La pelinegra se encontraba despierta desde temprano pensando en como les diría a al grupo sádico que trabajaría con el líder de Danger. Comenzó atar las agujetas de las botas y pensó nuevamente en el diario que había encontrado, miro hacia la almohada y de repente recordó un pequeño detalle que había dejado pasar, había estado muy ocupada pensando en su plan que había olvidado...
Ella no había colocado el diario bajo la almohada, sino bajo la cama. Levanto la almohada y ahí estaba el diario, alguien había entrado a la habitación y había leído el diario.
Pensó que seguramente había sido Edel quien no le importaba en lo absoluto la privacidad y se metía como si fuera el dueño.
Bajo las escaleras sin darle importancia al asunto, se encontró con casi todos en la sala, excepto Carlos quien parecía que todavía seguía durmiendo. Amelia miro a Isabella quien se sentó en una silla de madera, se había enterado de lo que había ocurrido con aquel hombre y también sabía que el hombre era una amenaza y por ello había muerto, no había cumplido con su objetivo.
-Tengo algo que decirles pero necesito que estén todos -dijo Isabella - Es sobre lo que hable con el líder.
-Solo falta Carlos -dijo Stefano.
-Déjenmelo a mi -sonrió Zorán - ¡Carlos! Ven rápido que hay chisme.
Luego de unos segundos Carlos corrió tratando de bajar las escaleras rápidamente y en un mal movimiento termino rodando por las escaleras. Los demás miraron como rodó y cayó al suelo de forma dramática, Zorán soltó una carajada mientras que Edel solo se limito a suspirar. El mexicano se levantó de forma inmediata como si no hubiera pasado nada, se limpio el pantalón y esbozo una gran sonrisa.
-Estas caídas no suceden ni en la rosa de Guadalupe -bromeo pero ninguno entendió el chiste del mexicano, claro estaba que solo un mexicano lo entendería- Y bien, ¿Alguien dijo chisme?
-No es ningún chisme -aclaro el líder de los sádicos - Isabella nos hablará sobre lo que hablo con nuestro líder.
Isabella se recargo en el respaldo de su silla y respiro hondo mirando a cada uno.
-Voy a trabajar junto con el señor Dmitry -soltó sin darle tantas vueltas al asunto.
-¿Trabajar a su lado? ¡Eres una presa! -dijo un indignado Edel.
-Que no se noten los celos -dijo tosiendo Carlos para que no supiera que había dicho eso.
-No son celos -aclaro.
-Me da gusto por ti -le dijo Stefano a Isabella.
Amelia que se encontraba ahí solo se limito a encogerse y a mirar con disimulo a la pelinegra, no entendía porque Isabella había conseguido más en tan poco tiempo, pero luego pensó que eso no le debería importar, ella solo quería irse de esa ciudad y nunca más volver. No le interesaba lo que esa mujer cruel hiciera.
-Tendrás que trabajar hasta muy noche.
-Lo se.
-Y soportar el mal trato.
-Es una dama, el líder Dmitry las trata como tal -opino Stefano.
-No me interesa tener tratos de una dama -dijo y se levanto de la silla -Solo quiero demostrar mi lealtad.
-Ya lo veremos -mascullo - lo único bueno de todo esto es que no tendré que verte todo el tiempo.
-Lo mismo digo, Edel.
Isabella le dio la espalda lista para salir, estaba cansada de pelear con ese idiota. Abrió la puerta y hecho un último vistazo al alemán, tenía esa mirada apática que siempre portaba. Sin más cerro la puerta y el aire gélido golpeó su rostro, por suerte llevaba su gabardina, miro la casa en la que ahora dormía y pensó en cómo habría sido antes cuando ese chico del diario vivía en ella.
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Danger
Misteri / ThrillerEn Danger habían muchos misterios ocultos, tanto del gobierno como el de los asesinos. Tantos secretos que existen y que nadie se imagina, ahora dime: ¿Eres capaz de descubrir lo que ocurre? Vamos, acércate a Danger y observa lo que se oculta pero t...