"El Abrazo de la Luna" - Historias de Lobos

ANTHONNY Y ELI (IX)

 —Doctor Grant...

Cuando Anthonny llegó a su unidad, se topó con una visita muy inesperada: El doctor Simon Thompson, medico genetista y jefe de la Unidad Científica-Genética de la Universidad de Kingside; una unidad médica creada y exclusiva del clan Haller.

—Doctor Thompson, ¡Vaya sorpresa! ¿A qué debo su visita?

Anthonny se acercó a él y le estrechó la mano. El doctor Thompson le saludó con mucho respeto, pero su semblante era bastante serio.

—Necesito tratar un asunto bastante delicado con usted, colega. Uno que tiene que ser tratado con sobrada...discreción. —El doctor enfatizó esto viendo a los humanos a su alrededor.

—¡Por supuesto! Comprendo, permítame dirigirlo a mi consultorio.

Anthonny llevó a su colega hasta su lugar de trabajo y una vez allí, cerró la puerta con seguro y se sentaron a conversar.

Lo primero que hizo el doctor Thompson fue extenderle unos archivos, que trajo en un portafolio cerrado, que traía un sello distintivo de los Hallers.

—Doctor Grant: Usted solicitó que se realizara un perfil A23 a unas muestras de ADN de un individuo licano...

Al escuchar eso, Anthonny respiró profundo y se pasó la mano por la frente con no poca frustración. Era de esperarse que los resultados de las pruebas que él mandó a realizarle a Eli, trajeran repercusiones. Y esto era un asunto demasiado delicado como para que pasara desapercibido por las autoridades médicas Haller.

—Doctor Thompson, sé por qué está aquí, y sé que va a pedirme; pero no puedo revelar la identidad del individuo. Me he comprometido con preservar su vida.

—¿Vida? ¿Qué clase de vida? ¡Es un verdadero "milagro" que se individuo siga vivo! —Le espetó su colega muy molesto—Lo que usted ha cometido no sólo es una violación a nuestras normas médicas y éticas, sino también a nuestro código de honor Haller: ¿Por qué no reportó este caso a nuestras autoridades?

—Se lo he dicho: ¡Necesito proteger a este paciente! Estoy dispuesto asumir toda la responsabilidad en este caso, y enfrentar las consecuencias.

Al escuchar a su colega, el doctor Thompson decidió calmarse. Había ido en persona a entrevistarse con el doctor Grant con un propósito: tratar de comprender por qué alguien como él se involucraría en este caso.

—Necesito esos resultados...—Anthonny le habló con autoridad. Aunque dentro de sí, se sentía muy desesperado.

Thompson se acercó a Anthonny y le extendió los resultados:

—¿En dónde está este paciente?

—No está aquí. Pero está bien, en su hogar. —Le respondió Anthonny.

Entonces mientras revisaba los resultados, Anthonny se paralizó.

—¿Qué...? ¿Esto...?

—Eso es lo que me trajo hasta acá, doctor Grant: Nunca había visto algo similar a esos resultados. Busqué registros de casos de anomalías genéticas, y no existe nada similar. Y que este individuo haya vivido hasta el día de hoy, no tiene explicación.

Anthonny leyó en silencio el resto del informe de los resultados. Caminaba en círculos frente a su colega. Incluso volvió a leer de nuevo desde la primera página, y revisó nuevamente las lecturas del ADN de Eli.

—¡Esto no es posible! Esto...

—Tiene que reportar este caso, doctor Grant. —Le comentó el doctor Thompson.

—Espere... ¿Usted no...?

—No. No lo he reportado. Cuando me trajeron estos resultados, pedí discreción. Sabía que usted había hecho la petición, y aunque no incluía todos los datos requeridos; no la negué. Pero debo decirle, doctor Grant; que el individuo que pretende proteger no vivirá por mucho tiempo: Su organismo apenas puede sobrellevar toda esta carga de proteína; es un gran desequilibrio y es lo que afecta su sistema nervioso, de ahí las convulsiones. Sin importar el tratamiento que quiera experimentar en él, sólo le dará un alivio muy temporal; ya que su problema es estrictamente genético: Su ADN de lobo y su ADN humano, no son compatibles en lo absoluto.