• 04: directa.

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Simon gruñó mirándola.

Entrenaba sola en aquel gimnasio, tal y como le había dicho que le gustaba, pero incluso desde donde él estaba podía escuchar sus quejidos.

Tenía un buen cuerpo, y era mucho más evidente cuando tenía puesta su ropa de entrenamiento y no su uniforme.

Verla hacer prensa había capturado su mirada por completo. Tenía mucha fuerza en sus piernas, estaba seguro de que estaba levantando más de ochenta kilogramos.
Le gustaban sus piernas, como se marcaban sus músculos y-

Desvió su mirada repentinamente, sintiendo asco de si mismo.

Pero sin poder evitarlo su mente lo obligó a volver a levantar la mirada, conectandola con la mujer.

Pero ya no estaba tranquila como antes, sino que había terminado su serie y miraba a sus alrededores con sus ojos bien abiertos, buscando el seguro para detener la máquina.

Sin dudarlo soltó sus propias mancuernas y caminó a ella, colocando su mano sobre la base de la máquina, levantándola para quitar el peso de sus piernas.

— Mierda... Gracias... — dijo ella, llegando a colocar el seguro. — Olvidé dónde estaba el seguro.

— Si, son un poco confusas. — dijo simplemente y ella asintió.

— No puedo creer que tengan un gimnasio en la base, es genial.

— Lo es. — murmuró con un asentimiento, mirándola desde arriba.

La chica lo miró con atención, sus musculosos brazos apretandose en su pecho cuando cruzó sus brazos. Los tatuajes que tenía en uno de ellos llamativos, pero se limitó a levantarse y tomar su toalla, limpiando los restos de sudor de la máquina.

— Gracias otra vez. — dijo simplemente.

Ghost miró como ella caminaba a otra máquina y suspiró.

No sabía que decirle, como mantener una conversación con ella.

Se demostraba segura y amable, pero cortaba la conversación rápido.

No solía hablar mucho, pero quería conversar con ella un poco.

Volvió a su lugar y tomó sus pesas, continuando con sus ejercicios de bíceps. Realizar series de Curls controlados lo ayudaba a cargar las armas con firmeza y poder mover sus brazos con rapidez, por lo que era de sus ejercicios más recurrentes.

— Hola, Ghost.

Levantó la mirada, encontrandose con Krystal otra vez. La rubia le sonrió.

— No sabía que venías al gimnasio a esta hora. — dijo ella y él simplemente asintió, sin querer intercambiar palabras en ese momento.

Ella entendió, dándole una última mirada antes de darse la vuelta y marcharse hacía una máquina.

_______ los miró, sonriendo mientras seguía haciendo sus flexiones con pesas.

Alejandro le había dicho que se mantuviese alejado, y ya había visto varias situaciones extrañas con algunas mujeres.

Se había levantado de la mesa la tarde anterior y se había marchado, siendo seguido por una pelinegra sorniente, una castaña lo había saludado en la mañana cuando salía de la cocina, y ahora una rubia lo saludaba cariñosamente.

Quiso reír, imaginándose la típica imagen de un tipo musculoso que pensaba que por tener un buen físico todas las mujeres querían lanzarse sobre él y besarlo. El típico universitario deportista y cabeza hueca de los libros de romance y las películas para adolescentes.

La imagen mental era cómica, casi idéntica a él, solo que sin el pasamontañas.

Simon la miró de reojo, escuchando sus risas junto con sus quejidos.

— ¿Hay algo gracioso? Puedes compartirlo — preguntó al aire, y dado que la muchacha no estaba muy lejos supo que el comentario había sido dirigido a ella.

— ¿Se sintió tocado por mí risa, Teniente? — dijo burlona.

— Puede ser... — murmuró, soltando su pesa. Se giró hacia ella, colocando sus codos sobre sus piernas, inclinado hacia ella.

Pero _______ no se detuvo. Seguía subiendo y bajando sin dejar de mirarlo.

— No se preocupe... Si quisiera decirle algo se lo diría a la cara, o bueno... se lo diría en su máscara.

Él la miró y ella pudo escuchar una risa grave y pausada salir de sus labios.

— ¿Eres directa, eh? — murmuró. — Te gusta ir al punto.

— Podría decirse que si... — murmuró también, y cuando llegó a su repetición número cincuenta se detuvo, apoyando sus rodillas sobre el suelo.

Ghost la miró atento, viendo cómo quedaba sobre sus rodillas mientras descansaba.
Abría su boca ligeramente mientras llevaba su botella de agua a sus labios, un poco goteando por el costado de su boca.

Se acomodó sobre el asiento, sin despegar su mirada de ella.

Finalmente ______ volvió a acomodarse, iniciando la última repetición bajo la atenta mirada del hombre.

Él desvió su mirada unos instantes después, cuando los ojos se habían desviado de su perfil hacia la curva de su trasero.

Muchas veces se sentía como una basura. Como un acosador.
Él odiaba a esas personas, y sentía que se había transformado en uno de ellos.

Su mirada se cruzó con la de Krystal, que estaba cruzada de brazos con sus mejillas rojas y sus cejas fruncidas.

Volvió a tomar sus pesas. No podía importarle menos.

Buen día :)

Espero que les guste este cap

Nada que agregar así que para no romper las costumbres voy a decir:

ñ

Please | GhostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora