los días pasaban mas rápido que de lo que pareciera y sunoo solo estaba enfocado en pasar el tiempo restante con sunghoon mientras que a su misma vez estaba comenzando a preparar las cosas para su último año de secundaria, sabía que este año iba a ser completamente diferente al año anterior; no solo porque está vez no iba a estar sunghoon sino que iba a volver a su rutina cotidiana de estar solo permanentemente, no porque nadie lo hablase sino que prefería mantener la distancia con sus compañeros y con el único que llegó a tener algún tipo de “amistad” fue con nikie, pero al fin y al cabo todo aquello se acabó y quién sabe si este año iba a ir a su mismo salón, las probabilidades eran nulas y estaba seguro que por ser el último año los iban a separar a todos como lo hacían todos los años, así que tampoco estaba tan preocupado de si se encontrará con algunos de ellos.
suspiró pesado por quinta vez mirando los cuadernos y lápices que permanecían con y sin nombres, estaban desparramados por todo el escritorio y su mochila estaba tirada a un costado de la silla gamer, iba a colapsar y siquiera habían empezado las clases ya.
la casa estaba completamente silenciosa y lo único que se lograba escuchar era la música baja que sonaba desde la bocina de su celular, el mini ventilador que tenía a milímetros de su cara y nada mas que eso.su celular comenzó a vibrar sin parar, se estiró tomando su celular y dejando el ventilador a un costado, bajo la barra de notificaciones viendo que eran mensajes de sunghoon, siendo de él si iba a contestar, además de que le pareciera raro de cierto modo su forma de hablar y porque le había mandado demasiados mensajes como para ser realista.
sungHoon ^^
te espero afuera de tu casa, iremos a un lugar.
sunoo,
sunoo,
sunoo,
creo que ya saben.
no lo se, tengo miedo.
¿estás ahí?
sunoo~
enserio necesito que me contestes ahora.
sus ojos se abrieron de par en par al ver los mensajes y su corazón comenzó a palpitar demasiado rápido, se paró rápido de la cama y salió mientras se terminaba de bajar la remera, bajo las escaleras de prisa y se puso las zapatillas lo mas rápido que pudo, ahora mismo estaba odiando a mas no poder sus botitas.
tomo las llaves y pudo ver como sunghoon ya estaba frente de su casa; sus pintas eran totalmente deteriorables y sus ojeras eran también cómplices de ello. llevaba una camisa olgada de un tono crema y unos pantalones anchos negros, revolvía su cabello varias veces y su impaciencia era realmente preocupable.
cruzo de prisa la calle y lo miro con el entre cejo notable, sunghoon abría y cerraba la boca varias veces sin poder decir ni una sola palabra.—Ah a la mierda. Ven conmigo.
lo tomo del brazo y comenzó a caminar, al principio parecía como si fuesen a un lugar sin rumbo, sin embargo al cruzar un par de cuadras comenzó a darse cuenta de dónde lo llevaba o bueno, eso pareciera.
las calles estaban vacías a esa hora de la tarde, pues el calor tampoco ayudaba del todo, sunoo trataba de seguir su paso acelerado y su cabello se hacía hacia atrás debido al viento que había aquel día en particular.la atmósfera era bastante tensa y incómoda como para ser entre ellos dos, pues desde la primera vez que se conocieron nunca, pero nunca hubo tensión entre ambos, entonces sunoo sabía a dónde iba todo esto.
los minutos sesaron como horas y los pasos de sunghoon se detuvieron haciendo que sunoo se estrellara contra su espalda, sobando su nariz se dio cuenta a dónde estaban; era el mismo puente que la semana pasada, estaba completamente vacío como la primera vez y solo pudo sentir como su respiración se volvía caótica, no quería escuchar lo que sea que sunghoon iba a decir.
al parecer esté se dio cuenta de lo que pasaba y lo tomo delicadamente de su mano y lo guió hasta un banco detrás de unos arboles, lo obligó a que se sentará ahí y él se sentó frente suyo mirándolo a los ojos, lo obligó a verlo y a cambio le dedicó una sonrisa de tranquilidad.