Luego de conseguir la información de la mujer, rastrear los misiles había sido una tarea sencilla.
Lo más difícil había sido viajar a cada una de las ubicaciones para sustraer aquellas armas.
Les había tomado poco más de un mes.Laswell estaba impresionada, le había preguntado a la Sargento Mayor como había conseguido la información, pero ella era una mujer honesta y de palabra que le había prometido a Valeria que guardados silencio con respecto a su vida privada, y no revelaría la información.
Después de todo la mujer no tenía nada que ver con aquella organización.
Por fin habían podido tener un tiempo de descanso luego de ese mes, y _________ sabía dónde y con quién quería pasarlo.
Alejandro y Price hablaban tranquilos sobre su estadía momentánea en la base de los vaqueros. Ambos se debían favores mutuamente, por lo que no era sorpresa el los mexicanos irían a su base cuando lo necesitasen.
Mantener las buenas relaciones era esencial para Price.La muchacha se alejó disimuladamente de ellos hasta llegar a Ghost. Era usual que él se quedase en la lejanía cuando se reunían para hablar.
— Teniente. — murmuró, deteniéndose junto a él. — ¿Está bien?
— Si. ¿Y usted, Sargento? — dijo divertido y la muchacha se acercó instintivamente más a él.
— Estoy cansada... ¿Te quedarás aquí? — él asintió confundido.
— Si, ¿por qué?
— Bueno... Sabes que viví en México mucho tiempo, todavía tengo un departamento aquí, me preguntaba si...
— Si. — dijo sin dudarlo, sonriendo bajo la máscara.
La extrañaba como la mierda.
Ambos se habían comunicado constantemente por radio en misiones, pero sentía que se estaba muriendo sin escucharla decirle amor y llamarla por apodos dulces.
La necesitaba demasiado.— Iré contigo. — murmuró y ella sonrió.
— ¿A dónde irán?
Ambos se giraron ante la voz del hombre, Simon tensandose al instante. Alejandro había estado revoloteando siempre alrededor de ella y quería morderle el cuello hasta dejarlo sin respirar.
Tal vez era un poquito celoso.
— A mí casa. — respondió simplemente ella y Alejandro sonrió.
— Vaya, genial, hace mucho que no comemos todos junto-
— No, Ale. — dijo divertida. — Él y yo nos vamos a mí casa.
El hombre frunció sus cejas y se cruzó de brazos.
— ¿Qué es lo que pasa entre ustedes dos? — murmuró desconfiado y Simon dió un paso delante, imponiendo más su altura.
— No es de tu incumbencia.
— Vamos, Simon. — murmuró cansada, comenzando a caminar hacia la salida de la base, siendo seguida por el hombre enmascarado.
No dudaba ni un solo segundo en seguirla.
Ella saludó con su mano a sus compañeros, en especial a Rudy, que la despidió emocionado al ver cómo se iba con el teniente.
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— Me da miedo abrir esta puerta... — dijo divertida. — Hace mucho tiempo que no entro a mí departamento, supongo que debe estar un poco sucio.
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Please | Ghost
FanfictionEl teniente Ghost tenía la fama de haber estado con todas las mujeres de aquella base, simplemente no podía contener aquellos impulsos y nunca había conocido a ninguna mujer que le dijese que no. Hasta que llegó ella, y descubrió lo mucho que le mo...