para tratar de no llamar la atención de todos allí; su cabellera castaña caía contra sus largas pestañas que tocaban sus mejillas al ver hacia abajo mirando sus pasos y sus ojos que cada vez que parpadeaba hacían que su pelo le picara sus orbes, su nariz respingada haciendo lucir su buen perfil y su mandíbula perfectamente marcada hasta tal punto de pensar que era la mejor mandíbula que había visto hasta ahora, quizá tenía un par de años mas que él, pero tampoco le llegaba a interesas en lo absoluto ahora eso mismo.

se detuvo a verle aunque su cuello empezaba a doler por girar tanto su cabeza, porque no solo llegaban jodidamente temprano, sino que al parecer aquello no le bastaba a su madre, que siempre tenían que sentarse al frente de todos para poder ver mejor. haciendo énfasis en la parte de “ver mejor” porque solo ella cumplía aquel requisito, para sunoo era vergonzoso estar frente a todos, sabiendo que estaba ocupando el lugar a alguien que verdaderamente estaba interesado en todo esto. sintió unas palmadas un poco agresivas en su pierna y se giró para ver la faccion de su hermana con cara de confucion, incluso juro poder ver la pregunta emanar de su rostro: “¿qué estás viendo?” solo negó repetidas veces sabiendo que al finalizar la misa, iba a estar en serios problemas al ser acusado a su madre porque no presto atención en ningún momento, pero vamos, quien iba a prestar atención a una misa totalmente aburrida y deprimente cuando a la otra punta se disposicionaba la persona por la cual seguía llendo.
pero que al parecer estaba en las misma que él, su padre le llamo la atención un sin fin de veces, estaba igualmente aburrido incluso peor que sunoo, y como si fuera que sintió sus pensamientos, sus miradas se encontraron y seonwoo sintió su panza revolverse, no precisamente por la comida, era tal vez porque no estaba acostumbrado a tener contacto visual con las personas, pero sus ojos emanaban algo distinto a los de los demás, quizá sea porque estos se oscurecieron al instante en que hicieron contacto directo con los pobres ojos de kim, una pequeña sonrisa se poso en él hasta tal punto que terminó siendo una malicia para el menor y termino quitando su mirada siendo el primero quien acabo con el contacto visual, fue duro.

𝘾𝙧𝙪𝙣𝙘𝙝. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora