En la filosofía budista, se dice que la vida está llena de sufrimiento y que siempre habrá obstáculos y desafíos que superar, incluso cuando nos sintamos seguros o protegidos.
Esta creencia se basa en la idea de la impermanencia y la interconexión de todas las cosas en el universo.
La sensación de seguridad o protección que experimentamos a veces puede ser ilusoria, ya que todo en la vida cambia constantemente y nada es permanente.
Por lo tanto, es importante estar preparados para enfrentar nuevos desafíos y adversidades, incluso en momentos en los que nos sintamos seguros o a salvo.
En resumen, la filosofía budista nos enseña a cultivar la aceptación y la capacidad de adaptarnos a las circunstancias cambiante de la vida, reconociendo que siempre habrá nuevos problemas o retos que enfrentar, independientemente de cuán seguros nos sintamos en un momento dado.
Esto se conoce cono anicca.
DONES Y MALDICIÓNES
CAPÍTULO
Anicca
Mientras subíamos las escaleras hacia la azotea, cada paso retumbaba con nuestra prisa y nerviosismo.
La luz tenue del pasillo apenas iluminaba nuestro camino, pero seguíamos adelante, impulsados por la necesidad de escapar. Sentía el sudor correr por mi frente y mi respiración acelerada resonaba en mis oídos. A pesar del cansancio, avanzábamos sin detenernos.
Levican, aunque aún débil, ponia de su parte y nos seguía el paso cin ayuda de vez en cuando, tratando de mantenernos en movimiento.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, la puerta de la azotea apareció ante nosotros. Aukan la empujó con fuerza, y la luz del sol nos cegó momentáneamente al salir. El aire fresco golpeó nuestras caras, trayendo consigo una sensación de alivio que casi nos hizo caer de rodillas.
Habíamos llegado.
Al levantar la vista, vimos el aerodeslizador acercándose. Lig-ray, Alen y Sakin estaban allí, esperándonos junto a la nave.
El mercenario, aún atado, se mantenía en silencio, obligado a pilotar la nave. Por un momento, la esperanza llenó nuestros corazones. Pensamos que estábamos a salvo, que habíamos logrado escapar del peligro. Nos miramos entre nosotros con sonrisas de alivio, sintiendo que, después de todo lo que habíamos pasado, finalmente tendríamos un respiro.
El viento en la azotea nos despejaba la mente, y el cielo despejado parecía prometer un escape limpio.
La tensión que había estado construyéndose en nuestros cuerpos comenzó a aflojarse, y por primera vez en mucho tiempo, pudimos respirar con un poco de tranquilidad.
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Dones y Maldiciones
Science FictionEn una sociedad impulsada por avances tecnológicos y científicos, un grupo de jóvenes psíquicos se enfrenta a una conspiración devastadora. Los Místicos, un grupo de esotéricos carismáticos, han maniobrado con habilidad a la sociedad y al estado, p...