"El Abrazo de la Luna" - Historias de Lobos

SERGUEIV Y DIMA -4° Parte-

Unas noches antes...

—¿Estás seguro que Sergueiv no está engañándote? ¿No te parece extraña la "desaparición" de Mijail? Creo que todo este asunto de la ausencia de tu hermano es un simple y patético plan de Sergueiv para quedarse contigo.

—¡Creo lo mismo! Pero no pienso tragarme su anzuelo, Nikola. No voy a entregarme a él, NO es mi alfa... ¡Y ni siquiera me gusta! Es un lobo amargado, viejo, fastidioso y muy prepotente. Ni siquiera es atractivo, se la pasa demasiado tiempo con humanos y creo que se le ha olvidado lo que es ser un verdadero macho licano. Yo fui preparado para ser el omega de un líder real, de un macho que llevara la supremacía de mi linaje a otro nivel. Quiero un alfa que sepa su lugar y que realmente sea imponente y digno de seguir. Un lobo en celo cualquiera no me impresionará.

—Realmente sabes lo que quieres, ¿No es así, Dima? —Le preguntó Nikola con una sonrisa en los labios.

—Sólo estoy consciente de quién soy y de mi destino... —Le respondió el joven con orgullo.

Dimitrei Koslov pasaba la noche en un conocido nightclub local bebiendo unas copas y pasándola bien. Nikola Záitsev, uno de los alfas del clan Valge, le acompañaba. Este estaba como hechizado con la belleza y el carácter del omega Koslov; pero sabía que no le sería fácil conquistarlo:

—Dima, yo sé lo que vales. El alfa que te tenga tendrá que demostrar de qué está hecho. Ciertamente, tú eres el omega de un líder licano, de uno que cambiará el destino no sólo del clan Valge, sino de toda nuestra especie. Por eso estoy convencido que no debes estar con Sergueiv Koslov, él ya no nos representa; se ha vendido al mundo de los humanos y es un alfa patético y débil. Necesitamos un cambio en el liderazgo con urgencia.

—¿Acaso estás conspirando contra tu líder, Nikola? Él es el alfa principal del clan, le debes sumisión y respeto. —Le comentó Dima con sobrada sorna.

—Pues ya que estamos siendo sinceros...—Nikola se acercó de forma provocadora a Dima y acarició su rostro— Si estoy conspirando contra tu hermano mayor. Necesitaba una buena razón para desafiar su supremacía, y tú me la has dado. Te deseo, Dima. Y por ti soy capaz de enfrentar lo que sea.

—¿Tú enfrentarías a mis hermanos? Si Mijail aparece...

—No creo que aparezca, Dima. Mijail o se largó a vivir su vida rebelde bien lejos, o tu hermano mayor se deshizo de su principal rival. Y en cuanto a Sergueiv sólo representa un liderazgo débil y anticuado. Es un lobo viejo que sólo vive de su apellido. El clan Valge necesita un líder determinado, fiero y verdaderamente fuerte. ¡Tú lo has dicho! Y yo puedo demostrar que soy ese alfa que el clan necesita.

—Entonces... Si yo te diera mi apoyo, ¿eso no te allanaría el camino para que el resto de los alfas se pongan de tu lado? ¿Es lo que buscas realmente?

—No, es sólo una consecuencia que al final nos beneficiaría a todos.

—¿Quieres hacerme creer que tenerme como omega es tu propósito principal?

—¿Y por qué no? Creo que no soy el único macho alfa de este clan que te desea, y si algo tiene valor no es fácil de conseguir, hay que arriesgarse y pelear...

Dima sonrió complacido y henchido de orgullo. Se alimentaba de la admiración que producía en los alfas, y le era sumamente satisfactorio seducirlos. Podía oler el celo activo de ese macho joven y atractivo a su lado, pero sabía que no podía dejarse arrastrar a copular con cualquier macho por simple placer; tenía que ser más racional al respecto.

—¡Llévame a casa! Es tarde y estoy cansado. —Le ordenó, Dima.

El alfa obedeció, pagó la cuenta y se dirigió con Dima a la salida del local. De allí le llevó en su auto hasta la entrada de la residencia de los Koslov. Antes de salir del auto, Nikola sujetó a Dima y trató de besarlo, pero este le esquivó con no poco desprecio.