—¡¡¡KUMIKO!!! ¡¡¡DESPIERTA!!! ¡¡¡DESPIERTA!!!
—¿¿¿QUÉ???
Kumiko cayó de la cama del susto. Sobándose el trasero y aún medio dormida, se agarró de las sabanas y se arrodilló.
—¡Mierda! ¿Me quieres matar de un susto, Chang? Y justo estaba soñando con Zack Efron...
—¡Kumiko! ¡Kalev no llegó a casa! Ya tiene tres días que no sabemos nada de él, y tú como si nada... ¿Qué no te preocupa? ¿Y si le pasó algo?
La bruja se levantó del piso, e ignorando al niño se fue al baño a arreglarse. Pero Chang la siguió. Mientras esta se cepillaba los dientes siguió tocándole el tema.
—¡No puedo creer que no te importe! Kalev siempre regresa, borracho o sin dinero y muerto del hambre, pero regresa. Pero este es el tercer día que no sabemos nada de él. ¿Y si le hicieron algo malo?
Kumiko se enjuagó la boca y le respondió molesta:
—¿Está muerto, Chang?
—Pues...no. —Le respondió el niño.
—¿Y si muere tú te enterarías? ¿Cierto...? —Le preguntó Kumiko.
—Si, claro que lo sabría. ¡Pero eso no significa que esté bien! Puede estar herido, o quizás encerrado, ¡secuestrado! Pudieron haberle hecho algo muy, muy malo.
Kumiko, ya fastidiada de Chang, comenzó a regañarlo:
—¿Sabes quién le va hacer algo MUY MALO? ¡Yo! ¡Si se atreve a regresar aquí sin mi dinero lo voy convertir en una alfombra! O quizás me haga un abrigo y un bolso de mano con su pelaje, como la loca de los 101 Dálmatas. ¡Por eso es que no ha regresado! Kalev sabe muy bien que estoy furiosa con él por atreverse a robarme...
—No te robó, el dijo que tomó "prestado" el dinero de la caja registradora.
—¡NO LO DEFIENDAS! ¡Es un ladrón! ¡Un sinvergüenza! ¡Un bueno para nada! ¡Un inútil saco de pulgas! Sólo he perdido mi tiempo cuidándolo todos estos años, ¿para qué? ¿Para que termine robándome?
Kumiko salió del baño de vuelta a su habitación. Fue a su armario para escoger algo que ponerse, pero antes de quitarse la pijama; volteó hacia el niño:
—¿Qué no me vas a dejar "privacidad"? ¡Largo! ¡Vete a molestar a otra parte!
Chang suspiró decepcionado. Al parecer Kumiko todavía estaba demasiado molesta con Kalev, como para preocuparse en serio por él.
***
Esa mañana, Noah se quedó dormido. Estuvo hasta tarde viendo TV pendiente de darle a su nueva mascota, su dosis de antibióticos y analgésicos cada 6 horas. Pero siendo lunes, tenía que levantarse a las 6:30 ya que su primera clase era a las 7:20 de la mañana. Su madre tocó la puerta al ver que aún no había bajado a desayunar.
—¡Noah! ¡Noah! Hijo, ¿ya te alistaste? Son casi las siete, tu desayuno se enfría.
—¿Pero...? ¿Qué...?
Apenas abrió los ojos, Noah sintió un peso enorme encima. Amaneció en muy mala posición, y al parecer alguien se había apoderado de sus almohadas y de casi toda su cama.
—¿Toby? Pero... ¿Qué haces aquí en mi cama?
Noah tuvo que hacer un esfuerzo grande para mover a Kalev quien dormía a pata suelta en su cama. Este, se despertó aún un poco adolorido y de pésimo humor:
~¿Qué? ¿Ya es hora de levantarnos? ¿Por qué mierdas te levantas tan temprano? Yo mejor me quedaré acá durmiendo un rato más... Quizás hasta la una o hasta las tres de la tarde. ¡Despiértame cuando me traigas la comida!
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"El Abrazo de la Luna" - Historias de Lobos
WilkołakiADVERTENCIA Esta historia contiene: *Licantropia. *Relaciones homosexuales. *Incesto. *Una "pizca" de GORE. *Humor negro. *Muerte de personajes. *¿Omegaverse? Su lectura puede causar ADICCIÓN. Léala bajo su propia responsabilidad. "El Abrazo de la L...