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la loca idea de volverse alguien mucho mas superficial era algo que lo atormentaba día y noche, o tal vez solo era porque no estaba del todo cuerdo y sabía que estaba a punto de cometer una locura mucho mas adrez.

—¿Una fiesta? — volvió a repetir la mujer frente a seonwoo, no estaba del todo de acuerdo con aquella palabra—. Ni lo pienses, Seonwoo. Hablo enserio.

—Pero ma..

—He dicho que no. ¿Acaso no sabes todo lo que puede pasar en una sola noche? No quiero que estés relacionado con miles de personas que ni conoces.

—De hecho si los conozco..

—¡He dicho que no! Seonwoo, entiende que esto es por tu bien.

—¿No serás tu la que piensa que ese ambiente no es para mí? Porque parece que si, mamá.

—Seonw..

—No mamá, enserio, voy a cumplir 16, se supone que tengo que ser feliz pero tu me privas de todo. ¿Por qué?

—Porque no quiero que nada te pase.

—¡Pero no voy a estar solo! Sunghoon va a estar en esa fiesta.

—Por favor, deja de hablar.

—¡Mamá yah! Deja de ser tan cerrada con todo.  — mascullo con el entre cejo fruncido—. No cometeré ninguna locura. Es enserio.

—Pero ni tu ni sunghoon son mayores de edad.

—Pero Sunghoon sabe como cuidarse, mamá. Él prometió cuidarme. Lo digo enserio.

no recibía ninguna respuesta por parte de su madre, no sabía en qué momento la atmósfera se había vuelto algo incriminante, pensaba que si seguía un minuto mas bajo la mirada de su madre, iba a morir sin siquiera haber experimentado demasiadas cosas.

—Seonwoo yo.. — se quedó callada unos segundos que parecieron eternos, sus ojos volvieron a ser normales solo que esta vez había una pizca de preocupación—. ¿De verdad no harás nada malo?

—Lo prometo.

—Pero no llegues demasiado tarde, ¿de acuerdo?

—Si mamá, lo juro.

siseó emocionado.

sabia que tarde o temprano iba a tener que enfrentar cosas que en su vida había hecho, número 1: una fiesta.
no le aterraba del todo, porque después de todo allí iba a estar sunghoon, además, tampoco es que vaya alguien que no conociese, porque seonwoo conocía a la mayoría de las personas que vivían en ese establecimiento. así que por el momento nada le estaba pareciendo raro, al menos no en estos instantes en dónde estaba a punto de lanzarse por la ventana, ilogicamente por supuesto, pero una pequeña parte de él estaba por explotar.

se tiró a la cama divagando en su techo con las mil pegatinas que había pegado cuando era chico, sabía que tarde o temprano se iba a arrepentir por hacer tal cosa, ¿pero quién lo iba a culpar? si solo tenía cinco años. maldición estaba tan perdido en su mundo que había olvidado por completo que en unos días iba a ser su cumpleaños, pero siendo realistas a sunoo nunca le divirtió hacer algo sorpresivo, no mejor dicho, odiaba las sorpresas.

se puso de pie tomando la ropa que se iba a poner para colocarsela lentamente mirando una sería sin sacar su mirada de encima del tele, al cabo se dio una ojeada al espejo que tenía a un costado de su cama deduciendo que estaba perfectamente vestido. trago seco al ver por la ventana como sunghoon llegaba a su casa, no podía evitar no ponerse nervioso. por primera vez en mucho tiempo odio la parte de ser él quien lo tenga que atender.

𝘾𝙧𝙪𝙣𝙘𝙝. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora