Mi nombre es Grayson Hunter, tengo dieciséis años y hasta hace unos días mi vida era de lo más común y aburrida. Si me preguntan no soy el "nerd" de la clase, tampoco el "atleta popular" que atrae a todas las chicas; soy un simple estudiante de preparatoria con notas regulares, amigos dentro de los parámetros de lo normal y trato de sobrellevar las cosas sin estresarme demasiado. Siempre pensé que mi familia era de lo más típica y convencional: Mi papá es un tipo tranquilo, mi mamá es siempre muy dulce y servicial; mi abuelo es un tipo gracioso que todos quieren y del resto. ¡Nada especial!
Pero cuando se acercaba mi cumpleaños, noté algo de tensión en casa. Pensé que era porque me acercaba a la mayoría de edad y por ser hijo único, mis padres se sentirían algo deprimidos cuando me tocará irme de casa por motivos de la universidad. Pero estaba realmente equivocado, la verdad...aún no puedo asimilarla:
—Grayson, ¡eres un hombre lobo! —Me dijo mi padre con una gran sonrisa y sudando muy nervioso.
—¿Qué...?
—¡Lo que escuchaste! Tú eres un hombre lobo, como yo y como el abuelo. Sé que es un poco difícil asimilarlo al principio, pero luego te adaptarás y hasta verás que tiene su lado divertido.
Esa noche, después de cenar, mi madre me dijo que no me fuera a mi habitación, que necesitaban hablar conmigo reunidos "en familia". Pensé que hablaríamos sobre mi fiesta de cumpleaños, pero nunca, jamás, ni en un millón de años me imaginé que mis padres me saldrían con semejante noticia. Obviamente, pensé que estaban tomándome el pelo, o algo así:
—Papá, no entiendo la broma. Quizás si lo hubiera dicho mi abuelo me parecería más gracioso, disculpa.
—Grayson, no es broma. Eres un hombre lobo, y es hora que conozcas todo lo que eso implica: las normas que nos han permitido existir hasta estos días, tus nuevas responsabilidades y las cosas de las que debes cuidarte de ahora en adelante...
—Papá... No me estoy riendo. Si me disculpan, debo ir a conectarme al Skype, le dije a mi novia que la ayudaría con su tarea de inglés.
Yo fui a levantarme de la mesa, pero entonces mi abuelo se levantó de su asiento, se acercó hasta mí y con una fuerza que no sabía que tenía, me sujetó por el hombro y me sentó como si fuera un muñeco de trapo. Volteé hacía él muy sorprendido y casi muero del susto cuando noté que sus ojos eran amarillos, casi resplandecientes.
—¡Siéntate ahí tranquilo y préstale atención a tu padre!
—¡Ay Jesucristo! ¿Qué mierda tienen tus ojos?
—¡Grayson! ¡Estamos en la mesa! Nada de malas palabras aquí...—Me regañó mi mamá.
—¡Mamá! ¿Qué no ves los ojos de mi abuelo? ¿Qué le pasó? ¿Le va a dar cataratas o algo así?
Mi abuelo se golpeó al frente algo frustrado por mi incredulidad.
—¿Qué te acaba de decir tu papá, muchacho lento? ¡Somos hombres lobo! Tu padre, yo y tú lo eres también. No ha sido muy sencillo ocultarte quienes somos en realidad, queríamos que tuvieras una infancia común y corriente. Pero ya ha llegado el momento de que comprendas quién eres en realidad y lo aceptes.
Mi abuelo me sonrió luego de esas palabras y mi padre, aunque algo nervioso, parecía sentirse orgulloso de que al fin podía decirme la verdad. Yo aún pensaba que eso no podía ser cierto, que era alguna clase de "broma familiar" o no sé qué experimento social, pero era totalmente ilógico lo que me decían. Entonces me eché a reír y decidí seguirles la corriente:
—¡Bien! ¡Bien! Entonces... ¿Soy un hombre lobo? ¿Cómo los de las películas? ¿Cómo "Teen Wolf" o algo similar? ¿O quizás algo más sombrío como los hombres lobo de "Underworld"?
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"El Abrazo de la Luna" - Historias de Lobos
Hombres LoboADVERTENCIA Esta historia contiene: *Licantropia. *Relaciones homosexuales. *Incesto. *Una "pizca" de GORE. *Humor negro. *Muerte de personajes. *¿Omegaverse? Su lectura puede causar ADICCIÓN. Léala bajo su propia responsabilidad. "El Abrazo de la L...