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el sol comenzaba a asomarse con el pasar del tiempo y sus ojos brillaban no solo porque adoraba verlo dormir y ver sus largas pestañas, sino que podia sentir como su cuerpo se petrificaba con cada movimiento que el menor daba, estaba completamente hechizado por él y solo por el hecho de saber que estaba a su lado por fin.. no, era un sentimiento bastante recíproco, quizá sea porque añoraba poder tenerlo así de cerca y saber que solo él lo podía tener.

esté se removia cada vez mas mientras largaba suspiros pesados de por medió y arrugaba la cien, sunghoon solo sonrío tontamente al ver que lucia tan inocente dormiro, casi como si de un niño se tratase, podía oler su tan olor característico de vainillas, éste nunca se fue del todo y sin embargo perduró por toda una eternidad y volvió con su dueño nuevamente como lo fue el primer día que empezaron a armar su pequeña galaxia de amor, su propio universo de amor.

sorbio su nariz y abrió los ojos de prisa, sus ojos se movían con toda prisa por toda la habitación viendo que no era la suya, se sentó de prisa asustando y cuando miro su  costado su frente se suavizó y hizo una especie de puchero aliviado al ver quién había amanecido a su par, su cerebro se despertó y comenzó a proyectarle todo el guión estúpido que había largado la noche anterior. avergonzado solo trato de actuar normal y sunghoon le hizo una seña para que vuelva a acostarse, eso hizo y solo cerro los ojos tratando de alivianar la vergüenza momentánea. podía sentir como la mano de sunghoon se escubillio por debajo de la sábana para poder abrazarlo y su cuerpo se quedó quieto al sentir sus caricias después de muchos años, había olvidado lo bien que se sentía así que está vez solo cerro los ojos para disfrutar el momento atesorando cada pequeño movimiento, sunghoon al parecer se dió cuenta y solo soltó una pequeña risita mientras le depositaba un beso en su cabeza, removió su cabello y recostó su cabeza en el espaldar tratando de averiguar si era momento o no para hablar de lo de anoche, cuando lo iba a hacer sunoo se adelantó y comenzó a hablar mientras veía hacía el frente, sunghoon podía ver perfectamente las muecas y caras que hacía mediante un pequeño espejo que descansaba en su escritorio.

—Escucha, no se que fue lo que dije anoche, ciertamente no se que digo la mayoría de las veces que abro la boca, pero.. no te lo tomes a mal, es solo que.. — se sentó y lo miro mientras que su mano seguía en su abdomen, no despegó la vista de ahí y su corazón comenzaba a bombear rápido al poder sentir su intensa mirada sobre si—. Fue raro, porque estaba negado a creer que eras tú, ni tampoco supe que decir porque fue algo... ¿sorpresa? El punto es que fue raro. ¿Bien?

y lo miro, entonces en ese mismo momento se dió cuenta que no era el mismo sunghoon de hace un par de años, ya no era el park sunghoon de diecisiete que solo pensaba en coger todo el tiempo y gozaba al ver a la gente detrás suyo, no, está vez era un park sunghoon decidido a hacer una sola cosa, a importarle tres mierdas quienes estaban interesados en él o no, solo podía tener ojos en alguien y no iba a hacer las cosas mal como lo supo hacer su yo adolescente porque ya no lo era, era un adulto y no podía seguir cometiendo errores a lo lejos, sus ojos se habían vuelto un tono mas claros, su nariz seguía igual de respingada, su cara estaba en un intermedio de igual y diferente, su cabello estaba medio largo y lo había pintado de un tono grisáceo casi como cenizas, sus cejas ya no eran un desastre y estaban perfectamente perfiladas, sus labios estaban un poco mas inchados que de lo usual y su cuerpo había crecido, quizá había ganado un par de kilos de mas pero era por la gran cantidad de masa y músculos que ahora tenía, no los había visto pero con tan solo tocar su cuerpo podía darse cuenta.

—Estoy extrañado por todo porque por muchos años pensé que me habías dejado y me habías olvidado como todas las personas habían hecho alguna vez conmigo, así que simplemente la soledad y el terror de que tu me hayas dejado invadieron mi cuerpo cuando me ayudaste aquella noche. ciertamente.. no estaba listo para volver a verte, ni mucho menos en aquellas fachas. Así que no pienses que no te quería ver o algo por el estilo, porque de algo si estoy seguro es que estoy cien por ciento seguro de que no es así. ¿Bien..?

𝘾𝙧𝙪𝙣𝙘𝙝. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora