CAMERON Y JACOB (III)

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—¿Y tu ayudante? ¿Ya se hartó de tus regaños?

—No ha llegado. Jacob suele ser muy puntual, incluso llega mucho antes que yo al taller. A veces hasta me hace pensar que duerme aquí...—Le respondió Cameron a su Jefe y amigo.

Cameron estaba muy preocupado por el retraso de Jacob. Igual tuvo que ponerse a trabajar solo, para no incumplir con las entregas.

Los últimos días Jacob había tenido muchos problemas con su padre: Este quería que su hijo se olvidara de sus ideas de independencia, y de seguir sus "absurdos" sueños de ser músico. Quería que cumpliera su propósito en el clan de ser el omega de uno de los líderes alfa.

Por supuesto que el único que apoyaba las ideas de Jacob, era Cameron. Y su cercanía con el omega ya le estaba trayendo muchos problemas con el resto de los alfas.

En los clanes numerosos como los Pruun, sólo los alfas más destacados y con mayor liderazgo, tenían el derecho de tomar un omega y reproducirse. El resto de los machos eran considerados "betas", o sea: alfas sin liderazgo, meros servidores.

Cameron había sido marginado a ser un beta. Por su carácter fuerte y obstinado, se había ganado el desprecio de los demás alfas. El linaje de Cameron había sido de los principales en el clan de los Pruun; pero una vez que su padre envejeció y enfermó, los alfas líderes de otras manadas degradaron a su descendencia. Su hijo terminó siendo un lobo beta más del clan, un despreciado en su manada.

Pero Cameron no era para nada sumiso, y menos de los que agachara la cabeza ante los otros alfas que no le inspiraran respeto. Así que su permanencia en la manada pendía de un hilo.

Su amigo Nelson era uno de los ancianos del clan, y él que no permitía que tocaran a Cameron. Pero aun así, desde que Jacob parecía mostrar interés en el beta; la animadversión hacia Cameron creció entre los alfas líderes; sin que Nelson pudiese protegerlo.

—Cameron, tienes que cuidarte. Sé que quieres ayudar a Jacob, él es un lobato de buen corazón, que lamentablemente está en una posición difícil. Pero pisas terreno muy peligroso, si tratas de alterar el orden del clan.

—¿Cuál orden? ¿En serio hay un orden en este clan? Yo sólo veo injusticias y mucha soberbia. A nuestro alfa líder sólo le importa el dinero y el poder, en ningún momento se preocupa por el bienestar de su clan, ni de su manada, ni siquiera de su hijo. Muchos Pruun honestos y trabajadores han sido expulsados de esta manada sólo porque no le son "rentables" al clan. Ahora, si tienes dinero, ¡seguramente vas a ascender en el liderazgo! ¡Tendrás muchos beneficios!

—Cameron... ¡Baja la voz! ¿Quieres de verdad que te expulsen del clan? ¿Sabes lo que significa ser un "lobo exiliado"?

—¿Qué...? ¿Se puede estar en peor posición?

—¡Si, Cameron! ¡Se puede estar muerto! ¡Así que cierra la boca y escúchame! —Su amigo se acercó a él y le habló al oído— Sé que amas a Jacob, pero en este lugar no podrán ser felices. O te olvidas de ese omega, lo cual sería lo mejor... O... prepárense para huir. ¿Me entiendes? ¡Llévatelo lejos! Donde nadie sepa quiénes son y puedan ser libres. Pero mientras tanto, mantén la boca cerrada y ya no te metas en más problemas, Cameron. ¡O no podré protegerte más!

Cameron bajó la cabeza ante su amigo. Se calmaría, y tal como le aconsejó Nelson, se prepararía para huir con Jacob.

***

Muy en la noche, cuando casi todos los empleados del taller se habían marchado; Cameron aún trataba de adelantar trabajo para el día siguiente.

La ausencia de Jacob le había atrasado mucho, ya que ahora tenía toda la carga de trabajo él solo. Pero en especial comenzaba a angustiarse, ya que no tenía forma de saber qué le había ocurrido al omega, o si este necesitaba ayuda.

"El Abrazo de la Luna" - Historias de LobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora