—Doctor Payne, Tiene una llamada en el piso 5. —Una de las asistentes se acercó a él para notificarle.
Pero Williams estaba completamente desconectado de su alrededor. La desaparición de Louis le tenía sumamente angustiado.
—¡No voy a atender a nadie! ¡Necesito salir de aquí inmediatamente! Tengo una emergencia personal.
—Pero... Esto parece que es una emergencia también...—Le insistió la joven.
Entonces Williams comprendió que no era nada común que lo llamaran de ese piso, teniendo una extensión en su consultorio.
—¡Mierda! ¿Dónde está ese teléfono?
—Justo en donde está la recepcionista. Le dejé sobre la mesa.
Williams corrió al ascensor para llegar al piso. Minutos después sujetó la bocina y emocionado comenzó a hablar:
—¡Dime que eres tú! ¡Por favor! ¡Dime que eres tú!
Su corazón sintió un enorme alivio al escuchar la voz de su omega:
—Amor, escúchame: ¡Estoy bien! Pero tuve que huir. Es un hecho que me persiguen y si me encuentran, me matarán. Pero volveré a mi tierra, allí estaré seguro.
—¿Espera...? ¿Regresaste a...?
—No digas ubicaciones, nombres ¡nada! Ya te imaginas donde estoy. Necesito que te cuides, no sé si por mi culpa estás en peligro. Debes cubrir tus huellas, tienes que desligarte de mí. Ellos te buscarán, querrán confirmar si eres como yo. Espero que piensen que sólo fuiste un amante "humano"; y no un licano. Di que terminamos, que lo nuestro sólo era casual. Le pido a la diosa que te cuide; tú sabes manejar estas situaciones mucho mejor que yo. Confió en que podrás despistarlos...
—Pero... ¡Cariño! ¿Cuándo voy a verte? ¿Cómo puedo saber realmente si estás bien? ¡No debiste irte así! Yo puedo protegerte.
—¡No! ¡No puedes! Si me quedaba a tu lado y por mi culpa los atraía a ti, yo no podría perdonármelo. Estaré bien, confía en mi.
—¿Y cómo voy a saber de ti? ¿Cuándo estaremos juntos? —Le insistía Williams.
—Pronto. Yo te llamaré. Te amo.
Y así Louis colgó la llamada.
Williams se quedó con el "Te amo" pegado a la lengua. Ni tiempo tuvo de despedirse de su omega.
Aunque al menos estaba un poco más tranquilo al saber que estaba bien. Suspiró con ese pequeño alivio, y se topó con la mirada de su colega y amigo Anthonny; que al verlo correr, le siguió.
—¿Era él...? —Le preguntó Anthonny.
Williams asintió con la cabeza.
—¿Te parece si tomamos un café y hablamos "afuera"? —Le preguntó Anthonny al notar su inquietud.
Williams sólo volvió a asentir.
Salieron así con rumbo al ascensor para salir del edificio.
Caminaron un par de cuadras sin decir una palabra, y entraron a un bar japonés; que solía abrir temprano ofreciendo un menú ejecutivo. Primera vez que pisaban ese lugar.
Necesitaban un sitio distinto y privado para hablar. Y ese lugar era perfecto.
Luego que escogieron unos asientos, en una esquina apartada; Williams abrió la boca:
—Louis me dejo y huyó. ¡Así de simple! Creo que regresó a su país.
—¿Aún tiene familia allí? ¿Alguien que le patrocine?
ESTÁS LEYENDO
"El Abrazo de la Luna" - Historias de Lobos
Hombres LoboADVERTENCIA Esta historia contiene: *Licantropia. *Relaciones homosexuales. *Incesto. *Una "pizca" de GORE. *Humor negro. *Muerte de personajes. *¿Omegaverse? Su lectura puede causar ADICCIÓN. Léala bajo su propia responsabilidad. "El Abrazo de la L...