35. Lucha de clarividentes

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Se denominan poderes psíquicos o mentales a las diferentes capacidades que permiten percibir fenómenos ocultos a los sentidos, manipular la mente de otras personas o, incluso, alterar la realidad física, todo ello con el poder de la mente.

Algunos aseguran que los psiquicos o gente con habilidad extrasensorial, son solo un mito.

Otros aseguran que son lo mismo que el esoterismo o la parapsicología.

Pero la verdad que esos dos ultimos nombres se atribuyen a gente que se esfuerza en aprender la ciencia de lo paranormal y de diferentes tipos de tecnicas adivinatorias.

Por otro lado los psiquicos, nacen con está habilidad y lo unico que necesitan es aprender a controlarla.

Por otro lado los psiquicos, nacen con está habilidad y lo unico que necesitan es aprender a controlarla

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DONES Y MALDICIONES

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Lucha de clarividentes


Cuando corría hacia los guardias, sin pensar en nada, solo consumido por el odio y la sed de venganza, me detuve repentinamente.

Una leve explosión creó un destello que solo duro unos leves y fugaces segundos.

- Vamos Quimey, debes entrar - me dijo Nahuel.

El chico habia soltado una granada de gas en el medio de la barricada de los guardias y estos de seguro habían quedados intoxicados e inconscientes.

La verdad es que poco se sabía, pues se armo una nube de un color gris oscuro muy grande.

Era como una niebla espesa que cubria solo la entrada al gimnasio y la barricada.

Corrí con mas fuerza en dirección al humo con la intención de pasar sin respirar el gas y llegar hasa la puerta.

Nahuel me esperaba cerca de la gran nube tratando de mantener la pista de carrera despejada para mi, el muchacho estaba atento a que nadie apareciera a interrumpir mi corrida.

Pero de pronto de en medio de la nube salió de un salto Victor, cayendo como un buitre negro en picada hacía Nahuel.

El chico no pudo esquivar una enorme patada que el sujeto le propino en el aire. Pude escuchar cuando el golpe le hizo botar un tosido grave antes de votarlo a suelo.

- Te dije que no pasaras -me advirtió Victor en posicion de batalla.

- Te dije que no queria hacerte daño - le contesté, absorbiendo energia desde el suelo para poder atacarlo y hacerle que se retorciera en la tierra por un buen rato de dolor y de esa forma quedarme con el paso libre hasta la puerta.

- Yo que tu, bajaría esas manos antes que nosotros te hagamos algo peor de lo que le quieres hacer a él -me dijo desde la espalda aukan.

Estaba acompañado de Sakin y tambien de Alen.

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