•15: dolores.

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No había dormido nada.

Se había pasado la noche mirando el techo mientras jugaba con los cabellos de Simon. Él había dormido toda la noche sin moverse ni un solo centímetro, recostado sobre ella con su cabeza escondida en su pecho.

No quería despertarlo, pero había aprovechado toda la noche para pensar.

¿Por qué Simon tenía miedo de enamorarse...? ¿Acaso ya tenía sentimientos, y no quería profundizarlos?

Negó con la cabeza. No podían enamorarse, claro que no.
Ella por su parte no sentía nada.

O por lo menos eso creía.

Cuando eran las seis de la mañana decidió que había sido suficiente tiempo y colocó su mano en el hombro de Simon, sacudiendolo un poco.

Se atrevió a mirar un poco hacia abajo, y gracias a la luz que se colaba por la ventana pudo ver qué su cabello no solo era suave, sino que también era muy bonito.

No vio nada más que su cabello cuando él se removió. Cerró sus ojos y levantó la cabeza.

— Despierta, Simon, ya son las seis... — susurró y él la envolvió con sus brazos.

— Pero tenemos que salir a las ocho... — murmuró cansado y la mujer soltó un suspiro.

— Sueltame ya...

Simon frunció sus cejas y la soltó, buscando su pasamontañas para ponérselo.
Entonces ella abrió los ojos y se levantó, caminando directo al baño.

¿Por qué no había usado un apodo bonito? Simon estaba confundido y adormilado.

— ¿Estás bien? — preguntó desde la cama.

— Me duele mucho la cabeza... Dormí para la mierda. — murmuró y Simon se sentó preocupado.

— Mierda... Tal vez deberías ir a la enfermería, yo te acompañeré y-

— Iré sola. — murmuró saliendo del baño. — Emily ya sospecha que tenemos algo y dijo que hay "rumores" en la base. No podemos dejar que se sepa antes de la misión, solo para evitar problemas.

Simon asintió de acuerdo, pero un poco celoso.

— Pero Emily intentó besarte... — murmuró con sus cejas fruncidas y ella soltó una risa.

— No te preocupes por eso, no voy a dejar que nada pase. Te dije que no íbamos a estar con otras personas, y de mí parte eso va a seguir cumpliendose. — susurró y él asintió.

— De la mía también. Pero... No confío mucho en ella.

— ¿La conoces bien, verdad? Soap dijo que ustedes se acostaban. — murmuró mientras se ponía su uniforme.

— Si... — dijo avergonzado. — Pero ella no significó nada para mí, no sentí nada con ella.

— No hace falta que te justifiques, Simon. — murmuró intentando alejar aquellos celos que sentía. Terminó de vestirse y tomó su chaqueta. — Ya me voy, quedé con Price temprano, voy a ayudarlo a terminar le papeleo que le falta antes de irnos.

— Suerte... — murmuró. La mujer se marchó sin más y Simon se dejó caer en la cama otra vez.

¿Por qué sentía que estaba enojada?

¿Y por qué mierda su pecho dolía?

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Emily sonrió cuando vió a la mujer entrar y acomodó su cabello.

— Hola, Sargento ________. — dijo sonriente, pero la mujer no la miró. Observó la enfermería con atención, había otra mujer rubia en una esquina. Se veía bastante más mayor que la muchacha pelinegra. — ¿Qué necesita?

Please | GhostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora