DEVON, ALEXEI Y DECLAN (2º Especial)

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—Tienes unas bolas muy grandes, o simplemente comienzas a reconocer tu derrota; si te has atrevido a venir hasta acá...

—Y tú, siempre tan "religioso"... ¿Qué le pides a la diosa? ¿Larga vida y muchas victorias para tu alfa?

Alexei comenzó a gruñir furioso, su piel se erizó y unas largas garras se formaron en sus manos; pero Declan no sintió temor, se acercó un poco más a su hermano.

—¿Qué es lo que quieres? —Le preguntó Alexei a punto de transformarse.

—Hablar...

—¡Tú y yo no tenemos nada de qué hablar, Declan! Has asumido un riesgo muy grande al presentarte ante mí.

—Lo sé, pero escucharás lo que tengo que decirte, así que cálmate, hermano.

Alexei se tranquilizó, no se transformó. Se mantuvo en su apariencia de hombre, intrigado por la inesperada aparición de su hermano Declan ante él.

El mayor de los Ulrika ofrecía un sacrificio a la diosa luna. Durante seis días había cumplido con el ritual, este era el último sacrificio. Lo ofreció en un valle en donde había un altar de piedra antiguo. Declan conociendo sus costumbres, le esperó allí y le sorprendió.

—¡Di lo que has de decirme antes de que corte el cuello! —Le gritó Alexei.

—Vengo a proponerte un trato, hermano.

—¿Tú me propones un trato? ¡Vaya! ¿No se supone que ofreces un trato cuando estás en una mejor posición? Devon ha ido diezmando tus fuerzas, son muy pocos los que aún te son fieles y has perdido territorio y recursos. ¿Qué te quedan? ¿Un puñado de lobos y algunas pandillas de humanos? Has perdido el liderazgo del clan, e incluso de tu manada... ¿Y vienes a proponerme un trato? ¡No tienes nada que ofrecerme, Declan!

Declan se echó a reír.

—Te diré que tengo que ofrecerte, Alexei: ¡Tu dignidad! Si, Devon se ha apoderado del liderazgo del clan, de territorios y recursos; y sé que los lobos le idolatran creyendo su tonta visión fantasiosa. Pero tú y yo sabemos que él no merece ser el líder: Devon es débil, no tiene el coraje suficiente para liderar a los Lihunik, le falta mucho odio; le faltan agallas y una gran dosis de impiedad. ¿En qué va a convertir a los nuestros? ¿En Pruuns de pelaje rojo? ¿Y qué me dices de ti? ¿Estás feliz de ser el omega de ese líder? Alexei, eras el mejor de los nuestros, todos te temían y admiraban; pero ahora... ¿Quién eres? Devon te robó todo, incluso tu vida que ya no tiene valor ni sentido. Pasaste a ser un lobo digno de lastima...

—¡Cállate! ¿Acaso quieres que te demuestre lo que aun puedo hacer? ¡Te arrancaré la cabeza de un solo golpe!

—Si te unes a mí, yo te ayudaré a recuperar algo de tu gloria pasada...—Declan se acercó mucho a Alexei y le extendió la mano— No tienes porqué vivir bajo esa humillación a la que te sometió Devon. Podemos acabar con él, y salvar a este clan de toda esta deshonra a donde nos ha llevado ese tonto cachorro.

—¿Quieres que traicione a Devon? Ante el clan es mi alfa, no puedo trasgredir eso. —Le respondió Alexei.

—¿Entonces te has resignado a ser su omega? ¡Qué patético eres, Alexei! ¿Bajarás así tu cabeza ante ese indigno? ¿O es que ya te ha gustado ser su perra, y te preparas para parir a su heredero?

Alexei gruñía y apretaba los puños. Cada palabra de Declan le hería en lo más profundo. Odiaba a Declan, pero más odiaba a su hermano Devon y las palabras de Declan sólo metían el dedo en su llaga.

Al verlo dudar, Declan siguió lastimando su orgullo herido:

—¡Tú sabes que lo que digo es cierto! Devon es un miserable gusano que no merece liderar a los Lihuniks. Y tú, lo has perdido todo, y quienes antes te adoraban ahora te ignoran, sólo inspiras vergüenza y derrota.

"El Abrazo de la Luna" - Historias de LobosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora