—¡Vaya! ¡Menuda borrachera se tiró! Ni llegó a la cama...
—¿Tiene la cara...magullada? ¿No será que lo golpearon?
—¡Con lo único que se pelea mi tío es con el aguardiente! ¿No ves que está hediondo a licor?
Will no dejaba de observar con preocupación los golpes en la cara de su Jefe Cameron, el cual estaba tirado roncando en la entrada de la casucha.
Jason le movía con el pie para despertarlo, pero este seguía profundamente dormido. Hacía unas pocas horas se había enfrentado borracho y bien salvaje a los lobos rojos que molestaron al Jumalik. Agotado por la pelea y con mucho alcohol en el cerebro, Cameron apenas logró llegar a la chatarrera, y cayó rendido en donde mejor pudo hacerlo.
—No puedo dejarlo aquí tirado, en media hora se supone que abrimos, y hoy vienen unos clientes a retirar unos repuestos. ¡Vamos, Will! Ayudame a arrastrar este saco de pulgas a su cama...
Jason y Will sujetaron primero los brazos del mayor para tratar de levantarlo, o de arrastrarlo, pero Cameron era un lobo bastante alto y aunque no lo aparentara, su cuerpo era pesado como el concreto.
—¡Mierda! ¡Que está bastante pesado el jefe! —Will no era muy fuerte que digamos y para él era como arrastrar una estatua.
Mientras arrastraban al pobre Cameron, este despertó; y lo primero que hizo fue sacudirse y empezar a gruñir muy molesto.
—¡QUÉ MIERDA ESTÁN HACIENDO! —Les gritó.
Will, muy aterrado le soltó:
—¡Fue idea de Jason! ¡No me coma, jefe!
—¡Oh! ¡Al fin despiertas! ¿Qué querías? ¿Dejar que los clientes te vieran tirado y roncando en la entrada? La próxima vez que te emborraches al menos intenta llegar a tu cama...—Le respondió Jason.
Pero Cameron igual le golpeó la frente.
—¡Aooouch! ¿Por qué me golpeas?
—¡Por idiota! —Le respondió Cameron mientras se levantaba del piso y se sacudía el polvo. —Me iré a dar un baño y ponerme el uniforme para empezar a trabajar. ¿Ya abriste el portón?
—Si, sólo me faltaba quitar el maloliente saco de pulgas que estaba atravesado en la entrada...—murmuró Jason entredientes.
—¿¿¿QUÉ DIJISTE???
—Que iré a prepárarte un poco de café, tío...—Disimuló Jason que aún se sobaba la frente del golpe que recibió.
Pero mientras hablaban, un ruido atrajo la atención de Cameron: Les hizo una seña a los muchachos para que guardaran silencio y dio unos pasos, entonces trató de escuchar con más atención y fue cuando reconoció el sonido de muchas motocicletas que se aproximaban a la chatarrera. Cameron se aterró:
—¡Jason! Ve de inmediato a la ofician y toma la llaves de la camioneta. ¡Sal de inmediato de aquí con Will!
—¿Qué...? Pero... ¿Qué pasa? ¿A dónde vamos...?
—¡Escúchame! ¡Escúchame bien, Jason! Toma a Will y salgan de aquí. Toma la ruta alterna. Ve con Nelson, y quédate con él...—Le respondió Cameron mientras se dirigía a su oficina.
—Pero... tío... ¿Qué sucede?
—¡LARGO DE AQUÍ, JASON! ¡¡¡AHORA!!!
Cameron le arrojó las llaves de la camioneta. Jason sabía que había peligro, de otro modo su tío no actuaría así, asi que fue a buscar la camioneta.
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"El Abrazo de la Luna" - Historias de Lobos
Hombres LoboADVERTENCIA Esta historia contiene: *Licantropia. *Relaciones homosexuales. *Incesto. *Una "pizca" de GORE. *Humor negro. *Muerte de personajes. *¿Omegaverse? Su lectura puede causar ADICCIÓN. Léala bajo su propia responsabilidad. "El Abrazo de la L...