SERGUEIV Y DIMITREI -1° Parte-

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Ciudad de Tallin, Estonia. 10 años atrás.

—¡No puedes hacerme esto! ¿Cómo que te vas? ¿Y qué con tu deber con tu manada? ¿Y qué del legado de nuestro padre? ¡Eres un Alfa Valge! ¡No puedes simplemente ignorar eso y darle la espalda a los tuyos!

—¡Seriozha!

—¡No me llames así! ¡Esto no es un juego, Mijail! Es hora que sientes cabeza, que dejes de pensar en tonterías y madures de una vez por todas. Tu manada te necesita, yo te necesito, no puedes dejarme solo con toda la responsabilidad.

—Yo no soy un líder, Seriozha. No soy lo que esperan de mi, lo siento. No puedes pedirme que sea lo que no soy.

—¡Eres un alfa!

—¿Por qué? ¿Por qué así me designaron? ¿Por qué soy hijo de Nikolay? Bien, podría ser un omega...o simplemente ser "nadie". Los Valge necesitan a un líder, y ya te tienen a ti.

—Pero yo no puedo solo con toda la carga, además, en mi situación, tomar un omega es un riesgo, y si me descubren puedo perder todo lo que me ha costado años y el esfuerzo de muchos por sostenerme donde estoy.

—¿Entonces no vas a engendrar una cría? Sergueiv, tú eres el vivo reflejo de nuestro padre, tú eres el mayor y si alguien es un verdadero alfa, ese eres tú.

—Pero los ojos de muchos están sobre mí, los medios me acosan, los enemigos políticos no dejen de buscar alguna oportunidad contra mí. He alcanzado una muy importante posición y los ancianos saben que podré postularme para ser primer ministro en un par de años. ¿Sabes lo que eso significaría para nuestro clan? Necesitamos esa cuota de poder en el mundo humano, eso nos beneficiaria mucho, no sólo a nosotros, sino a muchos licanos que vienen a refugiarse a nuestro país.

—Pero...tú linaje...

—"Nuestro linaje", Mijail. Aun quedas tú. Los ancianos te han elegido, eres joven, fuerte y tienes la supremacía de un poderoso alfa en tu sangre. Juntos, llevaremos este clan a la inmortalidad y extenderemos la visión de nuestro padre. Tú tendrá ese heredero que necesitamos y así nuestro linaje seguirá vivo.

Mijail guardó silencio, pero aun así no cambiaría su posición. Apenas tres días después, abandonó el país con rumbo desconocido, y no se comunicó con su hermano, sino semanas después, desde otro país, en otro continente:

—Lo siento...

—¿Lo sientes? ¡¡¡Yo te haré sentirlo cuando te ponga las manos encima!!! ¡Regresa ahora mismo, Mijail!

—¡No voy a regresar! Ya te lo dije, no soy lo que ustedes esperan, y no seré algo que no soy. Sólo quiero vivir mi vida en paz.

—¡Eres un maldito egoísta! ¡Un lobato inmaduro y malcriado! ¡Mereces la muerte por traicionar de esta forma a nuestro padre y a nuestro clan!

—¡Bien! Ya te das cuenta que no soy el alfa que esperan. Sergueiv, tampoco es justo que te sacrifiques por todos, tú eres el alfa; debes seguir el legado de nuestro padre. ¿Quién mejor que tú para engendrar su descendencia.

—¡Vuelve inmediatamente o iré por ti!

—No estoy en el país, me fui; a un lugar donde tu poder no puede encontrarme. Estoy bien, tengo suficiente dinero en efectivo y puedo buscarme un trabajo. Me inscribiré en el próximo semestre en una universidad local, y con algo de suerte me irá bien...Te estaré escribiendo...o llamando. Te amo, hermano. ¡Que la luna ilumine siempre tu camino!

—¡¡¡Mijail!!!

Sergueiv lanzó el teléfono al piso y este se desarmó saliendo sus partes disparadas por todo el suelo del despacho. Estaba furioso, al punto que le costaba controlar su ira que casi lo lleva a un estado bestial. Cuando escuchó los golpecitos en la puerta, respiró profundo y trató de contenerse.

"El Abrazo de la Luna" - Historias de LobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora