La lluvia golpeaba intensamente contra el parabrisas del auto, lo que provocaba una espesa bruma que dificultaba una visión clara para la enojada conductora. Freen estaba segura de que si Rebecca aceleraba más, el coche se deslizaría sobre el agua, pero cada vez que la castaña tomaba una curva, la chica en el asiento del conductor no mostraba señales de que el vehículo fuera a fallar.
Había estado conduciendo por menos de veinte minutos cuando Rebecca entró en el camino de entrada de un antiguo complejo de edificios abandonados en la deteriorada zona industrial a las afueras de Allentown. Freen ni siquiera prestó atención al trayecto, estaba demasiado ocupada jugando con sus pulgares. La castaña apagó el motor y mantuvo sus manos en el volante, apretando con fuerza como si eso pudiera calmarla.
—¿Por qué fuiste a los medios? —fue Rebecca la primera en hablar, sus ojos aun mirando hacia adelante mientras que los de Freen la miraron en cuestión de segundos.
—No fui a los medios —soltó Freen, ofendida.
—Bueno, yo no tomé esas fotos y nadie sabía que estaba allí —sus ojos ardían con un fuego enfurecido que habría asustado a Freen hasta lo más profundo de su ser si ella misma no estuviera igual de enfadada.
—Rebecca, ¡ni siquiera sabía quién eras hasta esta mañana! —respondió mientras se quitaba el cinturón de seguridad y enfrentaba a la castaña, cuyas manos seguían aferradas al volante.
—Ok, esto va a sonar muy egocéntrico y arrogante pero, ¿cómo no puedes saber quién soy? Pensé que simplemente fingías no saberlo, pensé que era parte de tu encanto —Rebecca finalmente soltó el volante y miró a Freen con frustración.
—¡No estaba fingiendo nada! Y definitivamente no era parte de ningún plan. ¿Has sido famosa por tanto tiempo que has olvidado cómo es que alguien te coquetee genuinamente porque realmente piensa que eres increíble sin la parte de la fama? ¿De verdad no puedes creer que me gustas simplemente por quién eres y no por lo que haces?
Rebecca se detuvo ante la audacia de Freen; definitivamente no era lo que esperaba. Creía que Freen la había utilizado para llamar la atención de la prensa.
—¿De verdad crees que fui yo la que le pidió a alguien que tomara esas fotos?
—No sé qué pensar —respondió Rebecca, nada impresionada con la respuesta de Freen.
Sintiendo la vergüenza recorrer su cuerpo, Freen contuvo las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos, amenazando con salir y revelar a Rebecca sus debilidades.
Freen abrió la puerta y salió sin decir una palabra más.
La puerta del conductor se abrió pero Freen resistió las ganas de mirar y ver si la castaña también había salido del auto.
—¿Así que eso es todo? ¿Simplemente te vas a ir? —Rebecca la llamó mientras dejaba la puerta de su coche abierta, sin importarle si el interior se mojaba.
—¿Qué quieres que te diga? Te dije que no fui yo y no me creíste. Cuando dije que me gustabas, tampoco lo quisiste creer. ¿Qué más puedo decir Rebecca? —La mayor se giró para observar a Rebecca mientras la castaña se acercaba a ella. La frustración se filtraba a través de su piel mientras se mantenía a unos pocos pasos de distancia.
—No sé que puedes decir, Freen —respondió suavemente, la lluvia ahogando su voz.
—Entonces, ¿por qué estoy aquí? —Freen esperó pacientemente mientras Rebecca consideraba varias respuestas en su cabeza. Cuando la actriz no respondió después de varios minutos, Freen sintió como sus hombros caían en decepción.
—No puedo hacer esto, Rebecca —Freen se refería a la frustración y la confusión, le recordaba demasiado a lo que solía tener con Kim y no estaba dispuesta a embarcarse en otra relación así. Negó con su cabeza y dio media vuelta, dispuesta a irse de ese lugar.
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Una Noche Para Recordar
Hayran KurguAdaptación Freenbecky. "Freen" Sarocha Chankimha está de fiesta con sus amigos en un intento desesperado por olvidar a su abusiva ex-novia. La noche de Freen toma un giro inesperado cuando conoce a una hermosa y misteriosa desconocida que la ayuda...