"El Abrazo de la Luna" - Historias de Lobos

MIJAIL Y SAMUEL -1º Parte-

10 años atrás...

—¡Hola! Creo que...deberíamos beber un café. ¿Estás disponible ahora?

—¿Qué dices...?

Samuel Hunter miraba con recelo al rubio frente a él. Sabía que era otro hombre lobo y también reconoció a qué linaje pertenecía. Toparse con otro de su especie en la universidad, ya era bastante riesgoso; pero encontrarse a uno del clan de Valged Hundid, del primer Orden, le resultaba muy peculiar.

—Te pregunté si querías beber un café. Aunque sea de la máquina que está en la facultad de ingeniería. ¿Vamos?

—Lo siento, no me interesa. —Le respondió Samuel al rubio de forma seca.

Cuando fue a darle la espalda, este le sujetó del brazo y le detuvo; lo que hizo que Samuel lo tomará como un gesto de agresión:

—¿Qué demonios quieres? ¡Déjame en paz!

—¡Hey! ¡Espera! No quiero agredirte, sólo quiero que nos conozcamos. Mira, encontrar a otro como yo aquí me ha sorprendido, sólo espero que seamos amigos.

—¡No me interesa! Sigue tu camino y no me molestes.

Samuel se dio vuelta nuevamente y se alejó del rubio. No le parecía conveniente estar cerca de otro lobo y menos de una jerarquía de alto nivel.

En cambio, Mijail Koslov suspiró decepcionado por la actitud de este, pero no se daría por vencido, volvería a buscarle conversación al siguiente día. No sólo se sentía feliz de haber encontrado a otro de su especie allí, sino que le llamaba muchísimo la atención ese ejemplar tan varonil y hermoso. Como todo un alfa dominante no se rendiría tan fácilmente ante este, aunque pudo notar que posiblemente se había encaprichado con otro alfa, por lo que no sería nada sencillo de conquistar.

—¿Y cómo está todo por allá? ¿Te has adaptado bien a la vida lejos de casa?

—¡Todo menos a la comida! ¡Es horrenda y poco nutritiva! Aquí la carne es procesada, casi sintética y muy magra. ¡Cómo extraño un inmenso filete a medio cocer!

—Tú quisiste salir del país para "conocer mundo", ¡pues ahora te aguantas!

Mijail hablaba por teléfono con su hermano mayor Sergueiv Koslov, el cual se mantenía, debido a su cargo y responsabilidades, en su país natal: Estonia. Ambos eran Alfas, de una jerarquía y clan muy importantes dentro del orden de su especie. Pero Mijail a diferencia de Sergueiv era un alma libre, y tendía a huir de sus compromisos con su clan. Por eso usó de excusa el estudiar en el extranjero como una vía de escape de las imposiciones y obligaciones a los que estaba encadenado debido a su linaje.

—No creerás lo que pasó: Encontré a otro Licano aquí.

—¿Uno de nosotros? ¿En el lugar donde estás?

—¡Sí! ¡Aquí mismo en la universidad! Capté su olor hace unos días de forma casual, me lo tropecé en el gimnasio múltiple y en un momento él no supo qué hacer, sólo se alejó de mí. Pero así como yo pude olfatearlo, estoy seguro que también me notó y sólo se hizo el que no.

—Quizás sea un perro, Misha. 

—¡No! ¡No es un perro! Es un sangre pura, pero no sé de qué linaje será. ¿Podrías...?

—¡No! ¡Aléjate de él, Misha! No sabes a qué clan pertenece, podría ser de los Lihunik, y podrías estar en peligro.