18 | ¿Quién eres en realidad?

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El líder de Danger dejo salir un suspiro mirando como llovía, saco la mano fuera del paraguas y pronto cayeron unas cuantas gotas en la palma de su mano, de repente su mente lo traslado a un sueño que todas las noches lo torturaba. Una pequeña casa, en un bosque, una noche oscura en que la lluvia no cesaba. Dmitry tuvo que cerrar los ojos cuando comenzó a escuchar los gritos de una mujer, esos gritos que le dejaban un mal sabor de boca como si aquello haya ocurrido, sin embargo, él sabía que solo era un sueño.

-¿Puedo saber en piensa? -volvió a la realidad ante la pregunta de la pelinegra.

Isabella lo miraba con curiosidad, se notaba tenso y en sus ojos se notaba cierta tristeza, algo muy distinto a lo que siempre mostraba el líder de Danger.

-Sueños -murmuro - o mejor dicho pesadillas.

Aquellos gritos aún los escuchaba en su cabeza. Habían noches en las cuales se despertaba sudando y llorando, con aquel sentimiento en el pecho como si le hiciera falta algo.

-Tal vez no son pesadillas.

-Lo son -dejo en claro.

-¿Y si es algo que vivió en el pasado?

Negó con la cabeza. No lo dijo pero el a veces también se preguntaba eso, aunque sabía que era imposible, él nunca estuvo en aquel lugar.

-Lo recordaría.

-Dicen que la mente se encarga de borrar recuerdos traumáticos.

-¿Y cómo sabes que es traumático?

-Dijo que era una pesadilla, eso me hace pensar que eso es traumático.

Isabella sabía que Dmitry guardaba mucho dolor, lo notaba en su mirada, todos en Danger portaban esas miradas vacías tratando de ocultar el dolor que llevaban por dentro, no hay que ser inteligentes para saber que los malos siempre llevan un dolor grande en su corazón o por qué otra manera tendría tan dañado el corazón para hacer daño a otros.

-Llegamos -aviso él dando por terminado el tema del que hablaban.

Isabella miro la hierba alta que casi la cubría por completo. Dmitry se detuvo y miro el gran molino viejo a simple vista parecía insignificante, sin embargo, guardaba secretos, como todo lo que había en Danger. Al lado había un pequeño lago en el que había un venado bebiendo agua.

-Entremos -dijo Dmitry.

Ambos entraron. Lo único que había dentro del molino era una mesa de madera vieja y unas escaleras viejas que posiblemente si ponías un solo pie se caería a pedazos. Isabella miro a su alrededor tratando de entender el porqué se encontraban en aquel lugar. Dmitry se hizo aun lado dejando pasar a sus hombres de confianza los cuales movieron la mesa dejando ver una entrada la cual conducía hacia abajo donde se escuchaban unos quejidos.

-Las damas primero -hizo una ademán con la mano el líder.

Isabella dudo pero al final termino bajando. Abajo había poca iluminación así que no lograba ver mucho, sin embargo, podía escuchar algunos quejidos, llego a la primera celda y miro dentro donde se encontraba un hombre sentado en una silla de metal. Un escalofrío le recorrió la espalda al ver como estaba encadenado de las manos y pies, dio un paso hacía atrás pero termino chocando con un cuerpo, se dio media vuelta y se encontró con un hombre el cual tenía una marca en la mejilla.

-¿Acaso tiene miedo? -pregunto el nombre esbozando una sonrisa tenebrosa - ¿Teme a quedar igual que ese hombre?

-Para nada -murmuro Isabella evitando mirar al hombre que estaba encadenado.

Su cabeza comenzó a doler y cerró los ojos unos segundos para tratar de recuperarse de lo que había visto o mejor dicho de lo que había...

-Me presento soy Silas, ¿Y usted es?

Danger Donde viven las historias. Descúbrelo ahora